Caos en aeropuertos obliga a extraños a rentar autos para viajar juntos por carretera

Angelino cuenta la estresante experiencia que vivió para regresar de Oakland a Los Ángeles, y estar a tiempo en Nochebuena y Navidad en su casa

Passengers wait to board a Norse Atlantic Airways inaugural flight to Oslo, Norway from Los Angeles International Airport (LAX) in Los Angeles, California, on August 10, 2022. (Photo by Patrick T. FALLON / AFP) (Photo by PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images)

Miles de pasajeros vieron suspendidos sus vuelos durante la Navidad. (Getty Images) Crédito: PATRICK T. FALLON | AFP / Getty Images

A primera hora del viernes 23 de diciembre, Juan José Gutiérrez abordó un avión de la línea aérea Southwest rumbo a Oakland, California con regreso a Los Ángeles ese mismo día por la noche. Se trataba de un viaje de negocios de unas cuantas horas.

Nunca imaginó que las tormentas invernales de la costa este del país provocarían tal caos aéreo que se vería forzada a retornar a Los Ángeles no en la comodidad de su vuelo sino en un automóvil de renta, acompañado por 5 completos extraños que conoció en el aeropuerto, para celebrar a tiempo la Nochebuena y la Navidad con su familia.

“Mi vuelo de regreso de Oakland estaba pautado para las 7:30 de la tarde del 23 de diciembre, pero ya en el aeropuerto me dijeron que estaba retrasado y saldríamos a las 8:20 de la noche. Pero de nuevo, anunciaron otra demora y ahora saldríamos a las 9:20 pm”.

Sin embargo, al aproximarse la hora de salida les informaron que el vuelo se había cancelado definitivamente.

“En ese momento nos mandaron a hacer una línea en un mostrador donde nos darían alternativas de los siguientes vuelos. La línea era inmensa, pero después de una angustiosa espera me dieron la opción de tomar un vuelo a Phoenix a las 10:20 p.m. para de ahí volar a Los Ángeles”.

Cerca de la medianoche, al llegar a Phoenix, Juan José se topó con la noticia de que el vuelo a Los Ángeles se había cancelado también; y que ahora la única opción era volar a Las Vegas, y de ahí a la urbe angelina.

Ya en la ciudad de la eterna diversión, Las Vegas, no tuvo problemas para encontrar un vuelo que lo traería a su casa en Los Ángeles.

“Era un avión grande que se llenó rápidamente. Lo abordamos felices, más aquellos que ya llevaban varios días varados en el aeropuerto. Me tocó la ventanilla; y por fin, pude suspirar aliviado. La sobrecargo nos pidió darle las gracias al capitán porque había accedido llevarnos a Los Ángeles, aún cuando ya había terminado su jornada”.

Pero cuando Juan José creía que ya podía soltar el cuerpo y empezaba a quedarse dormido, esperando a que despegara la nave aérea, la voz de la sobrecargo lo despertó con la desagradable noticia de que el capitán decidió no viajar a Los Ángeles.

No hubo mayores explicaciones, solo que por esa noche ya no habría vuelo a Los Ángeles, y los pasajeros debían desocupar el avión.

“Era incomprensible. Ya todos estábamos en nuestros asiento. El avión estaba listo: Los pilotos, el equipo, y de repente cancelan”.

Sobrevino entonces una desesperación colectiva. Ya era de madrugada.

“Regresamos a hacer grandes filas en los mostradores cuando el personal nos anunció por el altavoz que su turno se les había acabado y tenían que irse a sus casa, y en consecuencia debíamos esperar a que entrara el otro equipo de trabajo.

Dice que no sabe ni cómo, pero se encontró a dos latinos que hablaban de rentar un carro para regresar juntos a Los Ángeles.

“Yo me sumo”, les dije; y otra señora que llevaba una niña de 5, 6 años, también alzó la voz para unirse”.

Así fue como se armó un grupo con los desconocidos viajeros, que enfadados y desesperados salieron del aeropuerto de Las Vegas y abordaron un shuttle que los llevó al sitio de las arrendadoras de autos.

“Después de esperar nuestro turno en la fila, Avis nos cotizó $520 por una Van para entregarla en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles; se nos hizo mucho y fuimos a preguntar a Budget. Salió peor, nos querían cobrar $946. Y no es que no hubiera carros de alquiler, había una flotilla grande de autos, pero era obvio que los negocios de renta estaban haciendo su agosto, aprovechando el desorden aéreo”.

Ante el desorbitante cobro que les querían hacer en Budget, regresaron apurados a Avis, y rentaron la MiniVan por $520.

“Nos tocó $125 por persona. Yo le di además a la persona que puso su tarjeta de crédito, 20 dólares para la gasolina”.

Todo desvelado, Juan José dice que llegaron al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles cerca de las 10 de la mañana, y pasó a recoger su carro que había dejado ahí estacionado.

“Los $35 que iba a pagar por unas horas de estacionamiento, se convirtieron en $112”.

Al final después de esa experiencia dice que pudo llegar a su casa para disfrutar la Nochebuena y la Navidad con su familia y su anciana madre.

“Pero todos los viajeros, vivimos esa noche una experiencia muy estresante y frustrante. ¡Fue horrible!”.

Y fue hasta el mediodía del 24 de diciembre, cuando ya estaba en Los Ángeles que recibió un mensaje de texto de Southwest para informarle que su vuelo había sido reprogramado para el lunes 26 de diciembre a las 5:10 am.

“¡Qué barbaridad! esta gente pensaba que yo iba a dormir tres noches en el aeropuerto de Oakland, y pasar ahí la Nochebuena y Navidad”.

Para muchos viajeros como Juan José, la víspera de la Navidad se convirtió en una pesadilla debido a la cancelación de miles de vuelos debido a las tormentas invernales y problemas de personal que causaron un caos a lo largo de Estados Unidos.

La mayoría de las grandes aerolíneas cancelaron o retrasaron miles de vuelos. Hasta este lunes, Southwest Airlines había cancelado al menos el 70% de los vuelos, más de 2,600.

Southwest canceló también 62% de sus vuelos para martes y miércoles.

En un comunicado, Southwest reconoció como inaceptable el rezago en sus vuelos provocado por el mal tiempo.

“Estamos trabajando, poniendo por delante la seguridad para abordar urgentemente las interrupciones a gran escala, reequilibrando la aerolínea, reposicionando las tripulaciones y nuestra flota para servir mejor a todos los que planean viajar con nosotros”.

Dijeron que contaban con todo el personal y estaban preparados para el próximo fin de semana festivo cuando el clima severo se extendió por todo el continente donde Southwest es la aerolínea más grande en 23 de los 25 principales mercados de viajes en Estados Unidos.

“Estas condiciones operacionales nos forzaron a hacer cambios diarios a nuestro horario de vuelos a un volumen y magnitud, y todavía tenemos las herramientas para recuperarnos y operar a plena capacidad”.

Mientras se recuperan, tomaron la decisión de continuar funcionando en un horario reducido, en un tercio de su horario para los próximos días.

“Estamos trabajando para llegar a los Clientes cuyos planes de viaje cambiarán. Para ofrecerles información específica y opciones disponibles, pueden consultar en: Southwest.com/traveldisruption.

“Con ninguna otra preocupación mayor que la seguridad, compartimos la meta de cuidar de cada uno de nuestros clientes. Reconocemos que fallamos y sinceramente nos disculpamos”.

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