Viajan abuelos de Oaxaca a Los Ángeles para ver a sus hijos y conocer a sus nietos

Algunos padres tuvieron que esperar más de dos décadas para volver a ver a sus hijos

La familia Hernández finalmente se reúne en Los Ángeles.

La familia Hernández finalmente se reúne en Los Ángeles.  Crédito: Jacqueline García | Impremedia

Un grupo de 70 padres de familia de la tercera edad llegó el lunes por la mañana a Los Ángeles provenientes de las ocho regiones del estado de Oaxaca, México. La mayoría vestía sus tradicionales trajes oaxaqueños y ninguno podía evitar la emoción de que por fin volvería a abrazar a sus hijos y nietos.

Los padres de familia son parte de un grupo de 142 personas considerados embajadores culturales de Oaxaca que vienen a reunirse con sus familiares a quienes no han visto, algunos, desde hace más de tres décadas.

Entre ellos estaba Antonieta Triste, de 61 años, quien estaba ansiosa por reunirse con sus dos hijos a quienes no veía por más de 23 años. Triste dijo que no podía creer cuando le aprobaron la visa para viajar a Los Ángeles.

“Yo estaba feliz, sentí que ni tocaba el suelo de la emoción”, dijo la madre de familia. “En el avión todo muy bonito y como veníamos todos juntos no se sentían los nervios”.

Fortino Alejandro, de 78 años de edad, dijo que llegaba a visitar a tres de sus hijos a quienes no ha visto por 18 y 15 años.

“Ya queríamos llegar para abrazar a los hijos”

Elías Pérez, de 80 años, añadió que llegaba a visitar a su hija a quien no ha visto en más de dos décadas.

“Hasta vuelve la energía del cuerpo con la emoción de verla”, reconoció Pérez.

Los viajeros echaron porras y agradecieron al gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Murad Hinojosa, por haberles ayudado a tramitar el proceso de visa para visitar a sus seres queridos, quienes no pueden viajar fuera del país por la falta de un estatus migratorio legal.

La licenciada Aida Ruiz García, quien estuvo a cargo del grupo, dijo que todos los padres de familia son personas mayores de 60 años, quienes vienen a conocer a sus nietos y en algunos casos hasta bisnietos.

El primer grupo llego el lunes y el segundo está pautado para llegar el miércoles.

García explicó que lo más importante de este reencuentro es que los familiares vienen a difundir la cultura y tradiciones que hay en las comunidades de origen de cada una de las familias para las generaciones más jóvenes que ya viven aquí.

Indicó que los padres de familia comenzaron sus trámites antes de que comenzara la pandemia del Covid-19, pero fue detenido por un tiempo causando que el proceso durará para algunos familiares hasta tres años.

“Este es un programa gratuito para los hijos de los oaxaqueños”, dijo García, quien es la directora general del instituto oaxaqueño de atención al migrante.

“Nosotros no cobramos por los trámites que se realizan para hacerle una aplicación. Nosotros los apoyamos y capacitamos para la entrevista”.

García subrayó que la preocupación más grande de los padres de familia era esa incógnita de saber si sus hijos los iban a reconocer.

“Ellos vienen muy nerviosos porque no saben que va a suceder en el reencuentro y todos los reencuentros son distintos”, explicó García.

Una vez que el grupo completo salió de LAX se fueron al Scientology Center de North Hollywood donde centenas de familiares y conocidos esperaban a los embajadores oaxaqueños.

Un reencuentro

Con unas cuantas rosas en sus manos, Irma Hernández esperaba ansiosa en el aeropuerto internacional de Los Ángeles (LAX) la llegada de sus padres el lunes por la mañana.

Hace más de dos décadas Irma dejo su natal Oaxaca para buscar un mejor futuro en Estados Unidos; sin pensarlo mucho, ella se despidió de sus padres sin saber cuando los volvería a ver.

“Son 23 años de no verlos y solo quiero abrazarlos, sentir su presencia y su compañía”, dijo Hernández sin poder contener el llanto. “Son lágrimas de felicidad y mucha emoción”.

Los padres de Hernández, la señora Julia  y don Hermenegildo, de 70 y 80  años respectivamente, llegaron en el mismo vuelo que los embajadores oaxaqueños pero no formaban parte del grupo.

Sin embargo, el sentimiento era el mismo y las ansias de volver a verse y abrazarse por fin se realizaron cuando la longeva pareja llegó, ambos en silla de ruedas, para saludar a sus hijos y su nieta.

Nayeli Santiago, hija de Irma, dijo que ella compartía la emoción con su madre ya que no se puede imaginar lo que son 23 años de no tener una relación cercana con su abuela.

“Yo tengo una relación muy cercana con mi mamá y yo sé que puedo llamarla en cualquier momento o manejar a su casa y cenar juntas. No me imagino cómo ella ha podido estar sin sus padres todo este tiempo”, dijo la joven de 27 años.

“Ahorita que veníamos al aeropuerto era como traer a unos niños a un paseo de escuela, viendo por la ventana y preguntando si ya vamos a llegar”.

Una vez que Irma los vio llegar en la silla de ruedas corrió para abrazarlos y una vez más las lágrimas no se pudieron evitar. Nayeli grabó en su celular el momento considerado inolvidable y el cual atesorarán por mucho tiempo.

Todos los padres de familia que llegaron estarán en California por un periodo de dos o tres semanas, pero tendrán que regresar a su estado natal nuevamente. Todos lograron obtener una visa de 10 años.

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