Respuestas a tus preguntas sobre las vacunas de refuerzo contra COVID-19

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El 9 de diciembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron las vacunas de refuerzo contra COVID-19 para los jóvenes de 16 y 17 años que recibieron su segunda dosis de la vacuna hace al menos seis meses. En un comunicado, la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, dijo que “los datos iniciales sugieren que los refuerzos de COVID-19 ayudan a ampliar y reforzar la protección contra Ómicron y otras variantes”.

Esto amplía las anteriores recomendaciones de refuerzo de la agencia, que solo se aplicaban a las personas de 18 años o más. Las vacunas de refuerzo están ahora ampliamente disponibles para cualquier persona que haya recibido su segunda dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o Moderna hace al menos seis meses y para aquellos que hayan recibido una vacuna Johnson & Johnson hace al menos dos meses.

Los adultos pueden recibir cualquier vacuna como refuerzo, sin tener en cuenta la vacuna que recibieron originalmente, una estrategia conocida como “mix and match”. Actualmente solo está autorizada la vacuna de Pfizer-BioNTech para los jóvenes de 16 y 17 años.

“Las vacunas contra COVID-19 han demostrado ser la mejor y más eficaz defensa contra COVID-19”, dijo la doctora Janet Woodcock, comisionada en funciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), en una declaración en noviembre. Autorizar los refuerzos “ayuda a proporcionar una protección continua contra COVID-19, incluyendo las graves consecuencias que pueden producirse, como la hospitalización y la muerte”.

Antes de que se autorizaran los refuerzos, Pfizer-BioNTech y Moderna publicaron resultados que indicaban que la protección que esas vacunas ofrecen contra la infección disminuía con el tiempo. Pero los datos también mostraron que esas vacunas todavía parecen ofrecer una excelente protección contra las enfermedades graves, la hospitalización y la muerte. 

Los datos parecen indicar que las vacunas de refuerzo son seguras y eficaces, y que pueden ayudar a proteger a las personas susceptibles de padecer una enfermedad grave, según un análisis de las pruebas realizado por la FDA. Las investigaciónes iniciales indican que los refuerzos significativamente aumentan los niveles de anticuerpos protectores contra la variente Ómicron que se ha propagado rapidamente alrededor del mundo y ha elevado la urgencia de administrar las dosis de refuerzo lo antes posible.  

Para ayudar a acabar con la confusión, Consumer Reports habló con expertos y examinó los datos para entender mejor lo que sabemos sobre las dosis de refuerzo, quién debería obtenerlas y el motivo del debate en la comunidad científica.

¿Quién es elegible para recibir un refuerzo?

Ahora que las autoridades de salud han expandido la elegibilidad del refuerzo a quienes tienen 16 años de edad o mayores y recibieron las vacunas de ARNm (Moderna o Pfizer-BioNTech) al menos 6 meses antes o la vacuna de Johnson & Johnson al menos dos meses antes son elegibles.

Al principio, los CDC recomendaron que los que tenían 50 años o más y recibieron una vacuna de ARNm al menos 6 meses antes deberían conseguir el refuerzo. Las personas entre 18 y 49 años podrían elegir conseguir el refuerzo. La agencia había dicho antes que cualquier persona que recibió la vacuna Johnson & Johnson al menos dos meses antes debería ponerse el refuerzo.

Pero después de que se identificara Ómicron, una nueva variante con un alto potencial de propagación a nivel mundial, los CDC ampliaron las recomendaciones de refuerzo el 29 de noviembre, diciendo que las personas mayores de 18 años deberían recibir una dosis. El 9 de diciembre, la agencia amplió aún más esa recomendación, permitiendo que las personas de 16 años en adelante opten por recibir un refuerzo.

Cualquiera que esté vacunado e inmunocomprometido ha sido elegible para una vacuna de refuerzo desde agosto. Esto incluye a las personas que toman medicamentos inmunosupresores después de un trasplante de órganos, así como a las personas que tienen un nivel similar de deterioro del sistema inmunológico, uno que ha impedido que su sistema inmunológico genere suficiente protección después de las dos primeras inyecciones. Las investigaciones indican que para las personas que han recibido un trasplante de órganos, una tercera dosis puede elevar de manera segura y significativa los niveles de anticuerpos protectores. Estas poblaciones son elegibles para una tercera dosis cuatro semanas después de su segunda vacuna.

Hata el 20 de diciembre, unas 60.8 millones de personas en los Estados Unidos habían recibido las vacunas de refuerzo.

¿Cuál es la evidencia de la necesidad de un refuerzo?

Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson han publicado datos que ayudan a explicar por qué dicen que es necesitaría una dosis de refuerzo. Pfizer también ha publicado datos muy preliminares que sugieren que una vacuna de refuerzo puede ayudar a reforzar la protección contra la variante Ómicron.

En los datos anteriores que Pfizer y BioNTech presentaron a la FDA, las compañías citaron un estudio preliminar de la compañía de atención médica Kaiser Permanente, que encontró que la eficacia de la vacuna contra las infecciones con la variante delta disminuyó del 93% un mes después de la vacunación inicial a 53% cuatro o más meses después de la vacunación. La eficacia contra la hospitalización se mantuvo en 93%. Las pruebas presentadas por Pfizer indicaban una especial preocupación por la disminución de la inmunidad en las personas mayores.

El 15 de septiembre, Moderna publicó datos que mostraban que las personas que fueron inmunizadas con esa vacuna entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 tenían un 36% menos de probabilidades de desarrollar una infección en vacunados que las que fueron inmunizadas entre julio y octubre de 2020. La compañía dijo que esta aparente disminución de la protección contra la infección apoyaba el uso de una dosis de refuerzo. Pero también dijo que la vacuna todavía era aproximadamente 95% eficaz para prevenir la hospitalización por COVID-19. 

En su presentación a la FDA para solicitar la autorización de una dosis de refuerzo, Johnson & Johnson señaló que, aunque su vacuna seguía siendo muy eficaz contra los casos más graves de COVID-19 (que resultaban en hospitalización o muerte), su eficacia contra COVID-19 de moderado a grave, que era menor que la de las vacunas de ARNm desde el inicio, había disminuido con el tiempo, debido a la reducción de la protección contra las variantes del coronavirus. Durante la reunión del comité asesor de la FDA para analizar las vacunas de refuerzo de Johnson & Johnson, los expertos de la FDA y los CDC destacaron que el menor nivel de protección de las personas que solo habían recibido una dosis de Johnson & Johnson hacía que el refuerzo fuera especialmente importante para este grupo.

Ómicron también ha cambiado el cálculo de las vacunas de refuerzo. Aunque los investigadores todavía están estudiando hasta qué punto la variante evade la protección de la vacunación, parece mucho más probable que al menos cause infección en personas vacunadas en comparación con muchas variantes anteriores, aunque las personas vacunadas pueden seguir protegidas contra enfermedades graves. Pero ahora que Ómicron es la cepa dominante del virus en los Estados Unidos, las autoridades de salud pública han instado en repetidas ocasiones a todas las personas que son elegibles para recibir una vacuna de refuerzo a que la reciban.

¿Las dosis de refuerzo mejoran la inmunidad?

Según un estudio publicado el 7 de octubre en la revista New England Journal of Medicine, una dosis de refuerzo para las personas en Israel que tenían 60 años o más que se habían vacunado completamente al menos cinco meses antes, redujo significativamente el riesgo de cualquier infección o de enfermarse gravemente.

Los datos presentados por Pfizer a la FDA también indicaban que una dosis de refuerzo aumentaba significativamente los niveles de anticuerpos, una medida parcial de la respuesta inmune del organismo. Los datos de Moderna mostraron un aumento significativo de los niveles de anticuerpos con un refuerzo de su vacuna, y los datos de Johnson & Johnson mostraron lo mismo para un refuerzo de su vacuna.

¿Hay riesgos adicionales con una dosis de refuerzo?

Los datos presentados durante las reuniones de la FDA y los CDC sobre las dosis de refuerzo mostraron que los efectos secundarios eran similares a los de la segunda dosis de una vacuna de ARNm.

Aun así, podrían surgir otros riesgos poco frecuentes, como la miocarditis (inflamación del corazón) que algunas personas experimentaron después de su segunda dosis de una vacuna de ARNm cuando millones de personas más reciban sus vacunas de refuerzo en los próximos meses.

Hasta ahora, los datos evaluados por la FDA indican que los beneficios de una dosis de refuerzo superan los riesgos de desarrollar miocarditis, que ha sido extremadamente rara y generalmente se ha resuelto en poco tiempo, según la agencia.

¿Debo ponerme la misma vacuna que la primera vez?

Eso depende de ti. “Las personas elegibles pueden decidir qué vacuna reciben como dosis de refuerzo”, dijo el comunicado de los CDC. “Algunas personas pueden tener una preferencia por el tipo de vacuna que recibieron originalmente y otras pueden preferir recibir un refuerzo diferente”.

Un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud indica que un refuerzo de Moderna o Pfizer puede elevar los niveles de anticuerpos de los receptores de Johnson & Johnson mucho más que un refuerzo de Johnson & Johnson. Esta investigación aún es preliminar; se está estudiando qué refuerzos pueden ofrecer la mayor protección a los receptores de las vacunas Johnson &Johnson, Moderna y Pfizer.

Ten en cuenta que la dosis de refuerzo de Moderna es diferente a la de las primeras vacunas: 50 microgramos en lugar de 100. Por lo tanto, si vas a recibir una dosis de refuerzo de Moderna, deberás dejar claro al proveedor que no quieres una de las vacunas iniciales. Las dosis de Pfizer y Johnson & Johnson no han cambiado para las dosis de refuerzo.

¿Dónde puedo obtener una vacuna de refuerzo?

Se están administrando en los mismos lugares en los que están disponibles las vacunas contra el coronavirus, incluyendo hospitales, farmacias, consultorios médicos y clínicas. No es necesario que te pongas la vacuna de refuerzo donde recibiste la primera, pero recuerda llevar tu tarjeta de vacunación. Consulta con el departamento de salud de tu estado o visita vaccines.gov para encontrar un lugar cerca de ti.

¿Se están cambiando las fórmulas de las dosis de refuerzo para adaptarse a las nuevas variantes?

Las dosis de la vacuna de refuerzo que se están administrando hasta ahora tienen la misma fórmula que las dosis de la vacuna inicial.

Pero las empresas están trabajando en versiones de sus vacunas que puedan dirigirse a nuevas variantes, si es necesario, dice el doctor Gregory Poland, director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. Modificar las vacunas de ARNm para otra cepa específica es un proceso relativamente rápido. Lo que no está claro en este momento, dice, es cómo regulará la FDA estas vacunas modificadas, si las tratará como productos nuevos (cuya aprobación o autorización podría tomar mucho tiempo), o como vacunas anuales contra la gripe (cuya aprobación sería mucho más rápida).

Pfizer y BioNTech y Moderna dicen que están investigando la necesidad de un refuerzo específico para Ómicron y se están preparando para probar y fabricar uno si es necesario.

¿Necesitaremos refuerzos para siempre?

En el futuro, es posible que necesitemos un refuerzo regular contra el coronavirus como lo hacemos contra la gripe, dice el doctor Joshua Barocas, profesor asociado de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, que se especializa en enfermedades infecciosas.

Pero si ese es el caso depende de lo bien que controlemos la pandemia en curso, dice la doctora Anna Durbin, directora del Centro de Investigación sobre Inmunizaciones y profesora en el departamento de salud internacional de la Escuela de Salud Pública Bloomber de Johns Hopkins. La mejor manera de garantizar que no las necesitemos pronto o con regularidad es impedir la propagación de la enfermedad, y la mejor manera de hacerlo es vacunar a los no vacunados, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. Cuantas más personas sin vacunar haya, más posibilidades habrá de que surjan nuevas variantes.

¿Hay razones para retrasar las dosis de refuerzo?

El 13 de septiembre, un grupo de investigadores de vacunas, incluyendo dos altos funcionarios que recientemente anunciaron planes para renunciar a la Oficina de Investigación y Revisión de Vacunas de la FDA, publicaron un artículo en la revista médica The Lancet en el que afirmaban que, por el momento, aunque la protección contra cualquier infección parece estar disminuyendo, la protección contra enfermedades graves y la hospitalización parece mantenerse fuerte. Debido a eso, los autores escribieron que el limitado suministro de vacunas disponibles debería utilizarse principalmente para vacunar a los no vacunados en todo el mundo. 

“Incluso si en última instancia se puede obtener algún beneficio del refuerzo, éste no superará los beneficios de proporcionar una protección inicial a los no vacunados”, escribieron.

Por esa misma razón, la Organización Mundial de la Salud ha pedido a los países ricos que no distribuyan las vacunas de refuerzo al menos hasta finales de este año.

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