Rafael Caro Quintero huyó a Costa Rica en 1985 gracias a un soborno de 60 millones de pesos
Escapar de agentes nacionales e internacionales no era asunto sencillo, pues no solo requería la ayuda de varias personas, sino también de un millonario soborno
No en vano Rafael Caro Quintero es conocido como el “Narco de narcos”, pues su poder e influencia quedaron expuestos cuando, por medio de sobornos, logró huir a Costa Rica.
Era el 8 de febrero de 1985, 12 horas antes habían sido asesinados Enrique “Kiki” Camarena y Alfredo Zavala Avelar, uno era agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), y el otro un piloto adscrito a la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).
Caro Quintero tenía informantes dentro de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y la Policía Judicial, ellos lo alertaron que era señalado como el autor de los crímenes, por lo que comenzó a planear su huída, pues agentes del entonces Distrito Federal se trasladaron a Guadalajara para investigar la desaparición del agente de la CIA.
Primero llegó a Caborca, Sonora, y desde allí continuó con las operaciones de la organización criminal que fundó: el Cártel de Guadalajara.
Durante el tiempo que permaneció en la localidad sonorense viajó a Guadalajara, Jalisco, en varias ocasiones, pero el 17 de marzo de 1985 decidió abordar una avioneta con destino a Costa Rica, país donde fue capturado el 4 de abril del mismo año.
El tiempo que Rafael Caro Quintero logró burlar a las autoridades se lo debe a un viejo amigo que lo ayudó a escapar después de que fueran asesinados Enrique Camarena y Alfredo Zavala, pues el capo pudo ser capturado en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Pero la ayuda recibida no fue gratis, pues para obtenerla tuvo que pagar 60 millones de pesos.
Testimonios de las personas detenidas -policías e informantes, entre otros- relatan que antes de que la avioneta despegara del Aeropuerto de Guadalajara, el entonces comandante José Armando Pavón Reyes pudo detenerlo.
Jefe de la policía
Escapar de agentes nacionales e internacionales no es asunto sencillo, no solo requería la ayuda de empresarios e informantes, alguien dentro de la autoridad tenía que mover otros hilos. Esta pieza clave fue José Armando Pavón Reyes, quien en ese entonces era comandante de la Policía Judicial.
De acuerdo con la declaración de Gerardo Ramón Torres Lepe, quien trabajaba para el capo, momentos antes del despegue de la avioneta del Aeropuerto de Guadalajara, al lugar llegó el comandante Pavón Reyes, con un grupo de agentes.
El “Narco de narcos” vio que eran superados en número, por lo que pidió a las personas que tenía bajo su mando que no bajaran las armas y que se identificaran como elementos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS).
La declaración del propio Caro Quintero al Ministerio Público fue que él mismo pactó con el comandante la entrega de 60 millones de pesos para que lo dejara huir. Esa versión es corroborada con la de Gerardo Ramón Torres Lepe, quien asegura que él fue la persona que entregó el dinero días después.
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