El español mete en apuros a hijos y nietos de migrantes

La pérdida de la lengua de los padres o erosión lingüística compartida, como la denominan en algunas universidades en la Unión Americana, suele ser un común denominador entre los  inmigrantes de segunda y tercera generación

Francisco Zúñiga, con parte de su familia en Georgia. Foto: Cortesía.

Francisco Zúñiga, con parte de su familia en Georgia. Foto: Cortesía. Crédito: Francisco Zúñiga. | Cortesía

Mientras las estadísticas documentan que el español es el segundo idioma que más se habla en el mundo, después del chino mandarían y ocupa también el puesto dos en Estados Unidos, después del inglés, Francisco Zúñiga ve con preocupación la falta de interés de sus nietos. 

“Hasta principios del año 2000 era mal visto aquí en Georgia que habláramos español, pero ahora está bien”, cuenta este migrante oriundo de Durango de 61 años, en entrevista con este diario.  “Pero mis dos nietos no quieren hacerlo”.

La pérdida de la lengua de los padres o erosión lingüística compartida, como la denominan en algunas universidades en la Unión Americana, suele ser un común denominador entre los  inmigrantes de segunda y tercera generación, independientemente del origen de sus padres.

Un estudio de la Universidad de Oklahoma documenta que esto sucede porque los adolescentes mejoran sus conocimientos de inglés al tiempo que pierden o no desarrollan su lengua materna en tanto sus padres adquieren el inglés a un ritmo mucho más lento.

Francisco Zuñiga recuerda que justo esa situación ocurría en casa.  Pero él y su esposa llegaron a un acuerdo con sus hijos: unos y otros se enseñarían el idioma. “Ellos nos hablaban en español y nosotros respondíamos en inglés y así aprendíamos y nos esforzábamos los cuatro, mis dos hijos y nosotros”.

En cambio ahora, esos muchachos que crecieron no está haciendo lo mismo con sus propios niños y el resultado hace sentir mucha frustración al abuelo. 

“Un día me dijo uno de mis nietos: `no sé para qué quieres que hable español, I am not Mexican´. Tenía siete años, pero así siguió otro tanto: sin quererlo hablar”. 

En 2021, el Pew Research Center descubrió que el 72% de los latinos de cinco años o más hablaban inglés de forma competente, un aumento con respecto al 59% de una década atrás.

El centro de estudios especializados en la comunidad latina en EEUU, descubrió que este aumento se debe al crecimiento de los latinos nacidos en Estados Unidos.

Pero la investigación también mostró que el porcentaje de latinos que hablan español en casa disminuyó del 78% en 2000 al 68% en 2021.  Y entre la población nacida en EEUU cayó del 66% al 55%.

“Aunque la proporción de latinos que hablan español en casa ha disminuido, el número de los que lo hacen ha crecido de 24.6 millones en 2000 a 39.3 millones en 2021″, escribió Pew destacando la contradicción.

Inesperado

Francisco Zúñiga dice que sus hijos no vieron venir los cambios, pensaban que siempre se iba a ver mal hablar el español  y que era mejor que en su casa sólo se hablara inglés. Y ahora cree que sus nietos, de 14 y nueve años, van a estar en desventaja frente a otros niños.

De entrada, ya tienen problemas de comunicación con las dos abuelas emigrantes que no dominan el idioma local. 

El estudio de la Universidad de Oklahoma sostiene que la erosión del lenguaje compartido provoca el deterioro de las relaciones entre padres e hijos debido a malentendidos lingüísticos y culturales, limitaciones en la capacidad de los padres para comunicar su sabiduría vital y controlar y disciplinar eficazmente a sus hijos.

También complican deficiencias preexistentes en el apego entre padres e hijos.

El Proyecto de Preservación del Idioma realizó un estudio sobre los latinos en el área de Denver que perdieron su idioma de herencia y descubrió que, al final de cuentas, la gente se sentía orgullosa cuando podía hablar su lengua materna y avergonzada cuando no podía, aunque no siempre lo reconocían.

Políticas públicas

El incremento de población hispana como el grupo minoritario más grande de Estados Unidos, ha dado como resultado el interés en políticas públicas locales por entender el idioma y difundirlo así como la atención de muchos latinos en recuperarlo y empujarlo.

Francisco dice que ya se cansó un poco de insistir a sus hijos que enseñen el español a sus nietos pero no quita el dedo del renglón y tiene esperanzas de que el nuevo ambiente del país, despierte el interés.

En Nueva York, Los Angeles, Chicago y algunas de las ciudades más importantes el gobierno federal ha puesto sus páginas web y señalizaciones en castellano y muchas universidades lo han incluido en sus programas. 

Dania Solís, una madre de familia en Durham, Carolina del Norte, tiene otro tipo de problema respecto al castellano de su hija: ésta ya lo habla perfectamente, pero quiere aprenderlo a escribir y leer pero no encuentra profesores.

En un esfuerzo para ayudar a superar la barrera del español, la Secretaría de Educación Pública de México (SEP) puso a disposición de todas las personas el catálogo de Libros de Texto Gratuitos, una iniciativa que permite acceder a los libros escolares que utilizan los estudiantes de nivel primaria y secundaria en México.

La plataforma es muy sencilla de usar: solamente es necesario ingresar a la pagina https://libros.conaliteg.gob.mx/ desde un teléfono celular, tableta electrónica o computadora. Sin embargo, la niña de Solís, de 16 años, se enreda, confunde sonidos, sintaxis, gramática?

Si se comparan la del español y el inglés, los especialistas aseguran que la primera es más compleja que la segunda porque el sistema verbal es más complejo”, dice Laura Munguía, creadora de la herramienta Pepe Pizarra para hijos de migrantes deportados en México.

 En las conjugaciones verbales en español, por ejemplo, los verbos cambian dependiendo de quién es el sujeto, a diferencia del inglés, que solo existe la excepción de la tercera persona del singular, que son iguales.

Además, en las consonantes hay sonidos que son muy difíciles de pronunciar para un aprendiz del español, menos aún si nunca lo han hablado o no lo practican aunque su origen sea de hispanos.

Laura Munguía se dio cuenta de las dificultades para integrarse al sistema escolar mexicano de los niños cuyos padres habían sido repatriados y considera que el problema crecerá cada día más en ambos lados de la frontera

“Esperemos que se piense cada vez más en esto”, dice.

Por ahora, Dania Solís en EU atendió  temporalmente el interés de su hija: “Tuvimos que contratar un maestro on line de español para mi hija”, cuenta Solís. “Porque en la mayoría de las ciudades pequeñas en EU no hay opciones”. 

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