Aumento récord a los precios de la gasolina golpea a los trabajadores latinos
Cuesta más en California que en cualquier otro estado del país; ha aumentado 7% en el último año
Jesús García Valdivia se siente con las manos atadas sin poder hacer nada frente al aumento sin precedente de los precios de gasolina, ya que tiene que manejar un total de 108 millas diarias a su trabajo.
“El tanque de gasolina me sale $80 por semana, solo por ir al trabajo ida y vuelta, y si ya utilizo el carro para dar otras vueltas, vengo gastando hasta $400 al mes. ¡Es demasiado!”, dice Jesús, quien trabaja en un taller de carrocería en la ciudad de Palmdale al norte de Los Ángeles, pero vive en Van Nuys, un barrio en el Valle de San Fernando.
“El galón de gasolina me salió el domingo a $5.18”, precisó.
Y se pregunta, qué podemos hacer si necesitamos trasladarnos a nuestro trabajo y todos los precios están subiendo. Tampoco tiene manera de compartir el viaje a su trabajo con otro compañero para ahorrar en gastos, porque nadie que conozca, maneja entre Van Nuys y Palmdale a diario.
“Lo único que estoy pensando es en comprar un carro eléctrico cuando pueda; y mudarme con mi familia a Palmdale en cuanto sea posible. Acá por lo menos las rentas son más baratas, pero la gasolina está igual de cara en Van Nuys que en Palmdale”.
De acuerdo a la AAA, la compañía aseguradora de autos más grande del país, en Los Ángeles, el costo promedio por galón de la gasolina regular es de $4.782 contra $3,650 de hace un año. El precio promedio nacional es de $3,304.
En todo California, el precio promedio del galón es de $4,742, pero en algunas estaciones de gasolina, está por arriba de los $6,00 por galón.
Mariluz González publicó en su página de Facebook, una fotografía con los precios de gasolina en la estación Chevron que está a media cuadra de la placita Olvera en el centro de Los Ángeles, el precio del galón por la gasolina regular era de $6.21, el lunes 21 de febrero.
Pedro Rodríguez, quien tiene dos empleos como freidor en restaurantes de Los Ángeles, dijo que ya ni siquiera quiere voltear a ver lo que le cuesta llenar el tanque de gasolina.
“Simplemente no quiero mirar lo que pago porque me voy a estresar más, solo veo mi cuenta del banco haciéndose más chica”, dice.
Lo que sí está pensado hacer y no sabe cómo abordar el tema, es pedirle un apoyo económico a un compañero de su trabajo a quien le da raite todas las noches, cuando salen del trabajo.
“Vive por mi rumbo en Torrance, pero me desvío de mi casa unas 10 cuadras para dejarlo donde él vive. Antes no me importaba, pero ahora con la gasolina tan cara, con toda la pena del mundo, le voy a tener que cobrar y pedir que me apoye para la gasolina”, dice.
Esta semana, el gobernador Gavin Newsom propuso suspender en su presupuesto de $286,000 millones, el impuesto a la gasolina de 5.6% que entrará en vigor en julio, con el fin de ahorrarles dinero a los conductores.
Si bien los conductores estarían fascinados, suspender el aumento, reduciría los ingresos del impuesto al combustible de California en más de $520 millones.
El gobernador también propone retrasar la entrada en vigor de los incrementos programados para 2023 y 2024.
“Debido a que California es tan fuerte y somos la economía de más rápido crecimiento de todas las democracias occidentales durante los últimos cinco años o más, porque lo hemos hecho un poco mejor que muchos, en términos de abordar la pandemia, como consecuencia, nuestra producción económica es sólida”, dijo Newsom al presentar su plan.
“Como resultado, nuestros presupuestos están funcionando con extraordinarios superávits”.
En la actualidad, los californianos pagan más por gasolina que cualquier otro conductor en el país.
Es importante aclarar que los impuestos no son la única razón por el aumento de los precios, sino solamente un factor. En promedio, el impuesto estatal por gasolina era en el verano pasado de 51.1 centavos. Si le agregamos, el impuesto federal y otros cargos, se hace una suma de 86 centavos.
Salvador Candia, quien trabaja de jardinero y todo el día anda de un lugar a otro, dice que la desmedida alza a la gasolina, le impacta por partida doble, ya que la ocupa para su vehículo, pero también para sus herramientas de trabajo.
“Estamos llenando el tanque de gasolina a cada rato. Yo necesito la gasolina para la máquina para cortar el césped, la sopladora, los güiros, y en la motosierra va mezclada con el aceite”.
Salvador estima que el gasto de la gasolina se le ha disparado entre 15 y 20% porque trabaja en varios condados. “No hay manera de evitar ese gasto porque dependemos de nuestra ruta de clientes para ganarnos la vida. La gasolina es bien necesaria para nosotros. La jardinería es el sostén de mi familia”.
En enero, el congresista Josh Harder, dijo que poner una pausa al impuesto a la gasolina, le ahorrará a las familias de California, $523 millones este año.
“Es un primer gran paso para mantener los precios bajo control, pero tenemos que ir más lejos. Gobernador Newsom, usted y Sacramento tienen el poder para echar abajo este impuesto y arreglar el problema para bien. !Hágalo!”.
Los impuestos más altos sobre la gasolina y el combustible diésel se autorizaron en el amplio plan de transporte del Proyecto de Ley 1 del Senado de 2017. Los aumentos tenían como objetivo recaudar alrededor de $5.4 mil millones al año para carreteras, puentes, tránsito y caminos locales.