La captura de Hermann Göringn, el sucesor de Hitler
Como el sucesor de Hiter, así la historia recuerda a Hermann Göringn, el alemán que también se le atribuye la radical y cruel idea de eliminar a los judíos de la economía, así como otras atroces circunstancias.
El 9 de mayo de 1945, Herman Goering, comandante en jefe de la Luftwaffe, presidente del Reichstag, jefe de la Gestapo, primer ministro de Prusia y sucesor designado de Hitler e||s hecho prisionero por el Séptimo Ejército estadounidense en Baviera.
Goering fue uno de los primeros miembros del Partido Nazi y resultó herido en el fallido Putsch de la cervecería de Múnich en 1923. Esa herida tuvo efectos a largo plazo; Goering se volvió cada vez más adicto a los analgésicos.
No mucho después de la llegada de Hitler al poder, Goering jugó un papel decisivo en la creación de campos de concentración para los enemigos políticos. Ostentoso y autocomplaciente, se cambiaba el uniforme cinco veces al día y era conocido por hacer alarde de sus condecoraciones, joyas y obras de arte robadas.
Fue Goering quien ordenó la purga de los judíos alemanes de la economía, luego del pogromo de la Kristallnacht en 1938, iniciando una política de “arianización” que confiscó propiedades y negocios judíos.
El fracaso de Goering para ganar la Batalla de Gran Bretaña y evitar el bombardeo aliado de Alemania lo llevó a perder estatura dentro del Partido, agravada por la baja estima con la que siempre fue tenido por sus compañeros oficiales debido a su egocentrismo y posición como la mano derecha de Hitler.
A medida que avanzaba la guerra, cayó en depresión y luchó contra la adicción a las drogas.
Cuando Goering cayó en manos de EE. UU. después de la rendición de Alemania, tenía en su poder un gran alijo de píldoras. Fue juzgado en Nuremberg y acusado de varios crímenes contra la humanidad.
A pesar de un vigoroso intento de auto absolución, fue declarado culpable y sentenciado a la horca, pero antes de que pudiera ser ejecutado, se suicidó al tragar una tableta de cianuro que había escondido de sus guardias.
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