Fallas en aplicaciones telefónicas del ICE cuestan estrés, dinero y hasta la deportación a inmigrantes

Han causado estrés, depresión y ansiedad ante la vigilancia constante y las fallas de la tecnología

Las aplicaciones de monitoreo del ICE provocan estrés y ansiedad entre los inmigrantes. (Cortesía)

Las aplicaciones de monitoreo del ICE provocan estrés y ansiedad entre los inmigrantes. (Cortesía) Crédito: Cortesía

Cuando Carolina Leal fue liberada por las autoridades de migración tras solicitar asilo político en la frontera en Arizona, la hicieron instalar una aplicación en su teléfono inteligente para ser monitoreada y para que recibiera todas las notificaciones relacionadas con su caso.

“Hice mi petición de asilo el 18 de diciembre para mi hijo de 8 años y para mí, y nos liberaron de la detención a los 5 días. No sin antes hacerme instalar la aplicación en mi teléfono”.

Lo que nunca imaginó es que esa aplicación la pondría al borde de la deportación.

Desde el año pasado, a partir de la pandemia, las autoridades de migración de Estados Unidos pusieron en marcha el uso de aplicaciones en los smartphones para que los inmigrantes liberados de la detención reciban por esta vía sus citas en la corte y mantenerlos ubicados.

“A veces me envían un mensaje para que les mande una foto de perfil o les llame”, dice Carolina.

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Los inmigrantes tienen que conseguir un smartphone para bajar la aplicación del ICE. (Shutterstock) Crédito: Shutterstock

Se calcula que más de 125,000 personas detenidas en la frontera EE UU con México, han sido obligadas a instalar la aplicación Smartlink en sus teléfonos.

Todo estaría muy bien. A no ser porque la experiencia, dice Carolina, no ha sido nada agradable.

“Me ha puesto en riesgo de deportación”.

Explica que recibió un mensaje para presentarse en la corte el 8 de febrero, pero no le indicaba ni la hora ni la dirección. 

“Mandé un mensaje al oficial, preguntando a dónde debía presentarme. A la hora, el oficial de migración me llamó, y me comentó que mi audiencia había sido cancelada, y que la nueva fecha era para el 9 de marzo”.

Sin embargo, el 15 de febrero, Carolina recibió una carta por correo tradicional en la que le daban la noticia de que tenía orden de deportación por no haberse presentado a la cita del 8 de febrero.

“Cuando me comuniqué con las autoridades de migración, me dijeron que efectivamente mi cita en la corte era el 9 de marzo como me había dicho el oficial y no el 8 de febrero, y que esa carta que me llegó por correo era un error, porque la corte tenía un desorden con las citas”.

Pero pese a esa falla interna, le dijeron que ya no había nada que hacer, y que ahora debía buscar un abogado para que la ayudara con esa orden de deportación. Lo grave es que le dieron 30 días para apelar y evitar que fuera expulsada del país.

Yo les dije que cómo era posible, si el error era de ellos, no mío. Su respuesta fue darme una lista de abogados que supuestamente cobraban precios accesibles”.

Carolina, quien había escapado de Colombia junto con su hijo menor, entró en pánico porque no tenía recurso alguno para contratar un abogado.

El abogado Richard Lucero dice que la tecnología de la aplicación del ICE puede presentar fallas. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinión

Pero además no fue hasta 27 días después de que recibió la orden de deportación, que pudo conseguir un abogado. 

“Solo un abogado de la lista que me dio el ICE me respondió, y me dijo que no podían hacer nada porque estaban en San Diego y yo estoy en Chino”.

Fue a través de Google que encontró al abogado de migración Richard Lucero de Los Ángeles quien aceptó llevar su caso. 

“Mi familia en Colombia se unieron para mandarme el dinero y poder pagar la asistencia legal”.

Carolina dice que la falla técnica de migración le trajo mucha frustración.

Me he sentido deprimida, desesperada, en peligro. ¿Cómo es posible que me hayan puesto en deportación, cuando he cumplido con todo y he estado al pendiente de sus llamadas?”.

Dice que la aplicación telefónica les pone mucha presión telefónica a los solicitantes de asilo, algo que pudiera tolerar, sí funcionara. 

“Siempre tienes que estar al pendiente. A veces me he metido al baño y si me tardo un poco, me empiezan a llegar mensajes como ‘evítese sanciones, repórtese’. Es muy desgastante”.

El ICE está combinando el grillete electrónico con las aplicaciones telefónicas para monitorear a los inmigrantes. (Cortesía) Crédito: Cortesía

El abogado Lucero dice que la aplicación telefónica de migración es mucho mejor que estar detenido o que el grillete electrónico.

“El problema es que no deja de ser una tecnología en la que puedes perder la conexión o fallar por otras razones como pasó en el caso de Carolina, y aunque fue un error de ellos darle una orden de deportación por una confusión con las fechas de las citas, la forzaron a buscar un abogado y a pelear para que no la saquen del país”.

Ahora – comenta – están en espera de respuesta a la petición de reabrir el caso de Carolina.

Támara Márquez de la organización Inland Coalition for Immigrant Justice (ICIJ), dice que el ICE no les proporciona un teléfono inteligente a los inmigrantes sino que les pide que se consigan uno y los amenaza con deportarlos, si no lo adquieren pronto.

Ha sido muy estresante porque se sienten vigilados constantemente y dependiendo de la tecnología todo el tiempo. Les da mucha ansiedad depender de la aplicación y viven con el temor de que la batería se les pueda apagar”.

La Universidad de Syracuse reveló que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está monitoreando números récord de inmigrantes a través de sus programas de “Alternativas a la Detención” que se basan en monitores GPS, tecnología de teléfonos inteligentes e informes telefónicos para monitorear a los inmigrantes que esperan el resultado de sus casos de deportación. 

Según los datos de Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) en sus herramientas Quick Facts, un total de 117,682 personas estaban inscritas hasta septiembre pasado en el programa de Alternativas a la Detención del ICE, frente a las 87,000 de hace un año a fines de agosto de 2020.

El doctor Austin Kocher, profesor asistente en la Universidad de Syracuse e investigador de inmigración en TRAC, dijo que el programa de Alternativas a la Detención permite a la agencia monitorear a los inmigrantes que enfrentan la deportación usando varias tecnologías sin necesidad de retenerlos dentro de un centro de detención. 

El crecimiento en el número de inmigrantes inscritos en Alternativas a la Detención parece reflejar un mayor impulso de la administración de Biden para reducir la dependencia del gobierno en la detención, pero aún representa solo una fracción de los 1,4 millones de casos atrasados ​​en los tribunales de inmigración”.

Marcos José Topete González dice que la aplicación del ICE es un dolor de cabeza. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martínez | Impremedia

Silky Shah, directora de la organización Detention Watch Network , dice que el uso de las aplicaciones de teléfono, los grilletes de monitoreo en el tobillo y los relojes inteligentes, solo han probado ser otra manera de restringir y vigilar a los inmigrantes y dañar aún más a las comunidades, y hasta el día de hoy no han resultado en menos personas detenidas

“Este programa piloto impone una vigilancia aún más restrictiva. Biden no está reinventando la detención de inmigrantes, en lugar de eso, las alternativas de detención de ICE son una detención vergonzosa con otro nombre”.

José Topete, quien estuvo 2 años, 8 meses detenido en el Centro de Detención de Adelanto, al ser liberado permaneció casi 1 año con el grillete de monitoreo electrónico, hasta que se lo quitaron hace tres meses, y lo hicieron comprar un teléfono inteligente para bajar la aplicación de ICE.

“Con el grillete tenía pesadillas y todavía sueño que pierdo el grillete y despierto todo asustado. Pero la aplicación no es menos peor, porque también es una tortura. De la nada, me mandan un mensaje, y me piden que les mande una foto, y luego uno se queda con la duda si la recibieron bien”.

Asegura que vive con miedo porque el oficial del ICE le dijo que si llega a fallar con la aplicación, lo vuelve a encerrar.

“Es un problema porque hay mucha gente que no sabe usar estos teléfonos. Una vez me entraron tres mensajes para que me reportara de inmediato; y fue un estrés porque no podía abrir la aplicación. La verdad que esta nueva forma de vigilancia a través del teléfono, es de dar miedo porque conozco a una persona que lo deportaron por no atender una llamada”.

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