Vendedores ambulantes demandan a la Ciudad de Los Ángeles por prohibirles trabajar en destinos populares
Argumentan que la ordenanza municipal viola la ley estatal que legalizó las ventas callejeras
Vendedores ambulantes del área de Hollywood presentarán este miércoles 7 de diciembre una demanda contra la Ciudad de Los Ángeles por prohibirles trabajar en las aceras de los destinos turísticos más populares, y con ello violar la ley estatal de 2018 que legalizó las ventas callejeras en California.
“Son decenas de miles de vendedores ambulantes los que han sido afectados con esta ordenanza municipal de las zonas de no ventas. Es un plan injusto para quitarle a estos trabajadores, en su mayoría mujeres inmigrantes, el derecho a trabajar y llevar el sustento a sus familias”, dijo el abogado Juan Espinoza de Public Councel, una de las organizaciones que presentará la demanda junto con la firma legal Arnold & Porter Kaye Scholer LLP.
Y criticó que además a los restaurantes bajo el programa Al Fresco, la Ciudad de Los Ángeles si les haya permitido ya de manera permanente extender sus mesas a las banquetas, en un radio de 5 pies alrededor de sus negocios, mientras que a los vendedores ambulantes les han puesto restricciones para establecerse y operar a 500 metros de ciertas áreas comerciales.
“Es claro que la Ciudad está violando la ley que legalizó y despenalizó las ventas ambulantes, Lo que queremos con esta demanda que se presentará en la Corte Suprema de California, es que se eliminen las zonas de exclusión en las que se prohíbe a los vendedores de la calle trabajar”.
El mismo año en el que California legalizó las ventas ambulantes, la Ciudad de Los Ángeles aprobó una ordenanza que estableció ocho áreas en las que se prohíbe trabajar a los vendedores callejeros en grandes sectores como el Paseo de la Fama de Hollywood, LA Live, el estadio de los Dodgers y Universal Studios.
La ordenanza municipal prohibe también que los vendedores ambulantes operen a 500 pies de los mercados al aire libre, tianguis y fuera de los sitios de conciertos, lo cual se indica en la demanda, es también una violación a la SB 946.
En la querella se establece que la Ciudad de LA favorece a las tiendas tradicionales con estas regulaciones, animándolas a ocupar amplias secciones de las banquetas en las mismas locaciones donde las ventas callejeras están prohibidas.
“Este tratamiento es discriminatorio y viola las garantías constitucionales estatales y federales”, se dice en la demanda.
Los demandantes incluyen a los vendedores ambulantes Merlín Alvarado y Ruth Monroy así como a las organizaciones Community Power Collective, East LA Community Corporation, Inclusive Action for the City.
De acuerdo a la demanda, los vendedores ambulantes son parte de la estructura cultural, económica y social de Los Ángeles y merecen el mismo acceso a las oportunidades económicas como otros pequeños negocios en la Ciudad.
Pero además establecen que las zonas que prohíben las ventas ambulantes y otras regulaciones de exclusión dañan a los vendedores y los hacen blanco de acciones agresivas policiacas por parte de StreetsLA, la agencia encargada de hacer cumplir la ordenanza del comercio en banquetas.
Este continuo accionar para hacer cumplir las regulaciones exclusionarias previene a los pequeños negocios de tener éxito, se indica en la acusación.
Merlin Alvarado ha trabajado como vendedora de frutas y hot dogs en el bulevar Hollywood por 7 años. Paga un permiso anual a la Ciudad y $300 al mes por la renta de la comisaría donde guarda su carrito.
Desde que la ordenanza de la Ciudad fue aprobada, Alvarado ha recibido 30 multas por vender en las zonas donde se prohíbe el acceso a los vendedores ambulantes.
En una ocasión, recibió dos multas separadas por correo como consecuencia de vender en dos zonas prohibidas el mismo día, a una hora de distancia.
En otro momento, fue físicamente perseguida por un investigador del Buró de Calles después de trabajar en la zona de prohibición de ventas callejeras de Hollywood, y otra más al norte por operar a 500 metros de una zona prohibida.
Merlín dijo a La Opinión que los vendedores ambulantes siempre han trabajado bajo mucho estrés por miedo a las multas y al decomiso de sus productos por parte de la policía y las agencias de gobierno.
Pero tras luchar años, vivieron un momento de gran júbilo cuando se aprobó la ley que legalizó las ventas ambulantes.
Sin embargo, como la ley estipulaba que cada Ciudad tenía que emitir sus propias reglas, los concejales produjeron una ordenanza que estableció 8 zonas donde se prohíbe que los vendedores ambulantes trabajen
“Casualmente son las áreas donde se dan las mayores ventas para los vendedores ambulantes”, dijo el abogado Espinoza.
Merlín sostuvo que es muy frustrante luchar tantos años por una ley de legalización para luego darse cuenta que la Ciudad de Los Ángeles, los excluye de trabajar legalmente.
“Vendes $100 y te dan $200 de multas”, dijo molesta; y explicó que de sus ventas ambulantes sobreviven una familia de 5, en su mayoría inmigrantes de Honduras.
Esta vendedora ambulante dijo que ellos están dispuestos a dialogar con las autoridades de la Ciudad de Los Ángeles para llegar a un acuerdo que les permita trabajar.
“Queremos que escuchen nuestras necesidades y hacer un plan de trabajo junto con ellos. Lo único que queremos es que nos dejen trabajar. No se olviden que por cada vendedor, hay una familia que necesita comer”.
Las multas que ha recibido de la Ciudad por operar en una zona de “no venta”, junto con el acoso y las represalias experimentadas por parte de los funcionarios municipales, le han dificultado a Merlin, operar su negocio de manera constante y pagar sus gastos.
Ruth Monroy, otra de las demandantes es una vendedora de frutas y hot dogs que ha trabajado en el bulevar Hollywood por casi 5 años.
Desde que la ordenanza municipal fue aprobada, ha recibido múltiples avisos de violación que han incluido amenazas de decomiso de su equipo de venta si continúa trabajando en una zona prohibida para los ambulantes.
Las notificaciones y avisos de advertencia de los funcionarios municipales con relación al decomiso de su equipo de venta han hecho difícil para Monroy trabajar de manera constante.
Las ventas callejeras representan una industria de $504 millones en Los Ángeles. Cada año, 50,000 micronegocios se establecen en las banquetas de la ciudad, según el Buró de Servicios de la Calle.
Tres cuartos de los ambulantes venden mercancía como ropa y accesorios para teléfonos; y otros 10,000 se ganan la vida con la venta de hot dogs envueltos con tocino, tamales, helados, y comida callejera.
Este jueves 8 de diciembre a las 10:00 am, habrá una conferencia de prensa, seguido por una demostración y una marcha en el 6901 del bulevar Hollywood de Los Ángeles, junto a la estación del metro Hollywood/Highland en la que vendedores ambulantes y organizaciones que los apoyan, presentarán la demanda contra la Ciudad de Los Ángeles.