El último informe mundial de Unicef sobre la infancia y el SIDA-HIV asegura que alrededor de 2,8 millones de niños y adolescentes entre 0 y 19 años en el mundo viven con esta enfermedad, lo que representa el 7% del total de infecciones registradas en 2021.

Además, destacan que las patologías asociadas a esta enfermedad causaron la muerte de 110.000 niños y adolescentes (una media de 300 fallecimientos al día), hasta alcanzar el 17% de la mortalidad total.

Unicef denunció que “los avances en la prevención y el tratamiento del VIH en niños, adolescentes y mujeres embarazadas se han estancado prácticamente en los tres últimos años”.

Además, reprocharon que muchos países aún no han alcanzado la cobertura de servicios que tenían antes de la pandemia de covid-19.

En su página web señalan que la lucha para acabar con la epidemia se encuentra en un momento decisivo. A pesar de que en las últimas décadas se han logrado numerosos avances y se han salvado millones de vidas, la crisis sanitaria, agravada por la pandemia de COVID-19, ha puesto de manifiesto las desigualdades en relación con la disponibilidad y la calidad de los servicios de salud esenciales.

La institución explica que el VIH afecta a cada género, grupo de edad y cultura de manera distinta, por lo que los programas deben ajustarse a cada contexto.

“Lo que funciona para las niñas adolescentes de una comunidad rural es diferente de lo que funciona para las que viven en una ciudad o para los adolescentes u otras personas que se inyectan drogas”, señalan.

Reiteran que las intervenciones más efectivas, equitativas y sostenibles en materia de VIH son aquellas en las que los derechos humanos de las comunidades afectadas por la enfermedad se consideran la prioridad absoluta.

Aumento de la pobreza

La Dra. Mary Otieno, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) y atribuye el aumento de nuevas infecciones a la pobreza, que según ella ha aumentado la vulnerabilidad de las adolescentes y las mujeres al VIH.

“Especialmente cuando se suma por las desigualdades entre hombres y mujeres, ya que las mujeres pobres que dependen económicamente de los hombres no tienen más remedio que aceptar prácticas que las ponen en riesgo de contraer el VIH”, dijo al medio ugandés Monitor.

Informó que dos tercios de las nuevas infecciones en 2021 fueron entre mujeres en comparación con hombres. Entre las jóvenes adolescentes de 15 a 24 años, casi cuatro de cada cinco nuevas infecciones ocurrieron entre mujeres jóvenes.

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