‘Me fascina hacer arreglos’ dice empresaria quien continuó reinventándose durante la pandemia
De ser universitaria en su natal Honduras llegó a vender arreglos en las calles de Los Ángeles

Maricella González, co-dueña de Bugambilia Handmade Art. (Suministrada/Marcella González) Crédito: Suministrada/Marcella González) | Cortesía
Aunque la pandemia por el covid-19 canceló varios de los planes que Marcella González tenía como pequeña empresaria de su negocio de arreglos para fiestas y planeadora de eventos, esto no la detuvo para reinventarse.
Mientras muchas personas se lamentaban de haber perdido empleos o esperaban a que sus empleadores les llamaran para regresar a trabajar, González, de 41 años, continuó con el aprendizaje de diferentes técnicas para mejorar los servicios que ofrecía a sus clientes con Bugambilia Handmade Art.
“Tomé cursos en línea de cómo ser decoradora y mi amiga [socia] y yo empezamos a vender arreglos de globos”, contó.
“Durante la pandemia a veces salíamos a vender a la calle con el temor que la policía nos detuviera pero vendíamos unos tres o cuatro arreglos y nos íbamos”.
González aseguró que sus arreglos no son simples. Le toma entre dos y tres horas para hacerlos y debido a la buena calidad de globos que utiliza, estos pueden durar varias semanas.
Para la hondureña lo principal era no darse por vencida. Ella contó que llegó a Estados Unidos hace cinco años con la idea de que solo estaría temporalmente en Miami, Florida, pero por situaciones personales se vio obligada a mudarse a Los Ángeles. En Honduras quedó su hijo adolescente de 16 años.
Ya establecida en Los Ángeles comenzó a trabajar como mesera pero con la idea clara que su pasión era aprender y hacer mucho más para convertirse en una mujer emprendedora y empresaria.
En Honduras estaba a tan solo un año de graduarse como periodista de la Universidad Privada de San Pedro Sula y trabajó por más de 10 años en el medio del entretenimiento.
“En Honduras mi carrera era de conductora de eventos pero aquí uno llega a trabajar en lo que se puede”, dijo González.

Enfrentando la caída
González recuerda que en una ocasión le quería hacer su fiesta de cumpleaños a su hija menor pero se dio cuenta que no le alcanzaba para pagar los arreglos de la fiesta. Sin darse por vencida decidió que sería ella quien los haría.
Así que junto a su amiga Wendy Montepeque, comenzaron a hacer sus propias decoraciones con flores de papel.
Después de la fiesta se dieron cuenta que les habían quedado muy bien y empezaron a invertir para hacer más arreglos y venderlos. Eventualmente incluyeron los globos y comenzaron a tomar cursos de decoración de globos, flores de papel, planeación de eventos y más.
Poco después un amigo hondureño se enteró de la experiencia que ella tenía en su país y la invitó a ser presentadora para eventos, como la Fiesta Broadway que previo a la pandemia se llevaba a cabo anualmente en el centro de Los Ángeles.
Con el tiempo González aumentaba su experiencia en la planeación de fiestas y amenizando grandes y pequeños eventos.
Sin embargo, en marzo de 2020 cuando comenzó el cierre inesperado de todos los negocios “no esenciales” debido al covid-19 los eventos también fueron cancelados. González y Montepeque estaban perdiendo clientes y con ello sus ingresos.
“Tratábamos de hacer eventos pero hasta los pequeños fueron cancelados por temor o porque alguien había salido contagiado”, contó González.
Poco después se dio cuenta que con la venta de arreglos de globos ella podía salir a flote un poco y su tiempo extra lo dedicaba a seguir aprendiendo este arte.
Para principios de este año fue a su natal Honduras para que sus dos hijos se conocieran. Sin embargo, poco imaginaba que unos meses después su hijo saldría infectado de covid-19 en el trabajo.
Esto lo llevó a quedar internado y los doctores le dijeron que tenía agua en sus pulmones. González se encontraba destrozada y sin poder ir a ayudarlo.
“Yo pensaba que el dinero que podía gastar en viaje de avión mejor lo juntaba para mandárselo y que lo curen”, contó.
“Él estaba muy enfermo con el 70% de sus pulmones dañados, la cuenta de 4,000 dólares y yo sin un trabajo estable”.
Sin temor ni vergüenza, González creo una cuenta en GoFundMe para recaudar los fondos necesarios para salvar a su hijo. Al paso de unas semanas el joven se recuperó.
Hace unos meses, ella y Montepeque también salieron infectadas de covid. Los síntomas de González fueron leves, sin embargo, por su historial de asma también tuvo que ser hospitalizada por unos días aquí en Los Ángeles.
No obstante, ella no dejó que esto la venciera y una vez que se mejoró su salud, siguió trabajando.
“Con el covid aprendimos a valorar la vida y a respetarla pero también aprendimos a que si te caes debes levantarte con más fuerza”, aseguró.

Mujer empoderada
González dijo que disfruta mucho su trabajo y agradece que poco a poco han comenzado a regresar los eventos en persona, algo que le da la oportunidad de continuar expandiendo su negocio Bugambilia Handmade Art.
“Yo me siento muy orgullosa al ver mi trabajo finalizado que a veces cuando termino, lo veo y me emociona mucho”, contó. “A mí me fascina mi trabajo, creo que tú no puedes trabajar en un lugar que no te guste y no te apasione”.
La empresaria dijo que espera que con el tiempo pueda expandir su negocio y regresar al ambiente de la organización de eventos cuando la pandemia lo permita.
Aseguró que todo lo que hace es para darle el mejor ejemplo a sus hijos de 5 y 21 años y espera que ellos reconozcan que ha sido una madre ejemplar.
“A mí, mis papás me enseñaron que hasta para ser barrendera tienes que ser la mejor”.