Fabricantes de armas de asalto triplicaron sus ganancias a más de $1,000 millones de dólares aprovechando las inseguridades masculinas

Los principales fabricantes de rifles de asalto utilizados para perpetrar los tiroteos masivos más mortíferos en los Estados Unidos han recaudado más de mil millones de dólares en ingresos durante la última década, a medida que ha aumentado la violencia armada en todo el país, según una investigación de la Cámara de Representantes que se presentará el miércoles en el Capitolio y publicada por el diario The New York Times.

Los hallazgos, publicados antes de una audiencia en el Congreso el miércoles sobre la comercialización de rifles de asalto, indican que la industria de las armas ha prosperado vendiendo y comercializando armas de grado militar a civiles, apuntando en su publicidad específicamente con las inseguridades de los hombres jóvenes, mientras que algunos han logrado referencias apenas veladas a grupos supremacistas blancos.

El Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara abrió una investigación sobre la industria de fabricación de armas en mayo después de la masacre con armas de fuego en Uvalde, Texas, que mató a 19 estudiantes de escuela primaria y dos maestras y un tiroteo masivo por motivos raciales en un supermercado de Buffalo que mató a 10 personas.

El panel solicitó que los cinco principales fabricantes de armas del país compartan información sobre sus estrategias de ventas y marketing, así como cualquier esfuerzo que realicen para rastrear los datos de seguridad relacionados con sus productos.

“Las prácticas comerciales de estos fabricantes de armas son profundamente perturbadoras, explotadoras e imprudentes”, dijo en un comunicado la representante Carolyn B. Maloney, demócrata de Nueva York y presidenta del comité.

“Estas empresas utilizan tácticas de marketing agresivas para dirigirse a los jóvenes, especialmente a los hombres jóvenes, y algunas incluso evocan símbolos de la supremacía blanca”.

Añadió: “Descubrimos que ninguna de estas empresas se molesta en realizar un seguimiento de la muerte y destrucción causada por sus productos”.

Se espera que la Cámara vote el viernes sobre una prohibición de armas de asalto por primera vez desde 1994, una medida que no tendrá posibilidades de aprobación en el Senado dividido en partes iguales.

El miércoles, el comité escuchará el testimonio de Christopher Killoy, presidente y director ejecutivo de Sturm, Ruger & Company, y Marty Daniel, director ejecutivo de Daniel Defense.

Los fabricantes que fueron investigados (Bushmaster, Daniel Defense, Sig Sauer, Smith & Wesson y Sturm, Ruger & Company) comercializaron sus armas a hombres jóvenes como una forma de “probar su masculinidad”, según el informe, y vendieron ” armas a tiradores masivos a crédito”, mientras no toman medidas básicas para monitorear las muertes asociadas con sus productos.

El informe mostró que, mientras el país ha luchado para hacer frente a una epidemia de violencia con armas de fuego que ha plagado escuelas, iglesias, supermercados, conciertos y centros comerciales, los fabricantes de armas de fuego han estado disfrutando de ganancias vertiginosas de la venta de las armas utilizadas para llevar a cabo tiroteos masivos.

Los ingresos de Daniel Defense por los rifles estilo AR-15 se triplicaron de 2019 a 2021, de $40 millones de dólares a más de $120 millones, según el informe. Daniel Defense fabricó el rifle estilo AR-15 que usó el pistolero de 18 años en Uvalde.

Ruger, el mayor fabricante de rifles del país, informó que sus ganancias brutas de los rifles estilo AR-15 también casi se triplicaron entre 2019 y 2021, aumentando de $39 millones a más de $103 millones de dólares.

El rifle y las pistolas estilo AR-15 de la compañía fueron utilizados por tiradores masivos en Sutherland Springs, Texas, en 2017 y en Boulder, Colorado, en 2021.

Los ingresos de Smith & Wesson de todas las armas largas, que incluyen rifles estilo AR-15, se duplicaron con creces entre 2019 y 2021, de $108 millones de dólares a $253 millones.

La compañía vendió el arma utilizada en la masacre del 4 de julio en Highland Park, Illinois, así como en el tiroteo en la escuela de Parkland en Florida en 2018.

Sig Sauer, la empresa que vendió el rifle estilo AR-15 utilizado en un tiroteo masivo en 2016 en el club nocturno Pulse en Orlando, Florida, y tres de las armas utilizadas por el pistolero en Las Vegas en 2017, se negó a revelar sus ingresos.

Bushmaster, que fabricó el arma utilizada en el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, en 2012, dijo que no tenía datos financieros de años anteriores porque una nueva empresa la compró recientemente.

A medida que su negocio se ha expandido, los fabricantes de armas también han hecho referencias encubiertas a grupos de supremacistas blancos como Boogaloo Bois, según el informe.

El movimiento Boogaloo es un grupo de extremistas antigubernamentales que creen que una guerra racial, o una segunda Guerra Civil, está en el horizonte.

Los miembros del grupo a menudo se visten con camisas con estampado floral de estilo hawaiano y uniformes militares.

Palmetto State Armory, una compañía de armas de fuego, comercializa un rifle de asalto estilo AK-47 “Big Igloo Aloha” adornado con un estampado floral, que según el informe era una clara referencia al Movimiento Boogaloo.

Daniel Defense también ha publicado fotos de un rifle de asalto con un patrón floral similar al que usan sus miembros.

Un catálogo de inventario de Daniel Defense de 2017 también presentaba una imagen de un tirador con un tatuaje de Valknot, un símbolo nórdico estrechamente asociado con los supremacistas blancos transnacionales.

El Valknot ha sido identificado como un símbolo de odio por la Liga Antidifamación.

Los fabricantes de armas también han hecho apelaciones que aprovechan las inseguridades masculinas, afirmando que poseer armas colocaría a los usuarios “en la cima de la cadena alimenticia de la testosterona”.

Un anuncio de Bushmaster usó el eslogan “considere su tarjeta de hombre reemitida” en un anuncio de un AR-15.

La investigación del comité también encontró que los cinco fabricantes de armas bajo revisión no cuentan con ningún sistema para monitorear y analizar las muertes y lesiones asociadas con sus productos.

Los republicanos en el panel invitaron a Antonia Okafor Cover, directora nacional de alcance de mujeres de Gun Owners of America, un grupo de derechos de armas, a testificar.