Síntomas del Parkinson pueden reducirse con ejercicio, afirma un estudio
Un hombre que padece la enfermedad decidió practicar crossfit, que incluye el la resistencia cardiovascular y respiratoria, fuerza, flexibilidad, coordinación, equilibrio y precisión
De acuerdo al sitio Parkinson.org, en los Estados Unidos, hasta un millón de personas viven con esta enfermedad y alrededor de 60,000 estadounidenses son diagnosticados cada año.
Sin embargo, explican que esta cifra no refleja los miles de casos que pasan desapercibidos, ya que la incidencia del Parkinson aumenta con la edad.
Hasta ahora, la ciencia no ha encontrado la cura para la enfermedad de Parkinson pero múltiples estudios han demostrado que el ejercicio puede aliviar los síntomas y retrasar la progresión.
Un estudio publicado en la Biblioteca Cochrane, dirigida por la Dra. Elke Kalbe, profesora de psicología médica en la Universidad de Colonia, Alemania, analizó datos de casi 8,000 personas en todo el mundo con Parkinson.
Encontraron que quienes hicieron actividad física mostraron “mejoras leves a grandes” en las habilidades motoras y la calidad de vida, comparados con los que no hicieron ejercicio.
El crossfit como aliado contra el parkinson
Fox News Digital reseñó la historia de un nativo de Belfast, Irlanda, llamado Scott Hanley. Que con 57 años comenzó una nueva rutina de ejercicios que según comentó, le ha cambiado la vida.
Hanley contó que cuando fue diagnosticado por primera vez, su Parkinson todavía estaba en las primeras etapas: nivel 2, siendo el nivel 5 el más avanzado.
Los médicos le advirtieron respecto a una progresión de la enfermedad y que había muy poco que pudieran hacer para causarle mejoría.
Por ello decidió probar las clases de CrossFit, que incorporan ejercicios de fuerza y acondicionamiento de alta intensidad. Estas mejoran la resistencia cardiovascular/respiratoria, la fuerza, la flexibilidad, la potencia, la coordinación, la agilidad, el equilibrio y la precisión.
Estas actividades incluyen ejercicios como burpees, peso muerto, remo, sentadillas, lanzamientos de balón medicinal, dominadas y prensas con barra.
Para Hanley, la clave era que todos los ejercicios tuvieran un elemento cognitivo. Tenía que pensar realmente en cada movimiento.
Según Stanford Medicine, cuando alguien tiene la enfermedad de Parkinson el ejercicio es tan importante como tomar sus medicamentos a tiempo.
“El ejercicio ayuda a mantener la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la agudeza cognitiva para que pueda continuar haciendo las cosas que tiene que hacer y las cosas que le encanta hacer, explican.
La actividad aeróbica o los ejercicios de alta intensidad pueden ser especialmente importantes para la enfermedad de Parkinson y la salud en general.
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