Luego de estar a punto de morir, joven madre celebra cada momento

Zuleyma Santos festeja el estar viva y con sus hijos, aunque lamenta la pérdida de su esposo

Zuleyma Santos con su esposo y sus dos niños. (Suministrada)

Zuleyma Santos con su esposo y sus dos niños. (Suministrada) Crédito: Zuleyma Santos | Cortesía

Como cualquier embarazada a punto de dar a luz, Zuleyma Santos esperaba ansiosa a su segundo bebé en agosto del 2019. Dos días después que la niña nació, Santos comenzó a sentir un cansancio extremo y la falta de respiración.

Mientras le daba de comer a la bebé sintió desmayarse, pero intentó hacerse la fuerte. Cuando llegó la enfermera a ver si todo estaba bien, Santos, de entonces 36 años, ya no pudo más y expresó que no se sentía bien. La enfermera tomó a la niña y un grupo de doctores llegó para ver qué es lo que le sucedía.

Tras varios exámenes, Santos fue diagnosticada con miocardiopatía periparto, un corazón agrandado que no bombea con suficiente eficacia para satisfacer las demandas de oxígeno de los órganos.

“Cuando escuché eso yo no pensé que era real. Yo sabía que estaba bien de salud”, contó la joven madre. “En ese momento yo no pensé en mí, pensé en mis hijos y en mi familia”.

Santos dijo que tras el diagnóstico estuvo haciéndose revisiones constantes con el cardiólogo, pero pasaba todos los exámenes y creyó que ya todo estaba bien. Dejó de enfocarse en su salud como prioridad y dejó de asistir a las citas médicas.

Regresó a trabajar como supervisora en una tienda de menudeo, pero después de un año comenzaron los síntomas nuevamente pero con más fuerza.

“Mis pies y mis piernas se llenaban de fluido porque mi corazón ya no estaba trabajando bien”, expresó Santos. “Iba a la emergencia y siempre me mandaban a la casa con medicamentos, pero nunca me sentía bien y yo sabía que algo estaba pasando”.

Para el 26 de octubre del 2020 su cuerpo ya no pudo más y tuvo que ser internada en el hospital. Fue entubada, los doctores le dijeron a su esposo, Christopher Valdez, que sus órganos ya no estaban funcionando y su corazón estaba muy mal. Las esperanzas de vida eran mínimas.

Zuleyma Santos con sus hijos de 4 y 3 años. (Suministrada) Crédito: Zuleyma Santos | Cortesía

Poco después fue llevada al hospital Keck Medicine of USC donde le implantaron una máquina para bombear el corazón. Durante su estancia en el hospital, la madre utilizó una máquina que estaba conectada a una computadora, pero cuando se fue a su casa le cambiaron el aparato por uno más práctico y  de baterías, el Abbott HeartMate3.

“La máquina que tengo es lo que le dicen un puente hacia el trasplante porque me ayuda, pero debemos encontrar un donante de corazón”, explicó Santos quien está en lista de espera.

Su esposo pierde su propia batalla

Mientras Santos se recuperaba a finales del 2020, su esposo comenzaba a decaer. Valdez había sido diagnosticado con cáncer testicular cinco años atrás y aunque parecía que todo estaba bien, su salud comenzó a deteriorar al punto que a principios del 2021 tuvo que ser internado en el hospital.

Después de un mes, Valdez fue desahuciado y optó por regresar al hogar donde pasaría los últimos días de su vida con su esposa y sus dos hijos.

En marzo del 2021, Valdez perdió la batalla contra el cáncer. Tenía 38 años de edad.

Santos dijo que pese al rápido deterioro de su esposo, él nunca perdió ese brillo en los ojos y hasta el momento ella cree que él se mantuvo fuerte para que ella se recuperara.

“Ahora yo puedo hacer todo con mis niños, estoy bien, no me canso y mi sangre está bombeando bien gracias a la maquina”, dijo Santos, quien opta por mantener una mente positiva en todo momento.

Christopher Valdez falleció en el 2021. (Suministrada) Crédito: Zuleyma Santos | Cortesía

No teman hablar de su salud

Santos dijo que ella se convirtió en una embajadora de “Go Red for Women”, una campaña de la Asociación Americana del Corazón para compartir su historia de superación. Recientemente fue certificada como coach de salud y vida.

La madre latina cree que si ella hubiera hecho más preguntas acerca de su salud, posiblemente hubiera sabido más a tiempo acerca de su condición. Agregó que es común ver a las mujeres embarazadas que van al doctor y el feto es revisado, pero no siempre la madre es prioridad.

Explicó que es importante hablar de lo que les duele y les molesta sin temor a hacer preguntas.

En el caso de ella, Santos dijo que ya trata de no enfocarse en el pasado porque no lo puede cambiar; además, no se preocupa tanto del futuro porque no sabe lo que vendrá.

“Si uno se deja pueden pasar muchas cosas negativas por la cabeza y yo trato de no pensar negativo y ver cómo puedo ayudarme a mí misma y a mis niños”, explica.

Adicionalmente, Santos lejos de pensar en su celebración del 10 de mayo, le da un merecido reconocimiento a su madre y a su suegra, quienes en todo momento la ayudaron para poder salir adelante. Aseveró que ha sido esta red de apoyo que la hace sentir segura de que si en algún momento necesita ayuda, solamente tiene que recoger el teléfono y ellas llegarán.

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