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Tu guía para la salud del colon

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El colon desempeña un papel fundamental en tu bienestar, ya que absorbe los nutrientes y los líquidos de los alimentos, y ayuda al organismo a deshacerse de lo que no necesita. Pero cuando surgen los problemas, podrías ser reacio a buscar ayuda.

“Muchas personas rehúyen estos temas, pero no deberían hacerlo”, dice el doctor Kyle Staller, especialista en enfermedades del tracto gastrointestinal de la Facultad de Medicina de Harvard. “Muchas de estas afecciones de salud aparentemente vergonzosas tienen solución”. Sin embargo, algunas pueden indicar enfermedades graves, como el cáncer colorrectal, y deben ser tratadas.

Los siguientes son algunos problemas comunes y estrategias que debes resolver.

“No voy al baño lo suficiente”

Hasta la mitad de las personas mayores de 65 años padecen estreñimiento crónico, es decir, evacúan menos de 3 veces por semana de forma continuada. Sea cual sea tu edad, si padeces estreñimiento crónico, acude a tu médico, que quizá quiera examinarte para determinar si hay problemas que contribuyen a ello, como fisuras anales o hemorroides.

Tu médico también puede comprobar si el recto y los músculos del esfínter anal funcionan bien para mover las heces. “En las mujeres, el estreñimiento puede deberse al debilitamiento y daño de los músculos o nervios del suelo pélvico a medida que envejecen, especialmente si han tenido partos vaginales o cambios en la anatomía pélvica tras una histerectomía”, dice la doctora Carol A. Burke, gastroenteróloga de la Clínica Cleveland. La fisioterapia del suelo pélvico puede ayudar.

Revisa tus medicamentos habituales con tu médico. El ibuprofeno (Advil, Motrin y genéricos), los antiácidos con calcio o aluminio, los suplementos de hierro y los antihistamínicos pueden favorecer el estreñimiento. También pueden hacerlo algunos antidepresivos y los bloqueadores de los canales de calcio para la hipertensión. Cambiar a una clase diferente de medicamentos puede proporcionar algún alivio. Los siguientes cambios en el estilo de vida también pueden ayudar: 

Consume fibra. Los adultos mayores deben consumir entre 25 y 30 gramos al día, centrándose en la fibra soluble (en frutas y verduras) y  el psilio (psyllium), que se encuentra en los cereales y se añade a algunos panes y barras de cereales, dice el doctor Brian Lacy, gastroenterólogo de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida. (Comprueba si hay psilio, cáscara de semilla de psilio o cáscara de psilio en el cuadro de ingredientes). El kiwi puede ser especialmente útil. Un estudio publicado en The American Journal of Gastroenterology encontró que consumir dos de estos ingredientes al día aliviaba el estreñimiento tanto como 10 ciruelas pasas o 12 gramos de psilio, con menos hinchazón. 

Ten un horario. “El tracto gastrointestinal descansa por la noche y tiende a despertarse temprano por la mañana”, dice Lacy, “así que levantarse a la misma hora, beber café o té, desayunar y luego tener un tiempo programado para ir al baño a menudo ayuda a que funcione de forma más regular”.

Mantente activo. Aunque las investigaciones son limitadas, “vemos menos estreñimiento en las personas activas”, dice el doctor William Chey, gastroenterólogo de la Universidad de Michigan. “El ejercicio despierta todos los músculos, incluidos los del colon”. ¿Necesitas ayuda mientras esperas que estas estrategias surtan efecto? Lacy recomienda el uso diario por un corto tiempo de un laxante como el polietilenglicol (Miralax y genéricos) entre la cena y la hora de acostarte. 

“Voy demasiadas veces”

Alrededor del 10 % de las personas mayores de 60 años declaran tener diarrea crónica, es decir, al menos 3 deposiciones sueltas diarias durante más de 4 semanas. Es importante acudir a un médico por este problema, ya que puede provocar deshidratación o desnutrición. 

Tu médico querrá comprobar si hay enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Dado que esas afecciones pueden desarrollarse si el sistema inmunitario ataca el tracto digestivo, es posible que te receten medicamentos para suprimir el sistema inmunitario. 

Otra posible causa es la diarrea por desbordamiento, en la que la materia de desecho se acumula en el colon y las heces líquidas se filtran alrededor de las heces más duras, dice la doctora Michelle Hughes, gastroenteróloga y profesora adjunta de la Facultad de Medicina de Yale. Eso requiere una visita al médico y el uso de laxantes para resolver el problema. 

Algunos adultos mayores pueden experimentar una pérdida de heces más importante — conocida como incontinencia fecal — debido a daños en los nervios causados por la diabetes tipo 2, una lesión en la espalda o una intervención quirúrgica, o en el caso de las mujeres, daños en los músculos y nervios pélvicos causados por partos vaginales ocurridos años antes, afirma Burke. Suele tratarse con un curso de medicación antidiarreica como la loperamida (Imodium), fisioterapia pélvica y el uso regular de un suplemento de fibra de psilio. 

“Tengo gases todo el tiempo”

La intolerancia a la lactosa (problemas para digerir el azúcar natural de la leche en los productos lácteos) y el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (que conecta con el colon) pueden causar un exceso de gases y una hinchazón incómoda. Para algunas personas, el uso regular de inhibidores de la bomba de protones para la acidez estomacal (como Nexium y Prilosec) también puede ser un factor de esta última afección. 

¿No estás seguro de la causa? Podrías probar con productos lácteos sin lactosa u optar por leche suplementada con lactasa (una enzima que ayuda a descomponer el azúcar de la leche, la lactosa). Si eso no hace una diferencia, considera la posibilidad de eliminar otros productores de gas comunes uno a la vez. Entre ellos se encuentran la fructosa (en jugos, bebidas deportivas y energéticas, refrescos y fruta fresca); las legumbres, las verduras crucíferas como el brócoli o la col; y los fructanos (cebollas, pimientos, espárragos). 

Si al evitarlos no te funciona, acude a tu médico, aconseja Chey, para que te examine para determinar si tienes alguna enfermedad como el síndrome del intestino irritable. Trabajar con un nutricionista para seguir una dieta baja en FODMAP, que implica eliminar los lácteos, el trigo y ciertas frutas y verduras, puede ofrecer una solución. 

“No aguanto la preparación para la colonoscopia”

Dado que los intestinos deben estar vacíos para una colonoscopía, pueden aconsejarte que bebas hasta un galón de preparación (agua mezclada con un laxante) el día anterior. Si esto supone un reto, Lacy aconseja que los pacientes sigan una dieta de líquidos claros durante dos días antes, añadiendo una cucharadita del laxante polietilenglicol a cada vaso de 8 onzas de líquido consumido. Esto ayuda a reducir la carga de trabajo del tracto gastrointestinal y pone en marcha el vaciado del colon, por lo que podrías necesitar menos del líquido de preparación. Además, “puedes mezclar la preparación con ginger ale, 7UP, jugo de manzana, limonada… cualquier líquido claro que te apetezca”, dice, señalando que variar los sabores puede hacer que beber la preparación sea más agradable.

Además, pregunta por una preparación que requiera menos líquido total, o bien, si puedes dividir la preparación, consumiendo la mitad la noche anterior y el resto 4 horas antes de la colonoscopia. (Si se trata de un examen por la tarde, puedes beber toda la preparación la mañana del procedimiento).

¿Cuándo es necesario que te hagas una colonoscopia?

Para saber más sobre cuándo hacerse la primera colonoscopia — un examen común para detectar señales de cáncer colorrectal — consulta nuestro artículo anterior. Pero si ya has tenido al menos una colonoscopia, la mayoría de las personas no necesita otra en 10 años. Las excepciones:

  • Te han extirpado pólipos (crecimientos potencialmente cancerosos en el revestimiento del colon). La Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Colon y Recto aconseja realizarse una colonoscopia cada 1 a 5 años, dependiendo del tamaño y el número de pólipos.

  • Un pólipo benigno no pudo ser extirpado en su totalidad. Necesitarás otra en 3 o 6 meses para intentar eliminarla de nuevo.

  • Te han operado de cáncer colorrectal. Necesitarás una colonoscopia en transcurso de un año.

  • Tienes una enfermedad inflamatoria intestinal. Necesitarás una colonoscopia cada 1 o 2 años.

Informa a tu médico de inmediato si tienes síntomas potenciales de cáncer colorrectal, como sangre en las heces, un cambio repentino en los hábitos intestinales o pérdida de peso inexplicable. Si tienes más de 75 años, pregunta si debes continuar con la prueba de detección de cáncer colorrectal.

Nota del Editor: Este artículo también apareció  en la edición de abril de 2022 de Consumer Reports On Health.

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