Exagentes de la ley de Mississippi se declaran culpables de agresión racista contra 2 hombres afroamericanos

Cinco expolicías de la comisaría del condado Rankin y unexagente de Richland, comparecieron ante un tribunal federal y se declararon culpables

Exagentes de la ley de Mississippi se declaran culpables de agresión racista contra 2 hombres afroamericanos

Los policías agredieron a los dos hombres con un objeto sexual, los golpearon y les dispararon con pistolas eléctricas. Crédito: Mario Tama | Getty Images

Seis expolicías de Mississippi se declararon culpables de cargos relacionados con la tortura de Michael Corey Jenkins y Eddie Terrell Parker, dos hombres afroamericanos, dijo el fiscal federal para el distrito sur de Mississippi, Darren LaMarca.

Los miembros del llamado “Escuadrón de matones” se declararon culpables de una agresión racista contra dos hombres afroamericanos que fueron brutalizados durante una redada en una casa que terminó con un oficial disparándole a un hombre en la boca.

Los cargos de derechos civiles se dieron a conocer el jueves cuando los oficiales, cinco exyudantes del alguacil del condado de Rankin y un exoficial de policía de Richland, comparecieron ante un tribunal federal y se declararon culpables.

Los acusados ​​en este caso torturaron e infligieron daños indescriptibles a sus víctimas, violaron flagrantemente los derechos civiles de los ciudadanos a quienes se suponía que debían proteger y traicionaron vergonzosamente el juramento que hicieron como agentes del orden”, dijo el fiscal general Merrick Garland.

“El Departamento de Justicia responsabilizará a los oficiales que abusan de la confianza pública que es esencial para la seguridad pública”, continuó.

Según los documentos judiciales, el pasado 24 de enero, los oficiales irrumpieron en la casa sin una orden judicial, luego esposaron y usaron una pistola paralizante contra los dos hombres, Michael Corey Jenkins y Eddie Terrell Parker.

Los oficiales los agredieron con un objeto sexual, los golpearon y usaron sus pistolas paralizantes repetidamente durante un período de aproximadamente 90 minutos. El episodio culminó con un oficial colocando un arma en la boca de Jenkins y disparando, lo que le cortó la lengua, le rompió la mandíbula y salió por el cuello, según los documentos judiciales.

A decir de los fiscales, los cargos incluyen conspiración contra los derechos, privación de derechos bajo el pretexto de la ley, conspiración para obstruir la justicia y obstrucción de la justicia, según registros judiciales federales.

El expolicía del Departamento del Sheriff del condado de Rankin, Hunter Elward, enfrenta los cargos más graves: disparar un arma de fuego durante un delito violento. Los documentos judiciales nombran a los otros oficiales acusados ​​como Brett McAlpin, Jeffrey Middleton, Christian Dedmon, Daniel Opdyke y Joshua Hartfield.

Este hecho ocurrió a menos de tres años de la polémica muerte de George Floyd, el 25 de mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en la ciudad estadounidense de Mineápolis, como resultado de una brutalidad policial del exoficial Derek Chauvin, quien mató de asfixia al presionar con su rodilla el cuello de Floyd contra el pavimento durante 8 minutos y 46 segundos.

El hecho generó una oleada de indignación y protestas a lo largo del país en contra del racismo, la xenofobia y los abusos hacia ciudadanos afroestadounidenses.

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