Siete cosas que debes saber sobre la educación bilingüe

Ahora, los padres tienen una voz importante. Cada distrito escolar tiene su propio sistema para determinar cómo y cuándo impartir programas enfocados en el idioma, pero son los padres la fuerza impulsora en el proceso de abrir marcos de educación bilingüe

La educación bilingüe es muy importante para los estudiantes y sus familias, y redunda en beneficios tangibles.

La educación bilingüe es muy importante para los estudiantes y sus familias, y redunda en beneficios tangibles. Crédito: Shutterstock

California está tan comprometida con el crecimiento de una población bilingüe que en 2018, el superintendente estatal desarrolló un plan llamado California Global 2030 que establece la expectativa de que al menos el 50 % de todos los estudiantes de las escuelas públicas participen en programas bilingües que conduzcan al dominio de dos o más idiomas. Hay mucha desinformación sobre la educación bilingüe.  Aquí hay siete cosas que debes saber al respecto del término ‘educación bilingüe’.

  1. La educación bilingüe es más estadounidense que el fútbol americano. Esta tierra que llamamos los Estados Unidos de América fue habitada originalmente por hablantes indígenas de cientos de idiomas. La conquista y la colonización llegaron en oleadas, y un sistema educativo multilingüe fue un reflejo de esas oleadas. Desde la primera ola de inmigrantes a la costa del este, se desarrollaron escuelas que apoyaban el mantenimiento de los idiomas heredados europeos para permitir que las familias sostuvieran sus raíces culturales. Muchas de estas escuelas se construyeron con el propósito de apoyar el idioma del hogar y también enseñar un idioma común para una interacción exitosa en estas nuevas tierras. Si bien las primeras leyes estadounidenses que permitieron la educación bilingüe se aprobaron en 1839, la idea de mantener las lenguas heredadas tiene una historia que se remonta a antes de la fundación del país de los Estados Unidos. En el primer siglo del nuevo país, y en los territorios, florecieron las escuelas con el alemán, el español y el francés, entre muchos otros idiomas. La política educativa se produjo a nivel local y reflejó las comunidades que llegaron al “nuevo mundo”.
  2. “Educación bilingüe” es un término realmente grande y complicado.  La educación bilingüe o multilingüe simplemente se refiere a cualquier programa que enseña en más de un idioma. En todo el mundo, eso puede verse muy diferente. Cuando escucha que alguien use el término educación bilingüe, podría referirse a cualquier cosa, desde programas bilingües de transición, con un objetivo principal de desarrollo del idioma inglés, hasta programas que desarrollan dos idiomas como los programas de inmersión dual, o bilingüe bidireccional (TWBI), con un enfoque en el bilingüismo, por lo general hasta el octavo grado. El departamento de educación de California se refiere a la educación multilingüe como programas que “preparan a los estudiantes a obtener una aptitud lingüística y académica en inglés y en idiomas adicionales”. Esa definición le ha permitido servir muchos propósitos, que históricamente han sido causa de desafíos legales, maniobras políticas y desinformación en los medios. La implicación clave de estos términos es que muchos de estos programas se enfocan en el estudiante que habla un idioma que no es inglés. Esto volverá a surgir en el siguiente punto.
  3. Educación bilingüe: puede que no sea lo que piensas. Debido al carácter general del término, la educación bilingüe tiene múltiples significados y se ve muy diferente en diferentes espacios. En los últimos 60 años, los programas más comunes de educación bilingüe han sido los programas de transición, donde el enfoque está en la transición del estudiante al inglés, con poco o ningún énfasis en el mantenimiento de los idiomas del hogar. Pero, recientemente, ha habido un tremendo aumento en las solicitudes de programas de educación bilingüe que admiten tanto el inglés como otro idioma, más comúnmente el español en los Estados Unidos. La inmersión bilingüe bidireccional (TWBI) se refiere a los programas que inscriben a más o menos un número igual de estudiantes que hablan inglés y un “idioma asociado”, aunque incluso estos modelos varían. Algunos ofrecen diferentes escalas de inglés y el idioma asociado, mientras que otros son consistentemente 50/50 (50% del día en un idioma y 50%  del día en el otro). Algunos programas son solo un parte o subprograma dentro de una escuela que ofrece educación primariamente en inglés, mientras que otros programas encapsulan la escuela entera. Si bien las estadísticas no están disponibles para ese tipo de programa específico, otro término clave sí tiene datos disponibles. Doble inmersión  (DLI) es el término general para todos los programas en los que los estudiantes aprenden dos idiomas, independiente del idioma del hogar de los estudiantes. Los programas de DLI se han triplicado en número en la última década. Para obtener más información sobre terminología específica, puede referirse a esta guía del departamento de educación de California
  4. La versión popular de la educación bilingüe tiene su origen en movimientos sociales. La lucha por la educación bilingüe y bicultural bajo la forma de inmersión bidireccional surgió de la lucha por los derechos civiles, así como de la migración y los problemas culturales globales.  Con las olas de inmigración de gente habla hispana, también llegaron batallas para recibir una educación apropiada. Después del caso Brown v Board of Education, segregación fue ilegal por parte de raza, pero gente que no hablaban inglés también sufrieron segregación. En lugares con gran  número de hispanohablantes, las comunidades lucharon por el derecho a una educación adecuada. Después de una gran batalla que duró años, por un decreto de consentimiento de Aspira en Nueva York, la educación bilingüe fue garantizada. A casi el mismo tiempo, gente en Texas, California, y otros lugares lucharon por el derecho de tener educación bilingüe y bicultural.  

    Mientras, en Florida, entre 1960 y 1962, la migración más enorme de menores no acompañados en la historia del Hemisferio Occidental (Operación Pedro Pan) resultó en la evacuación de más de 14.000 niños cubanos a los Estados Unidos desde un gobierno recién establecido bajo Fidel Castro. Tanto los cubanos como los estadounidenses en ese momento creían que el régimen de Castro sería de corta duración, por lo que la educación de estos niños cubanos se vio con un lente diferente. Suponiendo que regresarían a Cuba para recibir educación en español nuevamente, la meta para estos estudiantes no era una inmersión completa en inglés. En 1963, una escuela de Miami desarrolló un programa que apoyaría a aproximadamente el 50% de los niños de habla inglesa y el 50% de los niños de habla hispana, y nació la inmersión bilingüe bidireccional en los Estados Unidos en Coral Way Elementary. Este modelo creció y ahora existe en docenas de estados con California estableciendo una iniciativa que apunta a que el 50 % de los estudiantes se inscriban en programas como Coral Way para 2030. Los beneficios de este modelo de educación bilingüe se han estudiado una y otra vez y se ha encontrado que tienen beneficios tanto para los estudiantes de solo inglés como para los estudiantes de idiomas asociados.
  5. La educación bilingüe no causa retraso en el lenguaje y no exacerba las discapacidades. “Pobrecito, se va a confundir”. Muchas veces se le dice algo así a la gente con el pensamiento que el bilingüismo causa retrasos en comunicación o en el desarrollo académico. O bien, creen que si un niño tiene autismo o síndrome de Down, más de un idioma puede confundirlos o causar un mayor retraso. La buena noticia es que la ciencia nos dice que eso no es cierto. Todos los niños, incluidos los niños con síndrome de Down, autismo y otras discapacidades, pueden prosperar en entornos bilingües. Esta confusión en la comprensión del desarrollo del lenguaje bilingüe a veces puede provenir de fallas en la lógica o la medición. Cuando los niños solo son evaluados en un idioma, las personas pueden ver un rango de vocabulario ligeramente más bajo. Pero eso ignora el hecho de que tienen un conjunto de vocabulario completamente diferente, y que el conjunto combinado en realidad puede ser mayor que el de los hablantes monolingües de inglés. El bilingüismo no causa confusión ni retrasos y, de hecho, parece proporcionar beneficios cognitivos, así como una mayor comprensión social. En el caso de los niños con discapacidades, el acceso a su lengua materna o de herencia en los programas de inmersión sería una ventaja, ya que podrían aprovechar el conocimiento lingüístico existente. A pesar de esto, a los padres de niños con discapacidades a menudo se les recomienda no participar en los programas de inmersión. Esto no concuerda con lo que nos indican los estudios.
  6. Cuando se trata de educación bilingüe, los residentes de California tienen opciones. California tiene una relación de amor/odio con la educación bilingüe. En 1976, la legislatura estatal aprobó la Ley Bilingüe-Bicultural Chacón-Moscone, haciendo que la educación bilingüe fuera un derecho para todos los estudiantes. Desafortunadamente, en la década de 1990, el sentimiento anti-inmigrante hizo retroceder los derechos de muchas personas, y en 1998, la Proposición 227 prohibió la educación bilingüe en el estado. Esto  dificultó mucho más el crecimiento y el apoyo a los programas de inmersión y cerró efectivamente los programas de formación docente bilingüe. Afortunadamente, en 2016, los votantes cambiaron de opinión y la Proposición 58 permitió nuevamente la educación bilingüe. Actualmente, los distritos pueden determinar el camino que quieren tomar con respecto a la educación bilingüe. Y con las nuevas leyes, los padres tienen una voz importante. Cada distrito tiene su propio sistema para determinar cómo y cuándo abrir nuevos programas enfocados en el idioma, pero los padres son una fuerza impulsora en este proceso. De acuerdo con las políticas actuales, si 30 personas en una escuela solicitan un programa de inmersión, el distrito debe realizar un análisis para determinar si se puede implementar un programa enfocado en inmersión.
  7. Todo el mundo se beneficia de la educación bilingüe. La educación bilingüe beneficia tanto a los estudiantes que solo hablan inglés como a los que solo hablan otro idioma. Múltiples estudios han demostrado el beneficio de la inmersión para los hablantes de lenguas de herencia. Los niños de habla hispana que ingresan a los programas DLI en español tienen mejores resultados que sus compañeros en programas completamente en inglés. Un estudio interesante ocurrió casi por accidente. Las Escuelas Públicas de Portland tenían tantos estudiantes que buscaban programas de inmersión que tuvieron que desarrollar un sistema de lotería, lo que les permitió realizar un estudio aleatorio sobre los resultados de los programas DLI. Su estudio(inglés) encontró que todos los estudiantes mostraron un aumento en los puntajes de las pruebas de lectura y puntajes comparables en matemáticas y ciencias. Stanford completó recientemente un estudio(inglés) longitudinal que encontró que los estudiantes de habla hispana que ingresaron a la inmersión en español hablando principalmente español pudieron reclasificarse a competentes en inglés más rápido que sus compañeros de habla hispana que se inscribieron en programas que no son de inmersión, y tenían un promedio más alto y mejores calificaciones en exámenes estandarizados. Si vive en una comunidad que quiere explorar un programa de inmersión, infórmele a la escuela. Los programas toman tiempo y recursos, pero son posibles, especialmente en comunidades que tienen riqueza lingüística. La pandemia de Covid-19 ha afectado a las escuelas públicas y algunas escuelas tienen que repensar su programación. El Distrito Escolar Franklin McKinley en San José revisó su estructura académica, aprovechó la riqueza de los estudiantes vietnamitas en su comunidad y creó un programa de inmersión vietnamita. Han visto aumentar la inscripción en un momento en que la mayoría de los distritos están viendo una disminución en la inscripción. 

¿Cambio, crecimiento y sostenibilidad cultural en un solo paquete lingüístico? ¡Sí, se puede!

Marcella Cardoza McCollum es una patóloga bilingüe, y profesora asistente de trastornos de comunicación, en la Universidad Estatal de San José (SJSU), y miembro del “Op-Ed Project”. Esta columna es una colaboración con CALÓ News.

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