Falta de datos de salud desglosados de la comunidad asiática genera desigualdades en atención médica

Se necesita también promover la participación de las comunidades en las investigaciones y estudios

Hace falta financiamiento para obtener información de salud sobre los diferentes grupos asiáticos en Estados Unidos. (Cortesía Kasey N. Pham)

Hace falta financiamiento para obtener información de salud sobre los diferentes grupos asiáticos en Estados Unidos. (Cortesía Kasey N. Pham) Crédito: Cortesía

Los estadounidenses de origen asiático y de las Islas del Pacífico (AAPI) son los grupos étnicos de más rápido crecimiento en el país y se proyecta que para 2050, sumen 34 millones, pero las investigaciones de salud en torno a los diferentes subgrupos étnicos de esta población están pobremente financiadas, lo que genera graves desigualdades en el cuidado de salud.

Durante la pandemia de covid-19, la falta de datos sobre los diferentes grupos de la comunidad AAPI, hizo imposible identificar quiénes tenían las tasas más altas de infección; y las más bajas de vacunación.

Durante la videoconferencia: “Claves para Combatir las Disparidades de Salud”, ofrecida por Ethnic Media Services, se dio a conocer un informe con los datos más recientes sobre los indicadores de salud de la comunidad AAPI; y varios expertos dijeron que un enfoque único de salud para todas las personas de origen asiático, se queda corto e incluso puede conducir a daños inadvertidos.

El doctor Bryant Lin, un médico chino-americano, cofundador en 2018 del Stanford Center for Asian Health Research and Education (CARE), habló del caso de un paciente de 74 años que sufre de gota, una enfermedad inflamatoria muy dolorosa, y al darle un medicamento desarrolló una severa reacción en la piel.

“Tuvo que ser hospitalizado, y al ver la etiqueta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el medicamento Allopurinol, no se menciona que los descendientes chinos, tienen una reacción muy alta de reacción en la piel”.

Algo – dijo – que es muy común en Asia, pero no es ampliamente conocido en Estados Unidos.

Señaló que en un estudio PEW de 2020, solo se incluyó a 278 asiático-americanos, pero no los dividieron por subgrupos étnicos. “Cuando nosotros hicimos nuestro estudio, incluimos a 2,000 y encontramos una enorme diferencia entre los subgrupos asiáticos”.

Reveló que un hallazgo muy importante de su estudio, es que al dividir en subgrupos, descubrieron que las causas principales de muerte entre hombres y mujeres son muy diferentes entre los subgrupos asiáticos. 

“Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte entre los indios-asiáticos; y entre los chinos, coreanos y vietnamitas, el cáncer”.

Por tanto, indicó que la división racial es realmente relevante para obtener una idea fina del riesgo de enfermedad en los diferentes grupos de pacientes.

“Es realmente importante entender esto. Necesitamos mejor información sobre los asiático-americanos, y necesitamos dividir por subgrupos

El doctor de medicina familiar Winston Wong, presidente del National Council of Asian Pacific Islander Physicians, dijo que el desglose de datos es fundamental más allá de los asiático-americanos, y en particular con respecto a los habitantes de las Islas del Pacífico y a los nativos hawaianos.

“Hasta que tengamos el tipo de voluntad, apoyo político y defensa, las historias con respecto a nuestros diferentes subgrupos no saldrán a la luz”.

Subrayó que la falta de datos tiene un impacto profundo en la salud y genera desigualdades entre nuestra comunidad

“Durante la pandemia, en los primeros seis meses, puedo decirles que solo un puñado de 25 estados no identificaron a los estadounidenses de origen asiático como un grupo separado en relación con la incidencia, la hospitalización y la muerte”.

Precisó que cerca de 20 estados reportaron inicialmente estadísticas sobre covid de los asiático-americanos.

“Por ejemplo, en Nueva York, el grupo más grande de personas en el sistema de hospitales públicos era en realidad de estadounidenses de origen chino”.

Si bien los latinos y afroamericanos fueron los más impactados, los micronesianos en Arkansas presentaron la tasa más alta de muertes en Arkansas, por encima de los afroamericanos.

“Logramos por lo menos que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades requirieran a los estados, reportar sobre los asiático-americanos de las Islas del Pacífico y los nativo-hawaianos”

El doctor Van Ta Park, profesor de la escuela de enfermería de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), dijo que es muy importante la división de los datos por grupos para combatir las disparidades de salud entre las poblaciones asiático-americanas, y las de las Islas del Pacífico y los nativos hawaianos.

Una de las principales razones por la que no vemos mucha división de datos es porque no hay mucha participación en la investigación por parte de nuestras comunidades”.

Un artículo encontró que en más de 25 años del presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el mayor patrocinador federal de los proyectos de investigación, los fondos destinados para estudiar a la comunidad asiático-americana, de las Islas del Pacífico y nativos hawaianos fue apenas del 17%.

“Cuando observamos los centros de investigación de la enfermedad de Alzheimer en nuestro país, nuevamente financiados por los NIH, solo el 2.7 % fueron identificados como participantes de la comunidad NHPI. Se trata de un grave problema de financiamiento y representación insuficiente”.

Dijo que por supuesto, se necesitan personal bilingüe y bicultural para atender las diferencias lingüisticas.

“También necesitamos fondos para brindar educación y divulgación sobre qué es la investigación, y por qué es importante participar.”

Thu Quach, PhD, presidente de Asian Health Services, nacida en Vietnam y criada en el área de la Bahía de San Francisco, dijo que por 5 décadas han proporcionado cuidado de salud médica, dental y mental a 50,000 pacientes en inglés y en 14 idiomas como cantones, mandarín, vietnamita, coreano, mongolian corano y tagalog.

“Estos idiomas demuestran la diversidad de nuestras poblaciones por las que debemos continuar abogando para asegurar que la comunidad obtenga el derecho a la atención médica, cultural y lingüísticamente competente”.

Y recordó que cuando covid-19 llegó, las disparidades ya estaban presentes.

“Nuestra población asiático-estadounidense fue simultáneamente culpada por el virus e ignorada en lo que respecta a los servicios, debido a las narrativas racistas que fueron predominantemente emitidas por la administración anterior que vinculó a los asiáticos como causantes del virus a muchos asiático-estadounidenses”.

Hizo ver que gran parte de ese problema radica en la falta de datos para la comunidad AAPI.

“Hemos estado abogando por datos desglosados ​​por etnia de raza, que no solo resalten las disparidades ocultas dentro de grupos específicos, sino que también informen sobre intervenciones efectivas en la práctica”.

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