Dramático cambio de vida para mujer que se quitó su tatuaje facial al que fue obligada por su ‘tóxico’ novio
Alyssa Zebrasky, quien se tatuó completamente el rostro en 2018 a instancias de un novio ”tóxico”, se retiró la tinta en 12 dolorosas sesiones de 30 minutos y logró rehabilitarse de las drogas
Alyssa Zebrasky fue arrestada en 2018 por cargos de hurto y posesión de drogas. Crédito: Mahoing County Sheriff | Cortesía
Una mujer de Ohio cuyas fotos policiales se volvieron virales por sus espeluznantes tatuajes de esqueleto y telaraña en la cara inició una transformación dramática después de someterse a agotadores tratamientos con láser para eliminar la tinta.
Alyssa Zebrasky, de 31 años, apareció en los titulares por primera vez en diciembre de 2018 después de que fue arrestada en Ohio por cargos de hurto y posesión de drogas.
Su foto policial mostraba su frente cubierta con un tatuaje de telaraña, junto con un diseño de calavera inspirado en el Día de los Muertos alrededor de sus ojos, mejillas, nariz y labios.
En abril de 2019, Zebrasky y su tinta macabra volvieron a ser noticia después de que la policía la detuviera nuevamente.
Pero ahora, más de tres años después, Zebrasky ha cambiado su vida después de completar un programa de rehabilitación ordenado por un tribunal.
Como parte de su proceso de recuperación, ha decidido deshacerse de todos los tatuajes que tiene en la cara en un intento por olvidarse de un ex novio.
Zebrasky dijo que había aceptado adquirir el sombrío arte corporal hace más de cuatro años mientras tenía una relación tóxica con su entonces pareja, quien en ese momento estaba en una pandilla a la que quería unirse. Para formar parte del grupo, el novio le dijo que necesitaba hacerse tatuajes en la cara.
La mujer pasó por debajo de la aguja durante dos arduas sesiones en junio de 2018, de las cuales salió luciendo como una pesadilla, informó Kennedy News.
Zebrasky se encontró bajo custodia policial tres veces en seis meses, incluido un incidente con su ex que resultó en una breve persecución policial, en la que la culparon de que “necesitaba ir al baño”.
Después de someterse a rehabilitación, Zebrasky decidió deshacerse de los tatuajes de forma permanente, por lo que recurrió a una organización benéfica con sede en Texas llamada INK-nitiatve, que ayuda a las personas a eliminar el arte corporal no deseado para tener un nuevo comienzo sin estigma.
Con el apoyo de su familia y su nueva pareja, con quien tiene “una relación más saludable” que jamás haya tenido, Zebrasky ha estado documentando su proceso de eliminación de tinta en las redes sociales.
“Mirando hacia atrás en esas fotos, me siento decepcionada conmigo misma”, dijo sobre sus anteriores fotos virales. “Pero tengo que recordar que no había trabajado en mí misma ni había tratado de aprender a amarme como lo he hecho ahora.
“Entonces me siento orgullosa porque el cambio es posible y es posible sanar y aprender cosas nuevas. Me gusta poder mirar hacia atrás y ver mi crecimiento personal”.
A pesar de tener tatuajes en todo el cuerpo, la trabajadora de maquinaria pesada Zebrasky solo quiere quitarse los de la cara y las manos debido a la asociación de estos con su ex, de quien dijo que la empujó a hacerse los tatuajes, e incluso eligió a los muertos del diseño.
“Al principio le dije que no y luego siguió hablando de eso. (Ahora creo que fue) para que nadie más me quisiera”, dijo.
La mujer de Ohio agregó que mientras estuvo en la cárcel, su entonces novio la visitó solo dos veces.
“Tengo que pensar en eso cada vez que me miro en el espejo”, dijo. “Empecé a sanar mentalmente de todo lo que pasé con él”.
La trabajadora de máquinas de 31 años dice que la gente la miraba donde quiera que iba, lo cual la hacía sentir incómoda.
Zebrasky comenzó el agotador proceso de eliminación de tinta en octubre de 2019 en Pittsburgh Removery como parte de su búsqueda para sentirse “normal” y ser considerada como tal por quienes la rodean.
“Entro en una tienda y la gente me mira. Me hace sentir incómoda”, dijo en un testimonio compartido en el sitio web de la clínica de eliminación de tatuajes. “Quiero que me miren como una persona normal. Vivir mi vida como todos los demás”.
Le dijeron a Zebrasky que necesitaría una docena de sesiones de 20 minutos para aclarar su rostro.
“Cuando comencé a ir, me hicieron las mejillas, la frente y las manos porque, como un tatuaje, tu cuerpo solo puede sanar una parte a la vez”, explicó. “Ahora las mejillas se han ido, pero aún no hemos comenzado alrededor de la boca”.
“El dolor inicial del láser lo relacionaría con tener una banda elástica rompiéndose contra la piel, así es como se siente el láser y luego duele durante 30 minutos”, dijo.
“Después se arremolina y hay un poco de dolor, casi como si derramaras aceite de la estufa en tu mano, eso es lo más cercano que puedo comparar con lo que se siente”, agregó.
Becca, una técnica de Removery quien ha trabajado con Zebrasky, declaró en el sitio web de la empresa que inicialmente estaba “intimidada” por la apariencia de su cliente.
“Nunca había visto tantos tatuajes en la cara de alguien”, dijo. “No sabíamos cuáles eran sus antecedentes; por qué fue a la cárcel”. Pero Becca dijo que pronto descubrió que la mujer de 31 años era “dulce” y “divertida”.
A medida que los tatuajes desaparecieron de su piel, Zebrasky dijo que ahora “aceptó” su rostro y espera que, al ser honesta sobre sus experiencias, ayude a otros en una situación similar.
“Durante mucho tiempo, sentí que no era libre. Como si tuviera que vivir de cierta manera debido a las cosas que estaban sucediendo en mi vida con la adicción y las autolesiones”, dijo Zebrasky en su testimonio. “Y ahora, siento que ya no tengo que vivir así. Puedo vivir mi vida, finalmente soy libre”.
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