Akihito y el histórico momento que abdico al trono
El 30 de abril de 2019, el emperador Akihito de Japón, de 85 años, deja el trono y se convierte en el primer monarca japonés en abdicar en más de 200 años.
Akihito nació el 23 de diciembre de 1933, es el hijo mayor del emperador Hirohito, que gobernó Japón desde 1926.
Su padre, Hirohito, en cuyo nombre las tropas japonesas lucharon en la Segunda Guerra Mundial, fue considerado una deidad viviente hasta después de la derrota de Japón en 1945, cuando renunció a su divinidad.
Después de la Segunda Guerra Mundial, como parte de un amplio conjunto de reformas, el país adoptó una nueva constitución de estilo occidental y la monarquía se volvió puramente simbólica (como en Inglaterra). Sin embargo, Akihito ascendió al trono tras la muerte de su padre en 1989.
Si bien no tenía poder político, Akihito se convirtió en una figura inmensamente popular en Japón. A diferencia de su padre, que rara vez aparecía ante el público, Akihito trabajó para acercar a la familia imperial “a la gente”.
Él y su esposa, la emperatriz Michiko, realizaron visitas oficiales a 18 países ya las 47 prefecturas japonesas. Ofreció consuelo después de terremotos, tsunamis y otras tragedias, como el desastre nuclear de Fukushima Daiichi en 2011. Un pacifista acérrimo expresó repetidamente remordimiento por las acciones de Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
Dado que la Ley de la Casa Imperial de Japón carecía de una disposición sobre la abdicación de un emperador reinante y prácticamente solo permitía la sucesión póstuma, el gobierno promulgó una ley única para permitir la abdicación de Akihito.
Citando problemas de salud, recibió tratamiento por cáncer de próstata y cirugía cardíaca, el emperador anunció su deseo de dimitir en 2016. Ningún emperador había abdicado desde 1817.
Fue sucedido por su hijo mayor, el príncipe heredero Naruhito, el 30 de abril de 2019. Una nueva era imperial japonesa, Reiwa, fue oficialmente establecido.
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