Cero tolerancia en los aviones

Azafatas de aerolíneas buscan seguridad en sus trabajos a través de la Ley de Protección contra Pasajeros Abusivos

Azafatas y miembros de tripulación en aerolineas abogan por  Ley de Protección contra Pasajeros Abusivos o S.1058.

Azafatas y miembros de tripulación en aerolineas abogan por Ley de Protección contra Pasajeros Abusivos o S.1058. Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

Desde finales de 2021 y hasta el 13 de abril de este año, un total de 250 pasajeros de aerolíneas fueron remitidos a las autoridades de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para un posible enjuiciamiento penal, incluido un hombre que en marzo pasado intentó apuñalar a una azafata con una cuchara rota.

Frente a esta situación, azafatas de las aerolíneas y asistentes de vuelo en Southwest, Jet Blue y Allegiant, que forman parte del Sindicato de Trabajadores de Transporte de América (TWU/ Transport Workers Union of America) en Las Vegas y Los Ángeles, entregaron tarjetas a pasajeros, donde denuncian los abusos que han sufrido e instan a la población para que les respalde en su lucha.

Las hojas informativas repartidas en la Terminal 1 de Southwest, en LAX, son parte de la campana nacional “Assault Won’t Fly” (Asalto, no vuelo) a fin de que todas las aerolíneas del país se unan en un solo objetivo para compartir listas de malos pasajeros, rebeldes, abusivos o agresores, a quienes se les ha aplicado la regla de no permitirles volar jamás en sus aviones, después de haber cometido agresiones verbales, físicas y de naturaleza que pone en riesgo la vida de las azafatas, el cuerpo de pilotos y asistentes de vuelo, además del resto de los pasajeros.

“Si alguien agrede físicamente a un miembro de la tripulación, entonces debería estar en la cárcel por varios años”, dijo a La Opinión, Lorrie Robertson, miembro del TWU 577 de Las Vegas, quien fue testigo de la agresión a puños de una pasajera contra un compañero de asiento, en un vuelo de Hawái a Sacramento. “A mí no me agredió, pero, gracias a mi entrenamiento desactivé esa situación y nos mantuvimos a salvo durante las próximas dos horas y media sobre el océano. ¡No podíamos aterrizar en ningún lado! ¡Veníamos de Hawái!”.

Robertson descubrió más tarde que la agresora, era la novia del pasajero agredido. La rijosa también agredió a otro pasajero e intentó romper las ventanas del avión.

“Cuando los policías subieron al avión, también a ellos se les lanzó a puñetazos”. dijo.

Lorrie, quien ha sido asistente de vuelo durante 29 años, asegura que todavía le encanta su trabajo, aunque, advierte que cambió demasiado.

Una encuesta reciente de TWU encontró que el 57% de los asistentes de vuelo encuestados han sufrido agresión o acoso por parte de un pasajero “loco” desde que se levantó el mandato federal de mascarillas, en abril de 2022.

“Si tú me asaltas en la calle, vas a la cárcel ¿Verdad?”, cuestionó Christa Gifford, presidenta el sindicato TWU 577. “Entonces, no debería ser diferente si lo haces a bordo de un avión. Supongo que las personas no están yendo a la cárcel porque esta sucediendo en un lugar donde no lo ve mucho el público; solo son las personas que van en el avion, por lo que la gente ha comenzado a grabarlo y a poner sus videos en Internet”.

Propuesta legislativa

A finales de marzo, un grupo bipartidista de senadores de Estados Unidos, encabezados por el senador Dick Durbin de Illinios, reintrodujeron la llamada Ley de Protección contra Pasajeros Abusivos o S. 1058, que prohibiría a los pasajeros indisciplinados de volar después de haber sido condenados por agredir a un trabajador de la aviación, y prohibirles permanentemente que participen en una revisión previa por parte de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) o Programas Global Entry de Aduanas.
“Estoy de acuerdo que se les prohíba viajar a los peleoneros, para protección nuestra y de las azafatas”, comentó a La Opinión, Epifanio Rodríguez, un pasajero nayarita de 72 años, quien con su esposa Elba de Jesús, a pasar unas vacaciones en Oklahoma, al lado de sus hijos.


“Pero hay veces que, también, las azafatas son groseras con uno que ya está viejo, le gritan y lo apuran a acomodar muy rápido las maletas, cuando en realidad deberían de tenernos paciencia, y más a mí que me disloqué un brazo hace mucho tiempo”, dijo, antes de abordar su vuelo en LAX.

La ley busca incluir a pasajeros indisciplinados en lista de exclusión aérea presentada en el Congreso y la TSA sería la entidad encargada de administrarla y así sacar para siempre de los vuelos comerciales a las personas problemáticas.

La TSA tendría la autoridad para determinar cuánto tiempo se le prohíbe volar a un pasajero rebelde en función de la gravedad de su infracción.

En 2022, la Administración Federal de Aviación (FAA) recibió casi 2,500 informes de pasajeros indisciplinados e investigó 831.

“Es recomendable que pasen la ley; la apoyo al 100%”, expresó David Simoni, un pasajero que fue abordado por Amber Pisco, una azafata de origen mexicano que trabaja para Southwest Airlines. “Me enfada cuando veo que alguien ataca a los trabajadores de las aerolíneas y creo que deberían de perder el privilegio de vuelo e ir a la cárcel”.

Si bien las cifras de ataques han disminuido en 2023, sobre todo cuando las personas protestaron por el mandato del uso de la mascarilla en el interior de un avión durante la pandemia, no han acabado los problemas que crean personas ingobernables.

“Recuerdo que, en un vuelo, había un niño un poco rebelde y los padres no pudieron lograr que se calmara”, narra Amber Pisco, una asistente de vuelo. “Era un niño que la madre llevaba en su regazo”.
Cuando la tripulación necesitaba que todos tomaran sus asientos y la gente se aglutinaba en el pasillo del avión que iba de Los Ángeles a Cancún, trataron de calmar al niño.

“Tratábamos de que calmaran al niño y yo los ayudaba lo más posible”, dijo. “No les gustó que el niño tuviera que permanecer sentado para volar. Eventualmente tomamos la decisión de sacarlos del avión; entonces ahí es cuando nos empezaron a grabar, a mí específicamente y la madre terminó tirándome la taza del niño en la cara”.

Mientras, el padre del niño forcejeaba con un varón de la tripulación y Amber estaba en medio de ambos.
“Fue aterrador”, indicó. “Por suerte, fue solo un vasito lo que me arrojaron y no algo más grave”.
Aquella familia perdió de inmediato sus vacaciones.

Si bien la Administración Federal de Aviación ha informado que la tasa de incidentes de pasajeros abusivos y agresivos se ha reducido en más del 80%, ha emprendido acciones legales contra cualquier persona que agrega, amenace intimide o interfiera con el trabajo de los miembros de la tripulación y ha propuesto sanciones civiles de hasta $37,000 por infracción.

En mayo de 2022, Vyvianna M. Quiñónez, de 29 años, residente de Sacramento, fue condenada a 15 meses de prisión y a pagar una $26,000 en restitución por los daños ocasionados y $7,500 por haber atacado en mayo de 2021 a una azafata.

La agresora golpeó repetidamente a una azafata de Southwest Airlines, la hizo sangrar la cara y le partió tres dientes.

Además de la prisión, Quiñonez estará en libertad condicional durante tres años después de completar su sentencia.

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