Estudiantes quieren formar su sindicato en el sistema público universitario
Más de 10,000 alumnos que trabajan en los 23 campus de la Universidad Estatal de California piden votar para ser parte de un gremio que vele por sus derechos
Más de 10,000 estudiantes que trabajan como asistentes en los 23 campus de la Universidad Estatal de California (CSU) presentaron el lunes la mayor petición de sindicalización universitaria no académica que se haya registrado en la historia del país, porque sus ingresos están muy lejos de cubrir el costo de vida en el estado.
“Amo mi trabajo, pero he llegado al punto en que a menudo tengo que decidir si me alimento o pago la renta; a veces he tenido que consumir solamente sopas instantáneas para que me pueda alcanzar con lo que gano”, dijo la estudiante de maestría en psicología estudiantil de la Universidad Estatal en San Diego (SDSU). Elisa Méndez Pintado.
Elisa se graduó en SDSU como psicóloga especializada en niños y familias pero regresó a la universidad para estudiar su maestría. Para conseguir el siguiente título, tiene que “hacer prácticas”, es decir trabajar sin salario como consejera en una preparatoria. Sus únicos ingresos son como asesora en el Centro de Recursos Latinx de la misma universidad.
Pero 20 horas por semana con salario por debajo al de San Diego están lejos de cubrir el costo promedio de vivienda en San Diego de por lo menos $3,000 mensuales aparte de todos los demás gastos que tiene para vivir.
Por ahora Elisa dice tener “la suerte de estar en el seguro médico de mis padres hasta que cumpla 26 años, pero después de eso seguiré en mi programa de estudios”.
“Me da mucho miedo enfermarme, porque si enfermo no pueda trabajar” porque la universidad no pagará por los días que se ausente. “y yo la verdad no sabría qué hacer”, dijo la psicóloga.
“Siento que la universidad nos penaliza si nos enfermamos, especialmente cuando todavía estamos en la pandemia; si te enfermas porque te contagiaste de Covid 19, no puedes ir a trabajar, y entonces la universidad no te paga”, dijo Elisa. “Es un pensamiento que atormenta porque si no me pagan ¿qué voy a hacer con tantos gastos?”.
Angustiados, los padres de la doctora Elisa a veces le han pedido que mejor se olvide del postgrado y que regrese a vivir con la familia, pero la estudiante insiste en conseguir su postgrado y ser una de las pocas maestras en psicología estudiantil que habla con fluidez el español.
Catherine Hutchinson, la presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) Local 2579, dijo que las condiciones de trabajo de Elisa Méndez Pintado, aunque con algunas variantes, son muy similares a las de más de 10,000 estudiantes que ahora trabajan para el sistema de la Universidad Estatal (CSU).
Lo que tienen en común esos miles de estudiantes que se desempeñan en puestos clases del sistema universitario es que el salario que perciben es muy poco, no tienen posibilidades de por lo menos aumentar horas de trabajo, y carecen de seguro de salud y otras prestaciones laborales que otorga el estado de California.
Por eso la líder sindical y representantes de los estudiantes entregaron el lunes a la Oficina de Relaciones Laborales de California más de diez mil tarjetas de estudiantes que están de acuerdo en que se lleve a votación para decidir si los estudiantes que trabajan para el sistema universitario se unen con el sindicato para que les represente.
La legisladora Liz Ortega, del Comité de Educación Superior en la Asamblea, dijo esperar “que la Universidad Estatal entienda su misión y haga lo posible para permitir que estos estudiantes voten y puedan ser parte de una unión (sindicato) que va a mejorar las vidas de todos”.
“Vine a expresar mi apoyo a este gran primer paso de los estudiantes para su unión”, dijo Ortega, ex dirigente laboral en el condado de Alameda donde se dedicaba a defender a familias de escasos recursos, como la suya, pues es hija de madre indocumentada que trajo a la asambleísta a California cuando ahora legisladora tenía tres años de edad.
En un video conferencia de prensa el lunes, varios estudiantes que trabajan para el sistema de 23 campus expusieron condiciones desventajosas de trabajo.
Por ejemplo un estudiante de periodismo que trabaja en difusión de la universidad y, en ocasiones cuando se ha terminado el presupuesto antes de que concluya el año académico, simplemente dejan de pagarle un mes, sin importar lo que el joven tenga que hacer para cubrir sus gastos.
Pero el intento de sindicalización de los estudiantes de la CSU va más allá de demandar solo mejores condiciones para los alumnos que trabajan en los planteles, pues es parte de una coalición más amplia para fortalecimiento mutuo.
A los más de 10,000 estudiantes se unen otros 30,000 trabajadores considerados esenciales y además 29,000 miembros de la facultad.
Hutchinson, la presidenta sindical, dijo que las organizaciones en conjunto son una “Coalición Laboral CSU” en la que los grupos se apoyan mutuamente e impiden que el sistema les confronte entre sí.
Todavía no hay un plazo para que la administración del gobernador Gavin Newsom y la Oficina de Relaciones Laborales decidan sobre la petición de los estudiantes de celebrar una elección o referendo para decidir si se conforman como unión laboral.
La asambleísta Ortega dijo que será un largo y por momentos difícil camino, pero el primer mayor paso importante ya se ha dado, que fue “el paso histórico de la mayor petición universitaria no académica para formar un sindicato”.