El inicio de la construcción de la Bóveda Global de Semillas

La Bóveda Global de Semillas es un proyecto para salvar la diversidad de cultivos ante un posible cambio climático catastrófico, además funciona para la investigación para tratar el hambre mundial.

La Bóveda Global de Semillas de Svalbard (SISV), es el banco de semillas más grande del mundo construido en el permafrost de Noruega, fue diseñado con la intención de garantizar la supervivencia de las semillas de cultivos ante desastres naturales, guerras o incluso el calentamiento global.

La Bóveda Global de Semillas de Svalbard (SISV), es el banco de semillas más grande del mundo construido en el permafrost de Noruega, fue diseñado con la intención de garantizar la supervivencia de las semillas de cultivos ante desastres naturales, guerras o incluso el calentamiento global. Crédito: ERNESTO BENAVIDES | AFP / Getty Images

El 15 de junio de 2006, en la remota isla de Spitsbergen, a medio camino entre la parte continental de Noruega y el Polo Norte, los primeros ministros de Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia colocaron la ceremonia de la primera piedra de la Bóveda Global de Semillas.

 La bóveda, que ahora tiene capacidad para albergar 2250 millones de semillas, tiene como objetivo “brindar un seguro contra la pérdida incremental y catastrófica de la diversidad de cultivos”.

Administrado conjuntamente por Global Crop Diversity Trust (The Crop Trust), el Nordic Genetic Resource Center (NordGen) y el gobierno noruego, Seed Vault surgió de varios esfuerzos diferentes para preservar especímenes de las plantas del mundo. 

Los primeros ministros Matti Vanhanen de Finlandia, Jens Stoltenberg de Noruega, Goran Persson de Suecia, Geir H. Haarde de Islandia y Anders Fogh Rasmussen de Dinamarca sonríen el 19 de junio de 2006 durante una ceremonia que marcó el establecimiento de un banco mundial de semillas en Longyearbyen, Spitzbergen. (ERIK JOHANSEN/AFP via Getty Images)

Su ubicación, en lo profundo de una alta montaña en una isla cubierta por permafrost, es ideal para el almacenamiento en frío y protegerá las semillas incluso en caso de un gran aumento del nivel del mar. 

La enorme bóveda, donde las semillas se pueden almacenar de tal manera que permanezcan viables durante décadas o incluso siglos, se inauguró en 2008.

Según Crop Trust, la bóveda de semillas está destinada a preservar la diversidad de cultivos y contribuir a la lucha mundial para acabar con el hambre. 

A medida que el aumento de las temperaturas y otros aspectos del cambio climático amenazan las plantas de la Tierra, existe el riesgo no solo de perder especies, sino también de depender demasiado de las que quedan, lo que hace que la humanidad sea más vulnerable y aumente la inseguridad alimentaria.

Los científicos también se esfuerzan por crear variedades de cultivos más nuevas y resistentes que ya existen, y el banco de semillas funciona como una reserva de la que pueden extraer con fines experimentales. 

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