Quemar incienso en casa puede afectar la salud de tus pulmones: por qué
Los químicos contenidos en el humo del incienso, si se inhalan en grandes cantidades y de manera crónica, son malos para la salud respiratoria. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si el uso personal moderado produce estos químicos en cantidades lo suficientemente altas como para causar riesgos

Muchos ingredientes del incienso (el sándalo es uno de los más comunes) ayudan con la relajación. Pero cuando cualquier materia orgánica se quema, emite humo y se liberan productos químicos. Crédito: VGV MEDIA | Shutterstock
La quema de incienso, como cualquier materia orgánica, libera sustancias químicas y por ello es necesario tomar algunas precauciones de sentido común al quemar incienso, como ventilar regularmente el área donde se quema el incienso y asegurarnos de no estar muy cerca del humo.
Se ha comprobado científicamente que muchos ingredientes del incienso (el sándalo es uno de los más comunes) ayudan con la relajación, el estado de ánimo y diversas dolencias, también a menudo repelen insectos y brindan un aroma agradable para el hogar.
Si está considerando alternativas para estos fines (p. ej., ambientadores en aerosol, varillas difusoras, velas, varios productos repelentes de insectos), investigue también sus ingredientes y posibles efectos nocivos.
Las sustancias aromáticas han sido tradicionalmente una variedad de materiales orgánicos: maderas, resinas, semillas, raíces, hojas, flores y, a veces, una pequeña cantidad de materia animal, como ámbar gris o unguis odoratus.
Cómo se hace el incienso
En el este de Asia, los polvos elaborados con ingredientes como los anteriores suelen estar unidos por un aglutinante natural a base de madera llamado polvo Nanmu en chino, Makko o Kabu No Ki en japonés.
El polvo adhesivo o aglutinante, junto con el agua, permite que los polvos de las materias primas se transformen en barras, conos, bobinas u otras formas.
Pero muchos inciensos hoy en día no están hechos solo con ingredientes naturales. Esos tipos de incienso contienen fragancias artificiales y otros productos químicos, probablemente fabricados a partir de productos petroquímicos.
La forma más común de quemar incienso es encender varitas, conos o espirales de incienso prefabricados. Cuando cualquier materia orgánica se quema, emite humo y se liberan productos químicos.
Aunque la composición específica del humo varía según el tipo de incienso, generalmente se clasifican en las categorías principales a continuación. En niveles excesivos, se consideran contaminantes del aire interior y son riesgos para la salud:
Monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno
Liberados al aire por la quema de combustibles fósiles, aunque pueden ocurrir naturalmente pequeñas cantidades de eventos como volcanes, incendios forestales y relámpagos. Los altos niveles de monóxido de carbono pueden causar mareos y debilidad.
Mientras que los altos niveles de dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno pueden causar disfunción del sistema respiratorio, enfermedades pulmonares y complicaciones cardíacas.
Además liberan material particulado (PM), que son partículas finas inferiores a 10 μm (y específicamente inferiores a 2,5 μm) que causan enfermedades pulmonares y respiratorias por encima de ciertas concentraciones.
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