La meta: ‘Que nuestra comida les recuerde a casa’

En plena pandemia, esposos se arriegan y pasan de ser clientes a dueños de un restaurante hondureño, reconocido como uno de los mejores en LA

Maynor Sandoval junto a su esposa Sara Mena y sus dos hijos Nathalie y Nathan Sandoval. (Jacqueline García/La Opinión)

Maynor Sandoval junto a su esposa Sara Mena y sus dos hijos Nathalie y Nathan Sandoval. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

Sara Mena, de 33 años, tiene muy buenos recuerdos del Restaurante hondureño Doña Bibis, que se ubica en el área de MacArthur Park. Por varios años ella y su esposo, Maynor Sandoval, de 36 años, solían disfrutar a menudo de la comida y colaboraban con la entonces dueña y activista comunitaria, conocida por todos como ‘Doña Bibi’.

Con el inicio de la pandemia en 2020, los negocios comenzaron a sufrir por las prohibiciones de atender a clientes en interiores y solo permitirles vender comida para llevar. Ante ello, Doña Bibi —quien ya tenía la idea de retirarse del negocio después de más de 20 años al mando del lugar— vio que la joven pareja tenía el potencial para llevar la batuta del establecimiento.

Doña Bibis se encuentra entre los mejores 20 restaurantes centroamericanos en Los Ángeles.

“[Ella] nos presentó la oportunidad porque tenía en su corazón que nosotros siguiéramos el legado”, contó Mena, quien es originaria de Puerto Cortés, Honduras.

Así que con un poco de temor por estar en momentos de pandemia, pero listos para enfrentar los nuevos retos, la pareja aceptó comprar el negocio en abril de 2021.

“Si había un poco de miedo porque en ese tiempo la capacidad todavía era como del 50 por ciento para comer adentro y la gente todavía tenía mucho temor entrar”, recordó. “Pero doña Bibi siempre nos brindó la confianza y nos dijo que en lo que necesitáramos, ella nos iba a apoyar. Así que como buenos latinos nos arriesgamos”.

Mena cuenta que al inicio les fue difícil ya que los empleados originales dejaron el restaurante cuando este cerró sus puertas al inicio de la pandemia, en marzo de 2020; solo quedó uno.

“Cuando llegamos al restaurante, en 2021, no mucha gente estaba buscando trabajo por la pandemia, tenían miedo salir”, dijo Mena.

Esto hizo más difícil encontrar a los cocineros adecuados para preparar los platillos con la misma sazón que había tenido el restaurante por más de dos décadas.

Sumado a ello, los clientes más valientes que se animaban a entrar impresionados por los cambios en el establecimiento comenzaban a preguntar por ‘Doña Bibi’.

Con paciencia y ganas de ganarse a los clientes, los nuevos dueños explicaban una y otra vez el motivo del cambio de dueños.

Entre sonrisas, la hondureña reconoció que es muy diferente tomarse un café en el restaurante que servir un café en el restaurante.

El sample platter hondureño es uno de los favoritos de los clientes. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

La motivación para avanzar

Mena dijo que la familia siempre ha estado involucrada en labores relacionadas a ayudar a la comunidad hondureña.
La pareja, que tiene dos hijos de 7 y 3 años de edad, recalcó que es agradable poder servir a su comunidad desde otro ángulo; es decir, por medio de la comida.

“Con esta comida los llevamos a [los clientes] a recordar lo que es su casa y lo que tanto añoran”, expresó.

“Cuando ellos [los comensales] vienen y te dicen: ‘Qué rico, voy a venir otra vez’, eso te sigue impulsando para saber que lo estás haciendo bien y quieres seguir mejorando”.

Al restaurante llegan clientes locales y de lugares más lejanos, como desde el condado de Ventura, Palmdale, Victorville y Moreno Valley.

Mena contó que lo más difícil al inicio como nuevos empresarios fue lograr reclutar un buen equipo que siguiera las recetas tradicionales al pie de la letra. Una vez que lo lograron empezaron a establecer los tiempos para que la comida saliera a tiempo y los clientes pudieran disfrutaran del sabor.

“Para nosotros el 2021 fue el año del aprendizaje y creo que fue bueno que fuera un año despacio porque nos dio la oportunidad de aprender y ahora el 2022 es para crecer. Venimos con todo”, indicó.

El pequeño Nathan Sandoval disfruta de una baleada y un desayuno tradicional hondureño. (Jacqueline García/La Opinión)  Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia

Expandiendo el sabor centroamericano

Mena dijo que la familia siempre ha estado involucrada en labores relacionadas a ayudar a la comunidad hondureña.
La pareja, que tiene dos hijos de 7 y 3 años de edad, recalcó que es agradable poder servir a su comunidad desde otro ángulo; es decir, por medio de la comida.

“Con esta comida los llevamos a [los clientes] a recordar lo que es su casa y lo que tanto añoran”, expresó.

“Cuando ellos [los comensales] vienen y te dicen: ‘Qué rico, voy a venir otra vez’, eso te sigue impulsando para saber que lo estás haciendo bien y quieres seguir mejorando”.

Al restaurante llegan clientes locales y de lugares más lejanos, como desde el condado de Ventura, Palmdale, Victorville y Moreno Valley.

Mena contó que lo más difícil al inicio como nuevos empresarios fue lograr reclutar un buen equipo que siguiera las recetas tradicionales al pie de la letra. Una vez que lo lograron empezaron a establecer los tiempos para que la comida saliera a tiempo y los clientes pudieran disfrutaran del sabor.

“Para nosotros el 2021 fue el año del aprendizaje y creo que fue bueno que fuera un año despacio porque nos dio la oportunidad de aprender y ahora el 2022 es para crecer. Venimos con todo”, indicó.

El Restaurante Hondureño Doña Bibis está localizado en el 2400 W. 7th Street en Los Ángeles. Pueden visitar su página de Instagram en: https://www.instagram.com/donabibis/

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