Centro para sobrevivientes de violencia doméstica y trata reitera sus servicios a la comunidad de Orange

El WTLC ayuda con los recursos necesarios para que las personas vuelvan a su independencia total

Centro para ayudar a sobrevivientes de violencia doméstica y trata en Fullerton. (Jacqueline García/La Opinión)

Centro para ayudar a sobrevivientes de violencia doméstica y trata en Fullerton. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

María Aguiar había enfrentado varios años de violencia doméstica en el hogar cuando finalmente se armó de valor y decidió dejar a su abusador esposo en el 2008. Para ella fue difícil tomar la decisión ya que como madre de cuatro hijos, dueña de su casa en la ciudad de Santa Ana y con un empleo estable, el cambio afectaría a todos.

Sin embargo, la situación con un esposo alcohólico era tan desagradable que pese a que no era violentada físicamente, el abuso verbal la estaba consumiendo después de casi 20 años de casados.

“Pero llega el momento en que dices, ya no se puede porque eran años de estar viviendo así”, contó Aguiar, quien ahora tiene 53 años.

Ella tenía un buen trabajo en el condado de Orange y pidió unos días de vacaciones. Tuvo una operación que no fue muy grave, pero en cuanto salió del hospital tomó a sus dos hijos menores, de 13 y 4 años y se fue para no volver.

Poco antes ella ya había comenzado un plan para divorciarse de su esposo, aunque no se animaba a dar el paso principal que era salirse del hogar.

Inicialmente, dudó en dejar su hogar, el cual habían comprado como pareja. Este contaba con tres propiedades y parecía ser una buena inversión. No obstante, el maltrato era mucho mayor que Aguiar decidió irse sin pensarlo más.

“Dejé todo en mi casa. Empecé de cero”, indicó Aguiar.

Así fue como llegó por primera vez al Women’s Transitional Living Center, Inc. (WTLC), en la ciudad de Fullerton, donde le abrieron las puertas del refugio de emergencia.

El WTLC está localizado en el centro de Fullerton, donde hace muchos años fue el hospital de Fullerton. Actualmente funciona como un centro de recursos para las personas que sufren de violencia doméstica y trata de personas, pero hasta hace unos años era el refugio de emergencia donde llegó Aguiar.

María Aguiar es sobreviviente de violencia doméstica. (Jacqueline García/La Opinión)
Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

Contó que inmediatamente le dieron un cuarto para compartir con otras dos mujeres. Pese a que su hija de 13 años estaba dudosa de quedarse fuera de su hogar, su niño menor estaba feliz de dormir en un nuevo lugar lejos de los gritos y el abuso verbal.

“Duré un mes y medio en el refugio…, en ese momento yo aproveché todos los programas que ofrecían”, contó. “Tenía que armarme de valor por mis hijos, él era alcohólico y no era saludable que estuvieran viviendo así”.

Una vez que fue trasladada a una vivienda transicional. Ahí duró ocho meses antes de recibir una vivienda considerada permanente.

“En ese momento fue cuando me independicé y hasta la fecha siento que ha sido un proceso muy tremendo y favorable”, dijo Aguiar.

La semana pasada regresó para apoyar a la organización que tanta ayuda le brindó en sus momentos de desesperación y miedo; además, la joven madre, quien se ve muy segura de ella misma, también celebró el trabajo que la organización continúa haciendo con más personas.  

WTLC es el programa de violencia doméstica más antiguo del condado de Orange y el tercero más antiguo de la nación. El jueves realizó su jornada anual de puertas abiertas para que varias entidades, grupos e individuos vieran el trabajo que realizan y cómo pueden ayudar a los sobrevivientes de violencia doméstica y trata de personas.

La organización fue fundada en 1976 como resultado de un estudio de evaluación de necesidades de mujeres maltratadas en el condado de Orange. Para el 2017, WTLC movió su programa de refugio hacia una localidad segura y no abierta al público, mientras que el edificio original, localizado sobre la calle Amerige, se convirtió en el actual centro de WTLC.

A este lugar pueden llegar tanto los sobrevivientes para buscar el programa de vivienda como la comunidad para acceder a los servicios que necesitan para establecer una vida segura. Los servicios ahora llegan a más de 1,100 sobrevivientes en la comunidad cada año, una población que no estaba siendo atendida antes.

El centro cuenta con varias oficinas, así como cuartos de terapia individual, en grupo, para adolescentes y niños así como cuartos de visitas supervisadas por la corte para cuando los padres quieran ver a sus hijos.

Recibió ayuda y ahora regresa como profesional

Otra invitada que llegó al centro de WTLC fue Yanira Casasola, una mujer quien desde el pasado mes de abril ha visitado el centro una vez al mes para dar servicios dentales gratis a los sobrevivientes que asiste la organización.

Casasola dijo que siente un aprecio muy grande por esta organización. Ella tenía alrededor de 9 años cuando llegó en busca de ayuda junto a su madre, después de enfrentar años de violencia doméstica en el hogar.

“Éramos mi mamá, mis dos hermanas de 1 y 2 años de edad y yo”, dijo Casasola. “No me acuerdo muy bien de todo, pero sí recuerdo que en este lugar es a donde llegamos a vivir y fue un lugar donde me sentía segura”.

Yanira Casasola, sobreviviente de violencia doméstica, visita el centro WTLC donde recibió apoyo. (Jacqueline García/La Opinión)
Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

La joven de 33 años explicó que la violencia doméstica era por parte de su padre, quien las obligaba a mudarse de hogar constantemente. En ocasiones lo más que llegaban a tener era un cuarto solamente.

“Y aquí [en WTLC] teníamos cocina, un área de juegos y muchos cuartos. Yo veía que la estabilidad era muy buena”, recordó Casasola, quien pudo continuar sus estudios no obstante el abuso. “Este siempre fue un lugar muy seguro y cómodo para mí. Aquí yo tenía ese ambiente hogareño, algo que no teníamos antes”.

El recibir su madre un hogar más estable, eso le permitió a su familia estabilizarse un poco más. Ella pudo continuar sus estudios y se tituló como proveedora de salud con énfasis en la higiene dental. Agregó que ahora se apasiona mucho por ayudar y proveer servicios para la población con menos recursos.

“Principalmente con los latinos que no tienen la información adecuada porque yo lo viví. Creo que cuando están mudándose muy a menudo lo que menos piensan es en visitar a un dentista”, indicó.

Al igual que Aguiar, Casasola subrayó que el centro le trajo muy buenos recuerdos y mediante su profesión espera continuar ayudando por muchos años, principalmente a las personas que más lo necesitan.  

Agregó que trata de llegar al centro aproximadamente una vez por mes y le da mucha alegría poder dar algo de regreso al lugar que tanto le ayudó.

“Creo que cuando eres una profesional y aprendes a devolver algo de lo que sabes a tu comunidad, tu trabajo no solo es un empleo, es un trabajo con propósito”, dijo Casasola.

El centro

Adriana de la Torres, supervisora de vivienda en WTLC, dijo que actualmente están sirviendo alrededor de 35 personas sobrevivientes de violencia doméstica y trata de personas.

Explicó que el centro cuenta con un refugio de emergencia y apartamentos de vivienda temporal.

Centro para ayudar a sobrevivientes de violencia doméstica y trata de personas en Fullerton. (Jacqueline García/La Opinión)
Crédito: Jacqueline García/La Opinión | Impremedia

Estas viviendas son apartamentos de una recámara donde usualmente caben dos familias y viven por un período de aproximadamente 50 días.

“Cuando las familias están listas para independizarse a una vivienda sola, les apoyamos y ayudamos”, dijo de la Torre.

WTLC les ofrece planeación de seguridad, así como las herramientas necesarias para enfrentar cada situación.

También ayudamos a aquellos que causan daño en las situaciones de violencia doméstica y trata de personas. Además, el año pasado solamente el WTLC ayudó a 21 veteranos con trastorno de estrés postraumático (PTSD) y otros problemas relacionados con la violencia doméstica.

Actualmente el WTLC está construyendo Hope House, una casa independiente de cuatro recámaras, todas adyacentes al centro, que acomodará de 16 a 20 sobrevivientes por hasta 24 meses. Los sobrevivientes no pagarán ni un centavo de su bolsillo por vivir ahí y recibirán los recursos necesarios para volver a ser completamente independientes.

De la Torre dijo que todos estos servicios son financiados mediante subvenciones  y donaciones.

Las personas que necesitan ayuda y por cualquier razón no se pueden quedar en el centro de WTLC son referidas a cualquiera de los otros siete centros de recursos para familias que hay en el condado de Orange.

Si usted o alguien que conoce necesita apoyo puede llamar a la línea bilingüe de ayuda, disponible las 24 horas al día, al (877) 531-5522 o por correo a love@wtlc.org

Para saber más acerca de WTLC y sus servicios visite: www.wtlc.org

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