Por qué menos propietarios afroamericanos y latinos refinancian su hipoteca

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Naomi, una consultora de administración de 28 años, refinanció recientemente la casa que comparte con sus padres en Riverside, California, y ahorró $4,800 al año en pagos de hipoteca. 

“Cuando compramos la casa, lo hicimos a una tasa de interés realmente alta”, dice. “Ahora, las tasas de interés son realmente bajas. Conseguí una tasa del 2.99% y, en general, me ahorraré cerca de $400 al mes en el pago de nuestra hipoteca”.

Naomi, quien no quiso que se publicara su apellido por razones de privacidad, planea usar sus ahorros para instalar paneles solares y modernizar la entrada de la casa.

Sin embargo, su experiencia es inusual entre los propietarios afroamericanos y latinos. A pesar de la posibilidad de ahorrar miles de dólares al año, muchos de ellos no aprovechan las tasas de interés históricamente bajas para refinanciar su hipoteca.

Un estudio reciente de los Bancos de la Reserva Federal de Atlanta, Boston y Filadelfia, reveló que solo el 6% de todas las solicitudes de refinanciamiento provenían de prestatarios afroamericanos, mientras que el 9% eran latinos.

Hay varias razones para esto: Las dificultades económicas, una reciente caída en la puntuación de crédito, la falta de conocimiento del proceso de refinanciamiento (que comparte la población en general) y la desconfianza generalizada hacia los bancos.

Sin embargo, existen formas de superar estos obstáculos que explicamos a continuación.

Quizás el factor más importante detrás de la falta de refinanciamiento haya sido la pandemia de COVID-19, que afectó a las comunidades afroamericanas y latinas mucho más que a otros grupos.

“COVID fue un desastre: despidieron a mucha gente”, afirma el reverendo Dr. Charles Butler, quien ayuda a dirigir una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York que ofrece asesoramiento sobre vivienda y otros programas de empoderamiento comunitario.

“Es difícil refinanciar”, explica Butler, “porque los bancos quieren ver las mismas cosas que cuando el prestatario obtuvo la hipoteca por primera vez: empleo fijo, declaraciones de impuestos, crédito y todo lo demás. Si falta algo de eso, la oportunidad de refinanciar simplemente no estará disponible”.

“Por ejemplo, si un propietario deja de pagar un solo pago de la hipoteca, es posible que no pueda optar por el refinanciamiento hasta que realice otros 12 pagos puntuales de forma consecutiva”, añade Butler. “Pero incluso los propietarios de viviendas con hipotecas al día, y que siempre han tenido empleo, podrían ser rechazados si sus ingresos han caído por debajo de lo que el banco considera demasiado riesgoso”, dice.

También existe una desconfianza persistente hacia la industria bancaria, y hacia la industria del refinanciamiento en particular, entre los miembros de las comunidades afroamericanas y latinas. 

“Muchas veces se ven prestamistas sin escrúpulos que llaman a tu puerta y dicen: ‘Vamos a refinanciar y reparar tu porche o tus ventanas’, cuando en realidad se trata de préstamos abusivos que buscan robar tu patrimonio, o tu casa y tu patrimonio”, explica Butler.

Además, muchos afroamericanos y latinos todavía se están recuperando del colapso hipotecario de 2008-2009, que afectó a estas comunidades mucho más que a otras. 

“Es problemático cuando no tienes los recursos adecuados y ya no confías en los bancos, sobre todo después de la crisis económica de 2008”, dice Naomi, quien recuerda cómo su familia quedó devastada cuando el mercado inmobiliario se vino abajo. 

“Yo era bastante joven y por entonces vivíamos en el sur de California”, dice. “Tuvimos que dejar la casa, mudarnos a Texas y avanzar desde ahí”. 

Años más tarde, regresaron a California y, armada con un buen crédito y un buen trabajo, Naomi dice que pudo ayudar a su familia a comprar una nueva casa.

Pero incluso Naomi dudaba en refinanciar. Entre otras razones, había escuchado que buscar un refinanciamiento podría tener un impacto negativo en su puntuación de crédito. 

“Obtener cotizaciones de refinanciamiento implica verificaciones crediticias estrictas, por lo que no hay forma de ‘comparar precios’ sin que esto afecte mi crédito”, dice Naomi.

Esta preocupación es compartida por muchos otros miembros de las comunidades afroamericanas y latinas, quienes tienden a tener puntuaciones de crédito más bajas que la población en general. 

Sin embargo, hay formas de superar estos obstáculos y, como Naomi, ahorrar miles de dólares al año. Aquí tienes algunas estrategias clave que te ayudarán.

Consigue ayuda de una agencia de asesoría aprobada por el HUD

La mayor desventaja que tienen los consumidores es no saber cómo funciona el proceso de refinanciamiento. Por eso, antes de hacer nada, habla con alguien de uno de los cientos de agencias de asesoría sobre la vivienda aprobadas por el HUD en los Estados Unidos.

Estas agencias, que se dedican a educar a los consumidores sobre la compra de una vivienda, ofrecen ayuda gratuita o de bajo costo a los compradores de vivienda primerizos, así como sesiones informativas después de la compra. Pueden ayudarte a poner en orden tus documentos y explicarte qué opciones de refinanciamiento son las más adecuadas para ti. 

Establecer una relación con una de estas agencias con anticipación puede ayudarte a evitar problemas como los prestamistas abusivos. 

“Es mejor ponerse en contacto con una agencia de asesoría sobre la vivienda antes de tomar una decisión, en lugar de hacerlo después, cuando necesitas que te rescaten de una mala decisión”, aconseja Butler. “A veces no tenemos suficientes trucos bajo la manga”.

Los expertos en asesoría sobre la vivienda de estas agencias también pueden ayudarte de otras maneras. 

Por ejemplo, pueden ayudarte a calcular los costos de un refinanciamiento y el tiempo que tardarás en pagarlos. Ese suele ser un aspecto confuso que debes comprender antes de seguir adelante. Si planeas permanecer en tu casa solo por un tiempo corto, es posible que los costos de cierre de una refinanciación no valgan la pena.

Envía las solicitudes de refinanciamiento al mismo tiempo

Es una buena idea solicitar la refinanciación a varios bancos. Mejora tus posibilidades de que te aprueben y te ofrece más opciones. Pero tienes que asegurarte de hacerlas todas en un plazo relativamente corto para limitar el impacto en tu puntuación de crédito.

Cuando varios bancos realizan una “investigación rigurosa” para verificar tu historial crediticio, eso puede hacer que tu puntuación de crédito baje temporalmente. Pero si todas las consultas sobre préstamos se realizan en un período de entre 14 y 45 días, generalmente se cuentan como una sola consulta, según Experian, lo que disminuye  el efecto sobre tu puntuación de crédito.

Por lo tanto, asegúrate de que toda tu información esté organizada con anticipación para que puedas completar rápidamente el proceso de solicitud con todos los posibles prestamistas. Entre las cosas que necesitarás se incluye lo siguiente: una identificación con foto, tus recibos de sueldo más recientes, los formularios W2 de los últimos dos años, un nombre y un número telefónico de contacto en el trabajo para que el asegurador llame y verifique tu salario y empleo, y los estados de cuenta bancarios más recientes.

Sé tu propio defensor en el banco

Es importante que tu banco sepa cuál es tu situación financiera y por qué.

“Lo que hemos visto es que muchas personas cuyos ingresos fueron interrumpidos se han esforzado mucho por hacer entender al banco que fue debido a COVID y que ahora las cosas han vuelto a la normalidad”, dice Laura Ponce, directora ejecutiva de Project BRAVO, con sede en El Paso, un programa de adquisición de vivienda y de acción comunitaria aprobado por el HUD.

“Defiéndete y asegúrate de que el banco entienda que los cambios en tus ingresos y en tu empleo están relacionados con el COVID; de lo contrario, no podrás beneficiarte de las políticas y programas que se pusieron en marcha debido a la pandemia”, agrega.

Ponce advierte que a veces un refinanciamiento puede no ser una opción para un prestatario que no está al día con el banco, pero cuando abogas por ti mismo es más probable que el banco explore otras opciones contigo.

Ten un plan para tus ahorros

“Siempre te preguntas: ¿Cuál es el plan?”, afirma Butler. “Es un préstamo, así que si vas a tener que devolverlo, asegúrate de usarlo para algo productivo. Si solo quieres llevar a tu novia a una cena elegante, no necesitas un refinanciamiento”. 

Algunos usos de los ahorros para el refinanciamiento son los siguientes: Aumentar las reservas de efectivo para emergencias, incrementar las contribuciones a la cuenta Roth IRA, pagar el mantenimiento o las mejoras que aumentarán el valor de tu casa, comprar una segunda casa, abrir un negocio y pagar tu educación o la de tus hijos.

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