John Gotti, el histórico jefe de la mafia de Nueva York
Nieto de inmigrantes italianos, John Gotti nació en el Bronx, Nueva York, y creció en una vida de crimen organizado. Después de cumplir una condena por secuestro de camiones y un asesinato por venganza, Gotti arrebató el control de la familia criminal Gambino en 1985.
En 1985, el FBI reunió pruebas suficientes para acusar formalmente a Gotti por extorsión. Crédito: Spencer Platt | Getty Images
El 23 de junio de 1992, el jefe de la mafia John Gotti, apodado el “Don de teflón” después de escapar ileso de varios juicios durante la década de 1980, es condenado a cadena perpetua tras ser declarado culpable de 14 cargos de conspiración para cometer asesinato y extorsión.
Momentos después de que se leyera su sentencia en un tribunal federal en Brooklyn, cientos de partidarios de Gotti irrumpieron en el edificio y volcaron y destrozaron autos antes de ser obligados a retroceder por refuerzos policiales.
Gotti, nacido y educado en la ciudad de Nueva York, se convirtió en el jefe de la poderosa familia Gambino después de que el jefe Paul Castellano fuera asesinado frente a un asador en Manhattan en diciembre de 1985.
El asesinato de la pandilla, el primero en tres décadas en Nueva York, fue organizado por Gotti y su colega Sammy “el Toro” Gravano.
La familia Gambino era conocida por sus operaciones ilegales de narcóticos, actividades de juego y robo de automóviles. Durante los siguientes cinco años, Gotti expandió rápidamente su imperio criminal y su familia se convirtió en la familia mafiosa más poderosa del país.
A pesar de la amplia publicidad de sus actividades delictivas, Gotti logró evitar la condena en varias ocasiones, generalmente mediante la intimidación de testigos.
En marzo de 1980, una tragedia personal golpeó a la familia Gotti cuando su vecino John Favara golpeó con su automóvil a Frank Gotti, de 12 años, después de que el niño condujera su bicicleta hacia el tráfico.
La muerte fue declarada accidental, pero los testigos dicen que DiGiorgio luego atacó a Favara con un bate de béisbol de metal y lo envió al hospital. Favara decidió no presentar cargos, según testigos, Favara soportó cuatro meses de amenazas de muerte hasta el 28 de julio de 1980, día en que lo golpearon en la cabeza y lo empujaron a una camioneta, su cuerpo nunca fue encontrado. Gotti y su familia estaban de vacaciones en Florida en el momento de la desaparición de su vecino y negaron tener conocimiento de su paradero.
En 1990, sin embargo, fue acusado de conspiración para cometer asesinato en la muerte de Paul Castellano, y Gravano accedió a testificar en su contra en un tribunal federal de distrito a cambio de una pena de prisión reducida.
El 2 de abril de 1992, John Gotti fue declarado culpable de todos los cargos y el 23 de junio fue sentenciado a múltiples cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional. Mientras aún estaba en prisión, Gotti murió de cáncer de garganta el 10 de junio de 2002, en un centro médico para prisioneros federales en Springfield.
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