Marinero que le dijo al barco ruso “vete a la mierda” sufrió hambre y humillaciones bajo el cautiverio ruso
La madre de Roman Hrybov, el guardia ucraniano quien se hizo celebre por contestar "vete a la mierda" al buque Valisy Bykov sufrió hambre y humillaciones bajo el cautiverio ruso antes de ser intercambiado por otro prisionero
Cuando la embarcación naval rusa Valisy Bykov ordenó a Hrybov y sus camaradas que se rindieran, el valiente marinero respondió por radio: “Buque de guerra ruso, vete a la mierda”. Crédito: Spencer Platt | Getty Images
El desafiante marinero ucraniano que le dijo a un buque de guerra ruso “vete a la mierda” mientras intentaba defender la Isla de las Serpientes sufrió hambre y fue golpeado después de ser capturado, afirmó su madre.
Roman Hrybov, de 32 años, soportó terribles abusos después de que los soldados rusos lo capturaran, mientras manejaba las defensas de la Isla de las Serpientes en el Mar Negro, dijo su madre Tetiana Rudolfivna Hrybova, al periódico Daily Mail.
“Roman sufrió terriblemente a manos de los rusos. Sufrió hambre, lo golpearon y lo sometieron a un trato degradante. Perdió 10 kilos (22 libras)”, dijo al medio.
La terrible experiencia se produjo después de que él estuvo entre los marineros que acapararon los titulares por su desafío en las primeras horas de la invasión rusa de Ucrania el mes pasado.
Cuando la embarcación naval rusa Valisy Bykov ordenó a Hrybov y sus camaradas que se rindieran, el valiente marinero respondió por radio: “Buque de guerra ruso, vete a la mierda”.
El miembro del servicio ucraniano Roman Hrybov, quien fue capturado por tropas rusas en la Isla de las Serpientes el 24 de febrero y recientemente intercambiado por prisioneros de guerra rusos, recibió una condecoración del jefe de la Administración Militar Regional de Cherkasy, Ihor Taburets.
La respuesta de Hrybov llevó al buque Bykov a bombardear la isla, cuyos defensores fueron inicialmente declarados muertos antes de que se supiera que habían sido capturados por los rusos.
Hrybov y los otros prisioneros fueron liberados más tarde durante un intercambio de prisioneros, y recibió una medalla del gobierno por su acto desafiante.
Evgeniy Goncharenko, el soldado ucraniano que devolvió a Hrybov a su unidad, también describió cómo habían tratado mal a los hombres, según el informe.
“Los rusos los vencieron. Los soldados tenían mucho frío. No había ningún lugar para que durmieran”, dijo. “Tuvieron que sentarse en el suelo frío con las manos en la cabeza”.
Goncharenko agregó: “No se les permitió ir al baño. Era degradante. Los rusos incluso golpearon a los civiles que fueron hechos prisioneros. Los trataron como soldados”.
Mientras tanto, Tetiana dijo que su hijo le dijo “él no es un héroe. Solo está interesado en ayudar a los otros soldados a salir de la cárcel rusa donde estuvo recluido”.
Todavía hay 72 ucranianos encerrados en las instalaciones, según el Daily Mail.
Tetiana dijo que cuando el presidente Volodymyr Zelensky anunció que los defensores habían sido asesinados, “no quería creer que era Roman, me negué a creer que lo mataron.
“Pero luego supe que mi hijo estaba preso. Fue un tormento. Casi colapsé”, dijo al medio. “Hice un santuario para él en un rincón de la habitación y todos los días venía aquí para conversar y contarle fotos de lo que estaba sucediendo.
“Y cuando nos encontramos después del cautiverio, dijo que me escuchó”, agregó.
Hrybov, quien debe regresar al frente en breve, no está interesado en premios y honores, dijo su madre. “Está preocupado por sus hermanos que están en cautiverio. Eso es lo único que es importante para él”, dijo al medio.
El desafiante marinero ucraniano que le dijo a un buque de guerra ruso “vete a la mierda” mientras intentaba defender la Isla de las Serpientes sufrió hambre y fue golpeado después de ser capturado, afirmó su madre.
Roman Hrybov, de 32 años, soportó terribles abusos después de que los soldados rusos lo capturaran, mientras manejaba las defensas de la Isla de las Serpientes en el Mar Negro, dijo su madre Tetiana Rudolfivna Hrybova, al periódico Daily Mail.
“Roman sufrió terriblemente a manos de los rusos. Sufrió hambre, lo golpearon y lo sometieron a un trato degradante. Perdió 10 kilos (22 libras)”, dijo al medio.
La terrible experiencia se produjo después de que él estuvo entre los marineros que acapararon los titulares por su desafío en las primeras horas de la invasión rusa de Ucrania el mes pasado.
Cuando la embarcación naval rusa Valisy Bykov ordenó a Hrybov y sus camaradas que se rindieran, el valiente marinero respondió por radio: “Buque de guerra ruso, vete a la mierda”.
El miembro del servicio ucraniano Roman Hrybov, quien fue capturado por tropas rusas en la Isla de las Serpientes el 24 de febrero y recientemente intercambiado por prisioneros de guerra rusos, recibió una condecoración del jefe de la Administración Militar Regional de Cherkasy, Ihor Taburets.
La respuesta de Hrybov llevó al buque Bykov a bombardear la isla, cuyos defensores fueron inicialmente declarados muertos antes de que se supiera que habían sido capturados por los rusos.
Hrybov y los otros prisioneros fueron liberados más tarde durante un intercambio de prisioneros, y recibió una medalla del gobierno por su acto desafiante.
Evgeniy Goncharenko, el soldado ucraniano que devolvió a Hrybov a su unidad, también describió cómo habían tratado mal a los hombres, según el informe.
“Los rusos los vencieron. Los soldados tenían mucho frío. No había ningún lugar para que durmieran”, dijo. “Tuvieron que sentarse en el suelo frío con las manos en la cabeza”.
Goncharenko agregó: “No se les permitió ir al baño. Era degradante. Los rusos incluso golpearon a los civiles que fueron hechos prisioneros. Los trataron como soldados”.
Mientras tanto, Tetiana dijo que su hijo le dijo “él no es un héroe. Solo está interesado en ayudar a los otros soldados a salir de la cárcel rusa donde estuvo recluido”.
Todavía hay 72 ucranianos encerrados en las instalaciones, según el Daily Mail.
Tetiana dijo que cuando el presidente Volodymyr Zelensky anunció que los defensores habían sido asesinados, “no quería creer que era Roman, me negué a creer que lo mataron.
“Pero luego supe que mi hijo estaba preso. Fue un tormento. Casi colapsé”, dijo al medio. “Hice un santuario para él en un rincón de la habitación y todos los días venía aquí para conversar y contarle fotos de lo que estaba sucediendo.
“Y cuando nos encontramos después del cautiverio, dijo que me escuchó”, agregó.
Hrybov, quien debe regresar al frente en breve, no está interesado en premios y honores, dijo su madre. “Está preocupado por sus hermanos que están en cautiverio. Eso es lo único que es importante para él”, dijo al medio.
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