Venden en $125,000,000 las paradisíacas islas del terror que Jeffrey Epstein tenía en el Caribe

El pederasta Jeffrey Epstein poseía un par de islas en las cercanías de las Islas Virgenes, a las que solía llevar a sus víctimas y a sus poderosos invitados

Jeffrey Epstein.

Jeffrey Epstein. Crédito: EFE

A pesar de que ya han pasado casi tres años de su muerte en prisión, el nombre del depredador sexual Jeffrey Epstein no ha dejado de sonar, ya sea por el testimonio de sus víctimas, por su serie, por su relación con Ghislaine Maxwell o por la venta de sus múltiples propiedades.

Este último tema volvió a ser noticia hace unas horas después de que se diera a conocer la venta de Little St. James y de Great St. James, las dos islas privadas que el magnate poseía en el Caribe.

De acuerdo a The Wall Street Journal, que fue el medio que dio a conocer la noticia, las islas, que en conjunto gozan de una extensión de 230 acres, fueron puestas en el mercado por la estratosférica cantidad de $125,000,000 de dólares.

La cifra solicitada por las islas, ubicadas entre St. Thomas y St. John, es infinitamente superior a la pagada por Epstein en su momento, al darse a conocer que, a finales de la década de los 90, desembolsó casi $26,000,000 de dólares por ellas.

El incremento de su precio no solo se debe a la plusvalía natural, sino que también a la infraestructura que construyó Epstein, como es el caso de una villa con biblioteca, un baño japonés y una sala de cine.

La isla Little Saint James cuenta, en sus 71.6 acres de extensión, con casa principal, con cuatro villas de huéspedes, con muelle privado, con helipuerto, con gasolinera, con dos piscinas, con tres playas privadas, con gimnasio, con cabaña tiki, entre otras amenidades.

La Great Saint James goza, en sus 161.3 acres de extensión, de diversos islotes, de varias estructuras y de una increíble reserva marina conocida como Christmas Cove.

Estas islas se hicieron famosas hace unos meses después de que se diera a conocer que ahí Epstein solía recibir a sus distinguidos invitados y a un nutrido grupo de mujeres.

“Era el escondite perfecto y el refugio para la trata de mujeres jóvenes y niñas menores de edad para la servidumbre sexual, el abuso infantil y la agresión sexual. Epstein y sus asociados podían evitar la detección de su actividad ilegal en las Islas Vírgenes y a la policía federal, y evitar que estas mujeres jóvenes y niñas menores de edad se fueran por su propia voluntad y escapen del abuso”, se lee en la denuncia penal realizada por el fiscal general de las Islas Vírgenes.

La cantidad recibida por la venta de ambas islas no irá a parar a los bolsillos de los familiares del multimillonario, sino que irá destinada a un fondo de compensación que tiene el objetivo de ayudar a sus víctimas como parte de la reparación del daño causado.

Además de este par de islas, en meses pasados también se vendieron las mansiones que poseía en Florida y en Nueva York, así como su rancho en Nuevo México.

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