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Celebran al ritmo de son y jarana en la ciudad de Bell Gardens

Además de la violencia, la reunificación familiar es uno de los principales motivos de la migración de Veracruz a Estados Unidos

Grupo folclórico Teocatl, dirigido por  el jalisciense Miguel Angel Díaz.

Grupo folclórico Teocatl, dirigido por el jalisciense Miguel Angel Díaz. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

La “Gran Noche Jarocha” retornó al Sur de California con sones veracruzanos y el sonido de arpas y jaranas, decenas de veracruzanos que radican en el sur de California volvieron a festejar su identidad.

A la celebración llegaron decenas de familias quienes soportaron estoicamente las altas temperaturas del fin de semana en The Academia, en la ciudad de Bell Gardens.

Los típicos abanicos de las mujeres jarochas fueron insuficientes para mitigar el calor, aunque la gran mayoría tomaron aguas frescas y probaron las deliciosas garnachas con tasajo, tamales estilo Veracruz y los famosos Toritos Jarochos, una bebida alcohólica de textura cremosa y sabor dulce a leche y cacahuate, típicamente aguardiente de caña.

“En mi natal Orizaba, Veracruz, cada año se reunían varios grupos de sones jarochos y cada uno presentaba a su embajadora de la belleza femenina”, declaró Luis García, presidente de la Federación Veracruzana USA.

García, de 59 años , dijo a La Opinión, que, cuando arribó a Estados Unidos en la década de1990, lo primero que pensó, fue formar un grupo folclórico entre sus paisanos.

Luis García (d) es presidente de la Federación Veracruzana USA.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Para la celebración, gran parte de los asistentes acudieron vestidos de blanco. Ellas, con el elegante traje de jarocha, basado en los vestidos provenientes de Andalucía y Valencia, España, y los varones, con el tradicional traje jarocho: pantalón, guayabera y zapatos de color blanco y un paliacate rojo.

“Por solidaridad con mis amigos veracruzanos vine vestida de blanco”, dijo Raquel González, de 81 años, una mujer originaria del estado de Coahuila, mientras degustaba un tamal, un antojito típico de ese estado del Golfo de México.

“La cocina de Veracruz es distinta, pero muy sabrosa”, añadió su amiga, Elda López, de 75 años, y originaria del estado de Yucatán.

Luis García precisó que sus paisanos, a través de la gastronomía y el folclor captan la atención de la gente.

“Nos dirigimos al corazón de la gente para hacerlos sentir que pueden disfrutar un pedacito de su tierra en Los Ángeles”, dijo el líder veracruzano, para quien la promoción de su cultura significa la unidad de sus pueblos en el baile y la música, como la mejor forma de expresión y amistad.

Se calcula que hay unos 850,000 veracruzanos viviendo en Estados Unidos.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

En efecto, los integrantes de arpa y jarana de los llamados “Tiburones del Golfo”, quienes viajaron desde Coapeche, municipio de Misutla, Veracruz para participar en la “Gran Noche Jarocha”, pusieron a bailar a todos con el famoso “Colás”.

“Ser veracruzano representa el cariño que trae uno para ser buenas personas, alegres y pachangueras”, describió Agustín Celestino Morales, director del grupo musical. “Nosotros conquistamos a la gente por nuestra comida, playas y trato de amigos”.

Remesas a Veracruz

Misutla, además de los municipios de Naolinco, Alto Lucero, Xalapa, Veracruz-Boca del Río, Minatitlán, Ignacio de la Llave y Tierra Blanca son los lugares de mayor migración de jarochos a los Estados Unidos.

Se calcula que son 850,000 veracruzanos quienes residen en Estados Unidos, mayoritariamente en los estados de Texas, California e Illinois.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la principal causa de migración en ese estado es la idea de “reunirse con la familia”.

Y, de acuerdo con datos oficiales del Banco de México, los veracruzanos enviaron 2,341 millones de dólares a sus familiares en 2022, y en lo que va de 2023 han remitido 1,234 millones.

Grupo de arpas y jaranas “Los Tiburones del Golfo”, cantando “La Bamba”.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

“Cada vez que puedo le envío su dinerito a mi padre [Silvestre Zúñiga]”, comentó Regina Zúñiga, quien, en la “Gran Noche Jarocha”  vendió tamales de pollo y mixiote, además de los “tamales rancheros” de la región sur centro del municipio de Córdoba, Veracruz, de donde ella es originaria.

“A veces le mando $100 o $150 y mis dos hermanas también ayudan a mi padre, aunque él todavía trabaja como taxista y no quiere depender de nadie”, dijo.

Lo mismo hace Sandra Varela, veracruzana nacida en Orizaba, quien envía un promedio de $1,200 anuales en remesas a su madre Luisa, de 65 años.

“Yo me vine a Estados Unidos hace 20 años con mis dos hijos que estaban chiquitos; allá no había oportunidades de trabajo y me vine para reunificar a mi familia con mi esposo”, dijo la señora Varela, quien puso un puesto de comida en la “Gran Noche Jarocha”, donde vendió tlacoyos, picaditas, pambazos y garnachas.

Durante la fiesta veracruzana se presentó el ballet “Sueños y Esperanza”, que dirige la señora Carla Vega, y que está integrada por jóvenes con capacidades diferentes, la gran mayoría con Síndrome de Down.

“La interacción y la socialización de estos ángeles de Dios es maravillosa, sobre todo cuando interactúan ante un público numeroso”, valoró la señora Vega, de 72 años, quien trabaja con el grupo desde hace casi dos décadas.

“Cuando bailan, ellos generan gritos de alegría, de amor y esperanza, y yo agradezco el enorme apoyo de sus padres, porque para ellos, bailar folclórico de Sinaloa, Jalisco o Veracruz es un gran triunfo”, indicó.

La “Gran Noche Jarocha” estuvo amenizada por Rubén Hoyos, los “Hermanitos Cruz”: Kimberly, Mirian, William y Carlitos, que cantaron canciones del músico poeta Agustín Lara, “El Flaco de Oro”, uno de los compositores mexicanos más importantes de la industria de la música, y creador de temas como “Amor de mis Amores y “Aventurera”.

También participo el grupo folclórico Teocalt, del maestro jalisciense, Miguel Ángel Díaz.

Los cárteles

Entre las casi 150 bandas delictivas que operan en México, en la migración de los veracruzanos hacia Estados Unidos ha influido la actividad criminal de grupos como Sangre Nueva Zeta, Mando Sur Gente Nueva, Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Banda del Bucanas, Zetas Vieja Escuela, Los Piña, Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Los Zetas, Grupo Sombra, Los Ántrax, Cártel del Siglo y Cártel Unidos. Esto es, según la base de datos de la Base de Presencia Criminal México (BACRIM-2020)

Entre las 110,836 personas desaparecidas y no localizadas en México, un total de 7,453 desaparecidos -desde el 1 de enero de 1962 al 8 de junio de 2023- corresponden al estado de Veracruz, señala el informe oficial de la Secretaría de Gobernación.

Y, en su informe anual de 2022,  Causa en Común, una Organización No Gubernamental (ONG) ubicó a Veracruz como el estado más peligroso de México, con 1,116 víctimas de atrocidades cometidas entre enero y octubre.

Los estados con más víctimas registradas durante ese periodo fueron: Veracruz (956), Chiapas (741), Estado de México (512), Guanajuato (508) y Michoacán (505).

Entre enero y abril de 2023, en dicha entidad se cometieron 11 masacres, es decir, hechos violentos que implicaron tres víctimas o más. El estado era cuarto lugar en este tipo de acontecimientos sangrientos, solo por debajo de Guanajuato, Chihuahua y Guerrero.

En Veracruz se contabilizaron 716 muertes, 20 feminicidios cometidos con crueldad extrema, 12 casos de tortura y tres asesinatos de funcionarios públicos.

“La delincuencia ya existía en todo México; ha sido de toda la vida, como también la venta de drogas, el cobro de cuentas pendientes y asesinatos”, dijo a La Opinión, Víctor Hugo García Sánchez, de Orizaba, Veracruz. “Antes no se daba a conocer esto, porque a la prensa y a la televisión les pagaban por callar, pero si alguien visita Veracruz se dará cuenta que no hay ataques contra la sociedad civil”.

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