El asesinato de Marilyn Sheppard: un crimen sin resolver

Sam Sheppard tomó una siesta y al despertar se encontró su esposa estaba muerta, los medios de comunicación lo apuntaron de culpable y este luchó por su inocencia.

Los medios de comunicación se dedicaron a colocar al esposo como el criminal.

Los medios de comunicación se dedicaron a colocar al esposo como el criminal. Crédito: Anna Moneymaker | Getty Images

Marilyn Sheppard fue asesinada a golpes dentro de su casa suburbana en Cleveland, Ohio. Su esposo, el Dr. Sam Sheppard, afirmó haberse quedado dormido en la sala de estar de la familia, se despertó y encontró a un hombre con cabello tupido que huía de la escena. 

Las autoridades, que descubrieron el hecho de que el Dr. Sheppard había tenido una aventura, no creyeron su historia y lo acusaron de matar a su esposa embarazada.

Creando una sensación nacional, los medios de comunicación invadieron la sala del tribunal e imprimieron historias diarias basadas en la culpabilidad de Sheppard. 

Los miembros del jurado encontraron culpable a Sheppard y argumentaron que las circunstancias del juicio habían influido injustamente en el jurado, este apeló a la Corte Suprema y consiguió que se anulara su condena en 1966. Sin embargo, a pesar de que Sheppard no tenía antecedentes penales, muchos todavía apostaban que él era responsable de la muerte de su esposa.

El caso Sheppard sacó a la luz la cuestión de la parcialidad dentro del sistema judicial. Los miembros del jurado ahora son seleccionados cuidadosamente para asegurarse de que no hayan llegado a una conclusión predeterminada sobre un caso en el que están a punto de escuchar

En casos especialmente de alto perfil, los jurados pueden ser secuestrados para que no estén expuestos a fuentes de medios externas. Sin embargo, la mayoría de los jueces simplemente ordenan a los miembros del jurado que no vean las noticias sobre el caso y confían en que cumplirán la orden.

El caso de Sheppard sirvió de inspiración para el exitoso programa de televisión The Fugitive, en el que el personaje principal, Richard Kimble, es acusado falsamente de matar a su esposa, escapa de la prisión y persigue al hombre manco que afirma haber visto huir del asesinato.

En 1998, las pruebas de ADN de las pruebas físicas encontradas en la casa de Sheppard revelaron que efectivamente había otro hombre en la escena del crimen. El hijo de Sheppard, que había seguido el caso mucho después de la muerte de su padre para reivindicar su reputación, demandó al estado por encarcelamiento injusto en 2000, pero perdió.

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