El perdón: un acto de amor propio que le sienta bien a tu salud física y mental

No es siempre fácil perdonar, es mucho más fácil decirlo que hacerlo y, por lo general, supone un gran reto

perdonar ayuda a la salud

Perdonar es muy bueno tanto para la salud mental como para la salud física Crédito: Shutterstock

Ya estamos por finalizar el 2022 y al llegar un nuevo año debemos tratar de dejar a un lado todos los rencores. A veces tratar de renovar el alma y el espíritu viene acompañado de poder perdonar. Este acto, en algunas ocasiones, nos cuesta porque, al hacerlo, creemos que le quitamos importancia al daño que nos han hecho, asumimos que estamos minimizando la gravedad de la injusticia o de la ofensa. De hecho, nos resistimos a ello porque entendemos que si lo hacemos la persona que nos hirió se habrá salido con la suya. A veces, el perdón puede ser confundido como una forma de condonación, en la que se asimila lo que ha pasado sin tomar represalias. Pero el perdón es mucho más que eso. Perdonar implica desprenderse de lo que ha pasado.

No siempre es fácil perdonar, es mucho más fácil decirlo que hacerlo y, por lo general, supone un gran reto, pero, en cualquier caso, perdonar es muy bueno tanto para la salud mental como para la salud física.

El perdón le hace bien al corazón

Literalmente, el perdón le sienta bien a la salud de nuestro corazón. En este sentido, un estudio de la revista Journal of Behavioral Medicine encontró que el perdón se asocia con una menor frecuencia cardíaca y una menor tensión arterial. Este mismo estudio descubrió que perdonar ayuda también a aliviar el estrés.

Otros de los beneficios más conocidos son la mejora del sueño y la reducción del dolor físico. También se habla de la mejora en personas que sufren de migraña y del fortalecimiento del sistema inmunitario.

Otro estudio posterior ha asociado el perdón con cinco medidas de salud, en cuanto a síntomas físicos, medicamentos utilizados, calidad del sueño, fatiga y quejas somáticas. Parece que la reducción del efecto negativo y los síntomas depresivos que produce el rencor, fortalece la espiritualidad, la gestión de conflictos y el alivio del estrés, por lo que el impacto del perdón tiene un efecto significativo en la salud en general.

A nivel emocional se encuentran también muchos beneficios del perdón. Los más importantes son la mejora de la autoestima y de los estados depresivos, así como el desarrollo de la empatía, la paz mental y la tolerancia.

El perdón alarga la vida

Otro estudio examinó múltiples tipos de perdón como predictores de mortalidad y posibles mecanismos psicosociales, espirituales y de salud de los efectos del perdón en la longevidad. Es decir, las personas que sienten que las han perdonado suelen tener una esperanza de vida mayor de forma indirecta (se cree que por la reducción del estrés crónico).

Por eso, y aunque estos resultados deben tomarse con precaución, recuerda que tu perdón también dejará descansar a aquellos que te hicieron daño. Ten siempre presente la diferencia entre cometer errores y perpetrar malos actos.

Un estudio publicado en el Personality and Social Psychology Bulletin, encontró que el perdón ayuda a restaurar los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos positivos hacia la parte infractora. Es decir, que el perdón restaura la relación a su estado positivo anterior.

Además, los beneficios del perdón pueden extenderse a las conductas positivas hacia otras personas fuera de la relación. De este modo, el perdón está asociado con más voluntariado, con más donaciones y actos de caridad, y otros comportamientos altruistas.

¿Cómo perdono?

El perdón es comprometerse a un proceso de cambio personalizado. Para pasar del sufrimiento al perdón, quizás tú:

-Reconozcas el valor de perdonar y cómo puede mejorar tu vida.

-Identifiques qué necesitas sanar y quién necesita ser perdonado, y por qué acción.

-Consideres unirte a un grupo de apoyo o ver a un consejero.

-Aceptes las emociones causadas por el daño que te hicieron y cómo afectan tu comportamiento, y te esfuerces en dejarlas atrás.

-Elijas perdonar a la persona que te ha ofendido.

-Te apartes de tu papel de víctima y liberes el control y el poder que la persona que te ofendió y la situación en que lo hizo han tenido sobre tu vida.

-Al dejar atrás tu resentimiento, dejarás de definir tu vida por la manera en que te hirieron. Quizás hasta encuentres compasión y comprensión.

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