El crimen organizado se infiltra en los sindicatos mexicanos… ¿desde cuándo?

Hace por lo menos una década que se denuncia la infiltración del crimen organizado en los sindicatos para hacer mancuerna en diversos tipos de actos ilícitos

El crimen organizado se infiltra en los sindicatos mexicanos

Crédito: ENRIQUE CASTRO | AFP / Getty Images

MEXICO.- El periodista Samuel Roa, fundador del portal noticioso Emsavalles.com, publicó un reportaje para arrancar el año al que tituló El sector cañero en la huasteca, la atractiva industria para sembrar terror sobre las extorsiones a una de las principales actividades agrícolas del estado de San Luis Potosí.

Días  después enviaron a su domicilio dos cabezas de cerdo a lado de pedazos de caña de azúcar. El comunicador entendió el mensaje: era una advertencia fúnebre, de que estaba “en capilla”, que se callara porque su vida estaba en peligro.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), América Latina fue la región más mortífera para los periodistas en 2022, con 44 homicidios, más de la mitad de todos los asesinados en el mundo.

Y México encabeza la lista de los países que registraron un mayor número de homicidios con 19 asesinatos, seguidos por Ucrania con diez y nueve en Haití.

Casi la mitad de los informadores fallecidos se encontraban de viaje, en sus domicilios, en aparcamientos y otros lugares públicos fuera de su lugar de trabajo. Una tendencia al alza durante los últimos años que, según la UNESCO, “implica que no existen espacios seguros para los periodistas, ni siquiera en su tiempo libre”.

La intimidación en contra de Samuel Roa la dio a conocer él mismo a través de redes sociales y llamó la atención por la cercanía de la información sobre las cuotas forzadas (extorsiones) que imponían grupos “facinerosos” como en todo el país, pero con una peculiaridad: la presunta colaboración de los sindicatos.

Lejos del lugar del conflicto, la prensa nacional con sede en Ciudad de México fue más directa: el crimen organizado se infiltró en las organizaciones gremiales. “Palacio Nacional y la Secretaría de Gobernación están advertidos del contexto en que se dio la aparición de la hielera en el domicilio de Roa”, editorializó el columnista Héctor de Mauleón.

LA ALIANZA

Hace por lo menos una década que se denuncia la infiltración del crimen organizado en los sindicatos para hacer mancuerna en diversos tipos de actos ilícitos: del narcomenudeo, al secuestro, despojo, extorsiones y cobros de cuotas.

En el  2015, el entonces secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete, reconoció el problema y prometió actuar. “No se oculta, al contrario, la autoridad está tomando cartas sobre el asunto para tener sindicatos limpios”, dijo. ““Los datos recibidos los pasamos a las instancias que se encargan de este tipo de investigación”.

No hubo resultados sobre esas pesquisas por parte de la entonces Procuraduría General de la República, sino hasta 2020, ya en el gobierno del actual presidente Andrés Manuel López Obrador y particularmente con Hugo Bello, líder del Sindicato Libertad, por lavado de dinero y en espera de otros procesos penales por homicidio, secuestro y extorsión.

El Sindicato Libertad mantiene el registro formal ante la Secretaría del Trabajo a pesar de los antecedentes de su líder y de otras denuncias por las distintas modalidades de extorsión y despojo en las que incurren sus agremiados, como recurrir a golpeadores y a incendios provocados y células armadas para amedrentar a los competidores y cobrar cuotas ilegales.

Poco antes de su detención, Hugo Bello, hizo un llamado a sus agremiados de involucrarse más en la política y abanderar, impulsar o financiar campañas en las regiones de su influencia como la Ciudad de México,  Estado de México,  Morelos y Oaxaca.

Eduardo Guerrero, analista en temas de seguridad de la consultoría Lantia, observó que el papel de los sindicatos se ha vuelto a lo largo de la historia se ha vuelto cada vez un negocio más turbio. Citó por ejemplo “las fabulosas fortunas” que amasaron en tiempos del Partido Revolucionario Institucional los líderes gremiales de maestros, petroleros o electricistas, a través de la coerción de votos.

Destacó que no era frecuente que se reportara que los líderes de estos grandes sindicatos tuvieran vínculos con narcotraficantes o que participaran en actividades criminales, fuera de aquellas indispensables para mantener su control sobre el sindicato y sus dineros.

“Sin embargo desde las elecciones más recientes se ha comenzado a configurar una nueva modalidad de relación entre política, sindicatos y crimen organizado”.

CAUSAS

Para Thomas Manz, director de la oficina en México de la Fundación Friedrich Ebert, la alianza entre el crimen organizado y los sindicatos es más vieja y una de las causas principales es la falta de democracia sindical.

“Incluso hay un sindicalismo muy cercano al crimen organizado”, denunció en 2012.

El precepto de “sufragio efectivo no reelección” tajante para el presidente de la República no se aplica a los sindicatos mexicanos  con el argumento de que se trata de la decisión de los trabajadores (aunque haya presupuesto público) y eso permite a los líderes sindicales adquirir conocimiento y control total de las operaciones  alcance del gremio.

En el último año, 467 conductores y unidades de taxi estuvieron involucrados en delitos de alto impacto en Quintana Roo, tales como narcomenudeo, secuestro, extorsión y ejecuciones. Sin embargo, los sindicatos locales “Lázaro Cárdenas del Río”, “Andrés Quintana Roo” y “Tiburones del Caribe”,  se deslindaron del tema.

Argumentos de que el dueño del vehículo había rentado éste a otros choferes o que se habían utilizado placas falsas aunque los números de las unidades filmadas en delitos.

La complicidad por conveniencia política es otra constante. En Morelos, Jesús Castillo, periodista del periódico La Unión, denunció al abogado Luis Manuel Rodríguez como “esbirro” del Sindicato Libertad para continuar con las operaciones del preso Bello porque la organización sigue considerándose legal a pesar de los antecedentes.

“El Sindicato Libertad sigue operando porque presume de tener dos millones de afiliados que pone a disposición de los políticos mejor posicionados, como lo hizo en las últimas elecciones”.

En el caso del periodista amenazado en San Luis Potosí, el gobernador del estado Ricardo Gallardo, anunció que no era el crimen organizado el responsable de éstas amenazas contra Samuel Roa sino que algunos líderes sindicales de los cañeros en contubernio con empleados del ingenio amenazaban habían copiado las prácticas de las organizaciones criminales derivadas del narcotráfico que se han especializado en la extorsión. Pero la investigación sigue.

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