Familia de seis miembros se encuentra al borde del desamparo

Con la finalización estatal de la moratoria sobre el pago de la renta, miles de familias viven con miedo a ser desalojados aunque en Los Ángeles existen protecciones

Los hermanos Martinez viven amontonados en una sola habitación y duermen en el piso.

Los hermanos Martinez viven amontonados en una sola habitación y duermen en el piso. Crédito: Jorge Macías | Impremedia

En una pequeña mesa, tres hermanos, Ricardo, Henry y Ángel compartían pequeños trozos de pollo frito como desayuno, mientras que su madre, María Martínez, se había ido a sus sesiones de diálisis y el padrastro continuaba hospitalizado desde diciembre de 2020 a causa del coronavirus.

Aparte de funcionar como sala, comedor y dormitorio, el pequeño espacio de ese cuarto es donde se desarrolla la vida de una familia de seis miembros.

En la única cama que tienen duermen Henry, Ángel y su mamá; Ricardo encima de unos cojines o un colchón que recargan a la pared y Jorge, el mayor, de 26 años, “descansa” en el piso de linóleo.

María Martínez es una vendedora ambulante que no trabajó los pasados 18 meses.

Activistas y residentes de Los Ángeles protestan contra los desalojos. (Jorge Macías)

Días antes que venciera la fecha de la moratoria de desalojos, ellos y otros vecinos del Hotel Tokio, ubicado en el 1013 ½ de la avenida Central, en el corazón de Los Ángeles, recibieron notificación de desalojo.

“Mi madre está en diálisis y mi padrastro [Josué Martínez] sigue hospitalizado desde diciembre de 2020 porque le pegó el covid”, relató a La Opinión, Ricardo Martínez, de 23 años. “Todos tuvimos  miedo de que se fuera a morir, porque aparte de esa enfermedad es una persona diabética y le encontraron cáncer en los riñones”.

Josué Martínez ha estado recibiendo sesiones de quimioterapia en el Hospital General de Los Ángeles.

Ricardo expresó que la acción de quienes manejan el Hotel Tokio “no está bien, porque ahí vivimos cuatro hermanos (Jorge, Ricardo, Henry y Ángel), aparte de mi mamá y mi padrastro”.

La familia Martínez ha vivido en ese lugar por 18 años, y Jorge, el mayor de 26 años, ha asumido la responsabilidad total de toda la familia.

Ricardo Lomelí y su hijo Julio viven en una diminuta bodega habilitada como  “apartamento” donde ni siquiera tienen una ventana. (Jorge Macías)

“Ahorita no tengo un salario fijo como bodeguero de una pescadería”, comentó Jorge Martínez. “Yo tengo que trabajar de más para los gastos de la casa, desde que mi mamá fue diagnosticada con diabetes y tiene que ir a hacerse la diálisis”.

‘Es una crueldad

Por su parte, su hermano Ricardo dijo que lo que el dueño quiere hacer con ellos es una crueldad”.

“Ojalá que él tuviera un poco de humildad y corazón para que vea la condición en que vivimos y no divida a mi familia si nos lanza a la calle”, expresó Ricardo.

Su familia no pagó los $802 mensuales de renta desde el inicio de la pandemia. Tampoco se enteraron de que había ayuda económica para ellos y el propietario del inmueble.

Sin embargo, confía en que la situación se arreglará.

“Pero todo depende del corazón del dueño, y ahí  ni yo ni nadie puede cambiar la decisión de su corazón”, agregó.

Hasta ahora, alguaciles del condado de Los Ángeles no se han presentado en el lugar para echarlos a la calle. Para impedir esta acción, al frente del vetusto edificio están acampando activistas defensores de la vivienda e inquilinos.

Representantes de Community Power Collective,  Eastside LEADS y del Fideicomiso Comunitario Tierra Libre han formado una “muralla humana” contra el desalojo.

Angelinos muestran su apoyo a las familias que pudieran ser desalojadas. (Jorge Macías)

“El dueño ni siquiera esperó a que concluyera la moratoria de desalojo; envió los documentos a las familias el lunes 27 de septiembre”, informó Eva García, miembro del Colectivo Poder Comunitario. “El solamente pensó, en sus macas, listos y fuera, ¡ya váyanse!”.

El vetusto edificio es manejado por Viren Patel, quien, a través de su oficinadijo a La Opinión que “él no va a dar ninguna entrevista”.

“Las condiciones [en que vive la familia] son inhumanas”, dice el abogado Charles Ross, de Public Counsel, un organismo de defensa legal que aboga por los derechos de las comunidades desatendidas o marginadas. Ross representa a la familia Martínez.

En peligro de ser desalojado

El 30 de septiembre vencieron las protecciones estatales de la moratoria de desalojo por la pandemia de covid-19.

Sin embargo, en el condado se extendieron dichas protecciones hasta el 31 de enero de 2022 y en la ciudad de Los Ángeles dichas garantías permanecen vigentes hasta que el alcalde Eric Garcetti decrete su levantamiento.

Los datos más recientes del National Equity Atlas para el área metropolitana de Los Ángeles (LA Metro) calculan que 327,000 hogares están atrasados con ​​el alquiler.

“Esta sería la estimación de personas que son vulnerables al desalojo en Los Ángeles, aunque el número real es menor debido a las protecciones que hemos luchado por mantener y el alivio de los alquileres”, informó Claudia Calderón de Community Power Collective.

Jorge Martinez, de 26 años, es el único sostén económico de una familia de seis personas. (Jorge macías)

Casi 500 desalojos en septiembre en L.A.

Independientemente de las moratorias extendidas durante la pandemia, entre julio de 2020 y marzo de 2021, en California se ejecutaron casi 10,000 desalojos residenciales, según reveló una investigación de CalMatters.org, a través de solicitudes de registros públicos de 56 de los 58 condados de California.

Los Ángeles representó 2,747 desalojos residenciales confirmados desde julio de 2020 a fines de marzo de 2021, más de un tercio del total estatal. Esta cifra no fue negada ni confirmada a La Opinión, por parte de oficiales del Departamento del Alguacil (LASD) del condado angelino.

Héctor S. Castellanos, de la Oficina de Gestión Civil del LASD, no pudo informar sobre el número de desalojos de inquilinos planificados para el mes de octubre.

“No se puede pronosticar el número de bloqueos (desalojos)  planificados debido a la cantidad desconocida de propietarios que presentan órdenes de ejecución de propiedad al Departamento del Sheriff de Los Ángeles para su procesamiento diario o semanalmente”.

No obstante, por mandato de los tribunales ellos efectuaron 480 casos durante el mes de septiembre; 165 fueron cancelados y uno tuvo un resultado “desconocido”, para un total de 646.

“Mucha gente piensa que nosotros sacamos a la gente [de sus casas], precisó Castellanos. “Para ser honestos, nosotros solo cumplimos nuestro trabajo cuando un juez ha dado la orden de desalojo”.

Padre e hijo en el limbo

En el mismo edificio del 1013 ½ de la avenida Central, Ricardo Lomelí, un zacatecano de 72 años, y su hijo Julio han vivido en un almacén convertido en “apartamento”, donde no tienen ventilación por ningún lado.

Ellos pagaban $600 por el espacio donde duermen ambos en el piso y en condiciones insalubres.

“A veces, yo trabajo de cargador y en otras ocasiones de acomodador de autos en un estacionamiento, pero se acabó el trabajo”, dijo Julio.

Su progenitor trabaja en la limpieza, pero desde que lo operaron del corazón y le destaparon una arteria ya no tiene la misma fortaleza para laborar. Sobrevive con $510.00 de una pensión.

“Ya no pudimos pagar la renta por la pandemia”, dijo Julio. “Aquí no tenemos contrato ni nada, casi siempre le hemos pagado a  la manager en cash [efectivo]”, aseguró. “No tenemos dinero, y tenemos miedo de que en cualquier momento vengan para echarnos a la calle”.

La audiencia de desalojo contra estas familias fue aplazada por un juez al 25 de octubre.

Importante saber

-Existen innumerables razones por las que el dueño de propiedad puede desalojar a un inquilino, independientemente del pago o moratoria. Hay protecciones, pero si las personas no se amparan es más dificil evitar la expulsión de la propiedad.

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