Desamparados de Los Ángeles encuentran sitios seguros para dormir

El Proyecto Safe Sleep ya tiene tres refugios con tiendas de campaña en el condado de Los Ángeles

Gilberto Osollo encuentra  un techo en el Lincoln Safe Sleep Village en el centro sur de Los Ángeles. (Araceli Martínez/La Opinión)

Gilberto Osollo encuentra un techo en el Lincoln Safe Sleep Village en el centro sur de Los Ángeles. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martinez Ortega | Impremedia

Filiberto Osollo, un inmigrante indígena de Puebla, México, vivió a la intemperie en el Parque MacArthur durante seis meses antes de encontrar un techo temporal en el sitio Lincoln Safe Sleep Village al sur de Los Ángeles, un campamento creado con casas de campaña para albergar de manera transitoria a las personas sin hogar.

“Pasé por una situación muy difícil durante la pandemia. Perdí mi trabajo haciendo piñatas para una tienda en el centro de Los Ángeles; y lo peor vino cuando mi mamá murió en México en el 2021. Yo no la veía desde 2004. Cuando eso pasó, me deprimí muy feo”, dice Filiberto de 44 años.

Desempleado y completamente deprimido ante la pérdida de su madre y sin ingresos, cayó en el alcoholismo y el consumo de drogas.

“Mis problemas de pareja se agravaron y terminé en la calle cuando mi esposa me acusó de violentarla. No creo haber hecho eso, pero estaba cegado por la depresión y caí muy bajo”, recuerda.

Dice que en la calle, sufrió golpes, discriminación y toda clase de agresiones. “Las drogas me hicieron perder el pelo y la piel se me empezó a caer; y es que antes, yo era un hombre limpio. Ni siquiera fumaba, y mi cuerpo resintió tanta sustancia tóxica que le metí”.

Filiberto dice que comía lo que llevaba a regalar algunas iglesias al parque MacArthur, o a veces iba a otros lugares donde le donaban comida.

Filiberto Osolla duerme tranquilo en el refugio de tiendas de campaña de Safe Sleep. (Araceli Martínez/La Opinión)

Un día, una persona le recomendó acudir al sitio de Lincoln Sleep Safe Village que está sobre la calle Central al sur de Los Ángeles. Grande fue sorpresa cuando lo aceptaron, y entonces su vida comenzó a cambiar.

“Llegué muy mal, todo demacrado por el consumo de metanfetaminas y el alcohol. No podía ni moverme. Yo era otra persona. Ahora tengo un techo, aunque sea de lona, un baño, una regadera para asearme, tres comidas al día”.

Lo mejor de todo es que Filiberto ha dejado el alcohol y las drogas. 

“He vuelto a trabajar de lunes a viernes, fabricando piñatas para otro negocio, y me gustaría hacer talleres para enseñar a otras personas a elaborar piñatas porque es algo muy terapéutico”.

Aunque a veces le pega aún un poco de depresión, dice que está feliz por sus logros.

“Mi mayor sueño, es llegar a tener un día, un lugar propio, al que mi hijo me pueda ir a visitar”.

Y fue justamente su único hijo, que ahora tiene 13 años, la fuerza que le hizo dejar las drogas y buscar rehabilitación. 

“Cuando yo vivía en la calle y subía a un camión, veía gente hablando sola; y yo decía, un día voy a estar como ellos. Me hice una idea de que mi hijo estaba en una esquina, y yo tenía que llegar a él; y eso me motivó a buscar ayuda”. 

Refugios con tiendas de campaña

El sitio Lincoln Safe Sleep Village alberga a 88 personas sin hogar de todas las edades, mayormente latinos y afroamericanos. Es una unidad formada por casas de campaña individuales de 12 por 12 pies, donde hay una cocina, baños, regadoras y espacios al aire libre donde se pueden sentar a convivir.

El principal objetivo del proyecto Safe Sleep es proveer áreas temporales seguras para que la población desamparada de Los Ángeles puedan dormir; y es también un respiro para los adultos sin hogar que no están listos para tener un techo permanente.

El programa Safe Sleep les da acceso a sanitarios, regaderas, servicios de lavandería, alimentación, recolección de basura, espacios abiertos para la recreación, personal de ayuda las 24 horas y servicios de apoyo.

A diferencia de otros albergues, en los sitios de Safe Sleep, los residentes pueden mantener sus propias pertenencias y mascotas en sus tiendas de campaña.

Detrás del programa de albergues Safe Sleep está la organización no lucrativa Urban Alchemy cuya misión es transformar a las personas y lugares a través del respeto, la compasión y el amor para sanar a las comunidades desafiadas por la extrema pobreza, las enfermedades mentales, las adicciones y el desamparo.

German Armijo desde hace 4 trabaja para Safe Sleep. (Araceli Martínez/La Opinión)

Germán Armijo trabaja como coordinador en Lincoln Safe Sleep Village, y se encarga de ayudar a las personas sin hogar con todo el papeleo que necesitan llenar para ingresar y de apoyarlos con sus necesidades.

“Las mayores necesidades son ropa; y no tenemos suficiente para darles”.

Un segundo problema al que se enfrentan es el consumo de drogas. “Aquí adentro no pueden usar drogas, pero afuera las consume, y aunque tenemos una clínica que nos ayuda para que dejen las adicciones, no lo podemos obligar, si ellos no quieren. Tienen que aceptar la asistencia voluntariamente”.

Y otro problema al que se enfrentan, y que limita la ayuda que pueden dar, es la falta de estatus migratorio.

“Un 30% son inmigrantes que no tienen papeles. Es más difícil ayudarlos con vivienda, porque los programas que existen, dan prioridad a quienes son ciudadanos”.

Kenon Joseph y Robert González, directivos de Lincoln Safe Sleep Village. (Araceli Martínez/La Opinión)

Latinos, el mayor número

De acuerdo al último conteo de desamparados (2023) del condado de Los Ángeles, los latinos representan el mayor grupo de personas sin hogar con 30,350; seguidos por los afroamericanos con 22,606; y en tercer lugar por los blancos con 1,3286. 

Roberto González, director de Lincoln Sleep Safe Village, precisó que tienen 88 personas viviendo en este sitio, 71 hombres, 17 mujeres, entre ellos tres parejas; y no aceptan niños.

“Para vivir aquí necesitan tener más de 18 años. Tampoco podemos albergar personas embarazadas, y tenemos huéspedes de todas las edades. Hemos recibido gente de 71 años”.

González puntualiza que lo que hacen es conectar a los individuos que reciben, con los recursos que cubran sus necesidades incluyendo la atención médica y psicológica..

Lincoln Sleep Safe Village fue abierto en enero de 2021 como un sitio de transición donde las personas pueden vivir hasta por dos años”, precisa.

Detalla que los ayudan con sus citas con doctores, a obtener sus documentos en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) y se encargan básicamente de cubrir todas sus necesidades para que salgan adelante.

Robert González, director de Lincoln Sleep Safe Village muestra el refrigerador donde guardan la comida. (Araceli Martínez/La Opinión)

Hacia una transición

Kenon Joseph, subdirector de Lincoln Sleep Safe Village dice que trabajan para que sus huéspedes tengan una transición suave hacia una vivienda permanente.

“Nos aseguramos que tengan la asistencia para navegar hacia una vivienda permanente con la documentación y los pasos que necesitan; y desde luego el ingreso juega un papel importante”.

Joseph dice que la mayor parte de los individuos que llegan a sus puertas literalmente vivían en las calles sin ni siquiera disponer de una tienda de campaña. 

“Una vez que tienen un lugar donde dormir y poner sus cosas, adquieren un sentido de comodidad y pueden comenzar a creer en sí mismos y a querer tener un hogar”.

Dice que ellos los motivan para que mejoren su calidad de vida.

González afirma que hay alrededor de 10 miembros del equipo por cada turno de trabajo en Lincoln Safe Sleep Village.

“Aquí no hay un toque de queda. Los huéspedes pueden salir y entrar, pero tenemos ciertas regulaciones, y no deben faltar más de tres días seguidos”.

Añade que les ofrecen desayuno, comida y cena; y agua.

Joseph considera que son una multitud de razones las que llevan a las personas a vivir en la calle. “Puede ser el abuso de drogas, el rompimiento con la familia, la falta de empleo, diferentes cosas”.

González precisa que de todos los inquilinos que tiene ahora, 36 son latinos. 

“La población de latinos y afroamericanos sin hogar está creciendo”, completa Joseph.

Y agrega que definitivamente lo que ellos quieren ,es proveerles a las personas sin hogar que entran a los sitios de Safe Sleep, un espacio donde se sientan seguros y en paz.

“Estamos tratando de ayudarlos lo más que podamos a tener un mejor estilo de vida en el futuro”.

El proyecto Safe Sleep tiene tres sitios: uno en Echo Park con 46 personas viviendo ahí; Lincoln con 88 y el de Culver City apenas abrió esta semana.

“El 3 de enero de 2023, la ciudad de Culver City proclamó una emergencia local para personas sin hogar. El sitio Safe Sleep tiene como objetivo fomentar un entorno más seguro para nuestros vecinos sin hogar. Este proyecto ofrece un lugar seguro donde las personas pueden descansar y dormir, acceder a los servicios y recibir apoyo integral para trabajar hacia una vivienda permanente”, dijo el alcalde de Culver City, Albert Vera.

Según el Conteo de personas sin hogar de 2022, se estima que hay 350 personas sin hogar en Culver City. Y este albergue, viene muy a tiempo ya que el Concejo de dicha ciudad, aprobó una ordenanza que prohíbe las tiendas de campaña en aceras y calles.

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