Cansados y enfurecidos: habitantes de Minnesota enfrentaron a integrantes de una banda criminal
Al intentar un audaz robo diurno del banco Northfield Minnesota, la pandilla James-Younger de repente se encuentra rodeada de gente del pueblo enojada y casi es aniquilada el 7 de septiembre de 1876.
Los bandidos comenzaron con una diversión: cinco de los hombres galoparon por el centro del pueblo, gritando y disparando sus pistolas al aire. Mientras la gente del pueblo corría para ponerse a cubierto, otros tres hombres con sombreros de ala ancha y guardapolvos largos aprovecharon la distracción para caminar desapercibidos hacia el First National Bank.
Blandiendo pistolas, uno de los hombres ordenó al cajero del banco que abriera la caja fuerte del banco, aunque el cajero reconoció el famoso rostro del peligroso forajido, Jesse James, se estancó, alegando que la caja fuerte tenía un bloqueo de tiempo y no se podía abrir.
Mientras James consideraba su próximo movimiento, un cajero de banco valiente, o tonto, se escabulló por la puerta trasera. Uno de los ladrones disparó dos veces y le dio al cajero en el hombro, pero el hombre logró tropezar hasta ponerse a salvo y hacer sonar la alarma.
Los ciudadanos de Northfield corrieron para rodear el banco y dispararon sin piedad a los ladrones que intentaban escapar.
Un estudiante de medicina de 19 años mató a un pandillero, Clell Miller, mientras que el dueño de la ferretería de Northfield hirió de muerte a Bill Chadwell, acribillando su cuerpo con balas de un rifle de repetición Remington de tiro rápido.
El hermano de Jesse, Frank, recibió un golpe en la pierna, mientras que sus socios criminales, Jim, Cole y Bob Younger, también resultaron gravemente heridos.
Jesse fue el último en salir del banco, después de una breve pausa para dispararle en la cabeza al cajero que no cooperaba, Jesse saltó sobre su caballo y se unió al resto de los sobrevivientes mientras huían desesperadamente de la ciudad.
Durante las siguientes dos semanas, una pandilla los persiguió sin descanso y finalmente mató o capturó a cuatro pandilleros más. Por suerte, para Frank y Jesse James, los dos hermanos habían decidido seguir su propio camino y escapar al territorio de Dakota.
Después de que las cosas se calmaron, se fueron a Nashville, Tennessee, donde comenzaron a reconstruir su pandilla y a planear nuevos robos.
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