Genera tensión mandato que exige mostrar tarjeta de vacunación para entrar a negocios
Algunos antivacunas piden ser exentados del comprobante, alegando que han sido clientes fieles
Joshua Montalvo, comerciante y residente del sur de Los Ángeles, dice que no le hizo mucha gracia cuando esta semana acudió al restaurante El Gavilán y le pidieron el comprobante de la vacuna del covid-19 para poder entrar a consumir los alimentos.
“¡Hasta dónde estamos llegando!”, pensó molesto, pero de inmediato comenta que reaccionó y lo tomó por el lado positivo, mostrando su comprobante de vacunación.
“Ahora sí que mi tarjeta de vacunación la traigo todo el tiempo en mi cartera”.
También ya le comenzaron a pedir la prueba de su inmunización contra la pandemia en el Gold’s Gym, el gimnasio al que acude casi a diario. “Ni modo, hay que cumplir. Es por el bien de todos”.
Desde el inicio de esta semana, en muchos negocios de Los Ángeles, los clientes antes de entrar a sus interiores, deben mostrar su comprobante de vacunación de covid-19.
Así lo establece un nuevo mandato que entró en vigor el lunes 29 de noviembre, el cual requiere prueba de vacunación de covid-19 en restaurantes, bares, cafés, cervecerías, wineries y salones de banquetes.
Pero también para gimnasios, salones de belleza y de uñas, cines, teatros y museos, entre otros.
La iniciativa SafePassLA es uno de los mandatos de vacunación más estrictos del país. Y desde el 8 de noviembre, los negocios fueron obligados a colocar un letrero en sus instalaciones, explicando a los clientes que para entrar a partir del lunes pasado, necesitan estar completamente vacunados contra covid-19.
Arturo Aguilar, propietario del restaurante y panadería El Valle Oaxaqueño, dice que la gente ha estado cooperando y presentando su prueba de vacunación; y solo han tenido uno que otro problema con personas que alegan que han sido clientes fieles por mucho tiempo; y por lo tanto piden ser exentos de mostrar el comprobante.
“Les explicamos que no es cosa de nosotros sino que debemos cumplir con los reglamentos de la Ciudad de Los Ángeles”.
El comerciante dice que en acato a la ley, colocaron carteles afuera del negocio advirtiendo a los clientes que deben mostrar su cartilla de vacunación; y solo quedan exentos quienes pasan a comprar comida para llevar o compran productos en la panadería.
“Hemos tenido la ventaja de que todavía tenemos un espacio amplio para servir afuera del restaurante, en sus exteriores. Entonces los no vacunados que comen al aire libre, no tienen que mostrar su cartilla de vacunación. Pusimos calentones y cubrimos un poco con plástico para protegerlos del frío”.
Agrega que para ellos como comerciantes es una situación muy difícil porque las autoridades les ponen cada vez más reglas. “Por ejemplo, ya no podemos dar cubiertos de plástico en las órdenes de comida para llevar, a menos que el cliente los pida; y eso a muchos consumidores les molesta”.
Dice que tanta restricción ha puesto mucha tensión a los negocios.
“Yo ya volví a tener el mismo número de trabajadores que antes de la pandemia, 60, pero aún así estoy preocupado, y estoy trabajando como el primer día que abrí, innovando e introduciendo productos nuevos para atraer al cliente y que no se desanime con tantas reglas”.
Comenta que apenas ellos saben la carga de gastos que tienen que cubrir cada mes. “Solo completar para pagar la renta cada mes, es un desafío”.
A los negocios, el nuevo mandato SafePassLA les requiere verificar la prueba de vacunación a la entrada, mientras que en los eventos masivos se exige el comprobante de inmunización o una prueba negativa de covid practicada dentro de 72 horas.
Como prueba se requiere mostrar una tarjeta de vacunación digital, en papel o fotocopia emitida por el estado de California, o documentación de la vacuna expedida por un proveedor de salud.
A los clientes mayores de 18 años, los negocios deberán solicitarles el comprobante de vacunación y contrastarlo con una tarjeta de identificación.
Los negocios que violen este mandato, recibirán primero una advertencia, y si infringen por segunda vez, serán multados con $1,000. Si se prosigue en el incumplimiento, la tercera violación implica una multa de $2,000, y las subsiguientes pueden alcanzar hasta los $5,000.
Solo habrá exenciones por razones médicas, religiosas, o a quienes entren a los negocios para usar el baño. Tampoco aplica para los negocios de los aeropuertos de Los Ángeles.
María Teresa Villarreal, directora de la Academia de Belleza Cosmética Latina de la ciudad de Downey, afirma que a ellos no les han exigido solicitar el comprobante de vacunación.
“En lo personal, yo soy provacunas, y me gustaría que fuera una exigencia también para nosotros aquí en Downey, porque si no hacemos eso, cuándo se va a acabar esta pandemia”.
Entre el personal administrativo de su escuela, dice que de 15 trabajadores, 2 no se han vacunado. Y entre las 200 alumnas, calcula que una minoría no se ha vacunado.
“Estamos trabajando con muchas reglas como el uso de mascarilla, toma de la temperatura y reducción en el tamaño de la asistencia en el salón de clases. Pero si todas las alumnas y el personal estuvieran vacunados, podríamos salir adelante más rápido”.
Y si bien, dice que a mucha gente no le gusta la regla de que se exija el comprobante de vacunación para entrar a los interiores de los negocios, es mejor a que el gobierno los obligue a cierres totales. “Tenemos que hacer lo que nos piden las autoridades de salud porque estamos cansados de vivir con miedo”.