Si no lo haces por ti, hazlo por tu familia, pero vacúnate

Utilicemos el ejemplo de Álvaro y Sylvia, joven pareja que dejó a cuatro hijos huérfanos por no inmunizarse

Audrey Romero, 16, receives a first dose of the Pfizer Covid-19 vaccine at a mobile vaccination clinic at the Weingart East Los Angeles YMCA on May 14, 2021 in Los Angeles, California. - The campaign to immunize America's 17 million adolescents aged 12-to-15 kicked off in full force on May 13. The YMCA of Metropolitan Los Angeles is working to overcome vaccine hesitancy and expand access in high risk communities with community vaccine clinics in the area. (Photo by Patrick T. FALLON / AFP) (Photo by PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images)

Las vacunas minimizan la posibilidad de morir a consecuencia del covid.  Crédito: PATRICK T. FALLON | AFP / Getty Images

El 1ro de enero de 2022, luego de un largo día de desear a los seres queridos y amigos que se cuiden con motivo del Año Nuevo y porque la pandemia no termina de irse, me despierto con la noticia de que una pareja acababa de perder la vida por el covid, con horas de diferencia. Ambos llevaban 25 años de casados y ninguno estaba vacunado.

La pareja tenía cuatro hijos, dos de ellos menores de edad. Él se llamaba Álvaro Fernández, de 44, y ella Sylvia, de 42. La pareja vivía en Loma Linda, en el condado de San Bernardino, al este de LA.

Luego de escuchar la noticia y sentirte mal porque dos vidas tan jóvenes se han apagado, cuatro hijos quedan al desamparo y prácticamente una familia es destruida, no tienes otra pregunta que te llegue a tu cabeza una y otra vez: ¿Por qué la pareja no se había vacunado?

A estas alturas, luego de dos años de pandemia, con millones de víctimas mortales, no solo alrededor del mundo, pero teniendo a Los Ángeles en un momento como el epicentro del contagio y muerte el año pasado. Acaso, ¿no era todo esto razón suficiente para inmunizarse?

Escuchar a la gente que todavía no se ha vacunado decir: necesito investigar más, no confió en la ciencia, posiblemente las farmacéuticas solo se quieren hacer más millonarias, o te quieren controlar a través de la vacuna, entre otros argumentos. Todo esto ya suena tan absurdo, en medio de tanto dolor y muerte que la humanidad ha padecido en los últimos dos años.

La verdad no sé si llorar o echarme a correr. Creo que independientemente de lo que diga la ciencia, los medios o cualquier autoridad de una oficina pública o privada, luego de ver cómo millones de personas murieron antes de la vacuna, pero también ver a millones de personas sobrevivir gracias a que ya se inmunizaron, ¿qué más prueba necesitamos?

Si no creemos en la ciencia o en los medios de comunicación, entonces créele a tus ojos y a tus oídos.  A diario se siguen infectando miles de personas, y aunque el nivel de mortalidad cayó a niveles impresionantes, de todas formas, la gente se sigue muriendo, pero ya en una escala menor gracias a la vacuna.

¿Qué más prueba necesitamos? Especialmente cuando tenemos hijos o seres queridos que dependen de nosotros.

En estos momentos, si no se vacunan por ustedes, entonces háganlo por sus hijos. Creo que a estas alturas no se vale que se sigan anteponiendo esas excusas como motivo para no inocularse.

Según la nota donde se da a conocer la muerte de la pareja, el esposo todavía estaba buscando información, o sea que no estaba convencido de la eficacia de la vacuna. Lo mismo su esposa, aunque mencionan que ella ya estaba a punto de inmunizarse.

No dejemos que las muertes de Álvaro y Sylvia sean en vano. Utilicemos su ejemplo para evitar pasar por lo mismo, o que un amigo o familiar sufra una experiencia similar. Estoy seguro que la pareja amaba a sus hijos y lo último que hubiera querido era dejarlos solos, sin su cariño y protección tan a temprana edad.

En lo supuesto, me atrevo a imaginar que, si les hubieran advertido a Álvaro y a Sylvia que, si no se vacunaban, entonces iban a morir dejando a sus hijos en el desamparo, estoy seguro que ambos hubieran hecho hasta lo imposible por evitarlo, pero la realidad ahora es otra. Y hoy dos jóvenes y dos niños se han quedado sin padres.

Actualmente la variante ómicron está haciendo estragos en las comunidades, contagiando a la gente en una forma muy rápida. Afortunadamente la mayoría de las personas está vacunada, pero todavía hay segmentos que se rehúsan a hacerlo.

Recordemos que la vacuna no evita la muerte, pero si disminuye las posibilidades de que las personas pierdan la vida. Así que, si no quieres que tu vida termine en una forma inesperada como la de Álvaro y Sylvia, si no quieres dejar a seres queridos llorando tu partida, o si tienes alguna enfermedad adyacente como la diabetes, la recomendación es: ponte la vacuna. No lo pienses más, sino lo haces por ti, hazlo por tus seres queridos.

Agustín Durán es editor de la sección de Metro del periódico La Opinión en Los Ángeles.

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