Hombre con explosivo de la Primera Guerra Mundial alojado en el recto provoca alarma de bomba y evacuación en un hospital
Un anciano de 88 años se presentó en un hospital de Toulón, Francia para que le extrajeran del recto un proyectil de 8 pulgadas de largo que aparentemente introdujo para placer sexual
Los médicos se vieron obligados a llevar al anciano a cirugía, abriéndole el abdomen para extraer la reliquia. Crédito: THOMAS SAMSON | AFP / Getty Images
Un hospital francés fue parcialmente evacuado el sábado después de que un anciano llegó con un proyectil de artillería de la Primera Guerra Mundial alojado en su recto.
El paciente de 88 años visitó el Hospital Sainte Musse en Toulón para que le quitaran el explosivo antiguo, pero en lugar de eso provocó una “amenaza de bomba”, informó la publicación francesa Var-Matin.
“Se presentó una emergencia desde las 9 p.m. hasta las 23:30 el sábado por la noche que requirió la intervención del personal de desactivación de bombas, la evacuación de emergencias pediátricas y de adultos, así como el desvío de emergencias entrantes”, declaró un portavoz del hospital.
“Tuvimos que gestionar el riesgo en un marco reactivo”, agregó el representante. “En caso de duda, tomamos todas las precauciones”.
El armamento de la Primera Guerra Mundial medía casi 8 pulgadas de largo y más de 2 pulgadas de circunferencia.
Los expertos en desactivación de bombas en la escena determinaron que había pocas posibilidades de que el proyectil explotara dentro del hombre.
“Nos tranquilizaron diciéndonos que era una pieza de colección de la Primera Guerra Mundial, usada por el ejército francés”, afirmó el hospital.
Posteriormente, los médicos atónitos comenzaron el proceso de tratar de extraer el objeto, que medía casi 8 pulgadas de largo y más de 2 pulgadas de ancho, del recto del hombre.
Se cree que el paciente pervertido insertó el artículo en su ano por placer sexual.
“Una manzana, un mango o incluso una lata de espuma de afeitar, estamos acostumbrados a encontrar objetos inusuales insertados donde no deberían estar”, declaró un médico. “¿Pero un proyectil? ¡Nunca!”
Los médicos se vieron obligados a llevar al anciano a cirugía, abriéndole el abdomen para extraer la reliquia.
Según el hospital, ahora goza de “buena salud” y se espera que se recupere por completo de la cirugía.
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