A 20 años de la creación del Bótox™: cuáles son los tratamientos más revolucionarios
El Bótox ha cumplido 20 años desde su lanzamiento, se ha convertido en uno de los procedimientos estéticas más populares, cotizados y solicitados del mundo.
Una persona recibe una inyección de bótox. Crédito: Win McNamee | Getty Images
El Bótox™, toxina botulínica tipo A, es uno de los procedimientos estéticos más codiciados actualmente. Debido a que permite rejuvenecer la mirada, reduciendo las arrugas o recuperando la calidad de la piel natural, entre otras cosas.
“En los últimos años de la década del ´90 se comenzó a utilizar con fines estéticos”, señalaron desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), quienes también señalaron que el Bótox™ permite relajar “los músculos faciales que forman arrugas”, especialmente los ubicados en las líneas de “expresión de la frente, del entrecejo y de las patas de gallo.
“La toxina botulínica es una neurotoxina, elaborada por la bacteria Clostridium botulinum, que actúa impidiendo la liberación de acetilcolina en las uniones neuromusculares o en otras uniones colinérgicas y produce una denervación parcial reversible de los músculos donde se inyecta o de las glándulas ecrinas”, apuntó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Mientras, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó en 1989 aplicar el Bótox™ para tratar los ojos cruzados (Estrabismo) y el blefaroespasmo (parpadeo incontrolable).
En 2002 fue que la FDA autorizó esta droga para tratamientos más superficiales como suavizar las arrugas entre las cejas.
Hoy en día es común que las personas se inyecten Bótox™ en los labios, frente y barbilla. También recomiendan el uso de ácido hialurónico.
Akis Ntonos, cofundador de Aion Aesthetics, aseguró que los pacientes también reciben Bótox™ por varias razones que actualmente no están aprobadas por la FDA, una práctica conocida como “uso no indicado en la etiqueta”. Estos podrían ser: disfunción eréctil, eyaculación precoz, trastornos de la articulación temporomandibular y bruxismo (rechinar los dientes).
Ntonos aseguró para el portal Bestlifeonline que el “Bótox™ tiene la capacidad de bloquear las señales químicas enviadas desde los nervios a los músculos para reducir la actividad muscular.
Este efecto en el músculo puede durar entre cuatro a seis meses, pero conforme se aplique con mayor frecuencia, este efecto se puede extender de hasta siete u ocho meses.
Muchos especialistas señalaron en el último tiempo que a raíz de la pandemia por COVID, hubo un fuerte impacto de la exposición en videollamadas y reuniones a distancia por medio de video. Esto derivó en un fuerte incremento en los procedimientos faciales mínimamente invasivos.
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