Cómo saber si la silla de auto de tu hijo cumple las normas federales de seguridad

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Qué hay que tener en cuenta para asegurarse de que el asiento cumple con la normativa

By Jen Stockburger

En este país, los padres están obligados a usar sillas de auto para proteger a sus hijos en caso de accidente. Todas las sillas de auto vendidas en EE.UU. deben cumplir las normas federales de seguridad. Estas normas dictan cómo se transmite a los compradores la información crítica sobre seguridad a través de etiquetas y manuales de instrucciones, y cómo se comporta cada silla en las pruebas de choque.

Los defensores de la seguridad afirman que, dada la importancia de estas normas y mandatos, resulta especialmente preocupante el creciente número de sillas de auto que no cumplen la normativa y que se pueden comprar por Internet o se ven en los eventos de revisión de sillas de auto.

Los padres y cuidadores que quieran encontrar un asiento que se ajuste a su presupuesto pueden verse tentados por los nuevos o usados que ofrecen terceros minoristas a precios más bajos.

Las sillas infantiles pueden parecer relativamente caras. El precio promedio de un asiento infantil nuevo que solo mira hacia atrás es de $250 (de los modelos que Consumer Reports ha probado).

Pero un asiento de seguridad ofrecido a un precio sorprendentemente bajo puede no cumplir con importantes normas de seguridad o puede haber sido diseñado para un mercado extranjero. Muchos de esos asientos tienen normas diferentes -y a menudo menos estrictas- u ofrecen diseños no pensados para su uso en autos estadounidenses.

Los padres y cuidadores que quieran encontrar un asiento que se ajuste a su presupuesto pueden verse tentados por los nuevos o usados que ofrecen terceros minoristas a precios más bajos.

Las sillas infantiles pueden parecer relativamente caras. El precio promedio de un asiento infantil nuevo que solo mira hacia atrás es de $250 (de los modelos que Consumer Reports ha probado).

Pero un asiento de seguridad ofrecido a un precio sorprendentemente bajo podría no cumplir con importantes normas de seguridad o poría haber sido diseñado para un mercado extranjero. Muchos de esos asientos tienen normas diferentes -y a menudo menos estrictas- u ofrecen diseños no pensados para su uso en autos estadounidenses.

Nosotros compramos por Internet esta silla de auto para niños que no cumple la normativa. No hay etiquetas de seguridad ni de instalación en la parte delantera ni en la trasera.

Consumer Reports

Qué pueden buscar los padres

Teniendo en cuenta los riesgos, ¿cómo pueden saber los padres y cuidadores que la silla que han comprado cumple las normas federales de seguridad? Todo se reduce a una etiqueta. Esto es lo que hay que buscar en ella:

  • “Este sistema de retención cumple todas las normas federales de seguridad aplicables a los vehículos de motor. Este sistema de retención está certificado para su uso en todos los vehículos de motor y aeronaves”. Este etiquetado (que se muestra a continuación) es probablemente el más fácil de encontrar. Este texto preciso significa que los asientos han sido probados para cumplir con la Federal Motor Vehicle Safety Standard 213 (Norma Federal de Seguridad de Vehículos 213), que regula los asientos de auto para niños. (Ten en cuenta que la referencia al avión sólo aparecerá si el asiento cumple los requisitos de una prueba de “inversión” o si no es un asiento elevador. Los asientos elevados no están certificados para su uso en aviones porque en un avión no hay cinturones de hombro).
  • Instrucciones básicas de uso de la silla en el asiento y en el manual.
  • Nombre del fabricante/distribuidor e información de contacto.
  • Fecha de fabricación. Estas etiquetas proporcionan la información necesaria para comprobar si la silla de auto ha sido retirada del mercado.

Ejemplo de la etiqueta de seguridad que puedes encontrar en todas las sillas de auto que cumplen las normas federales de seguridad.

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“Si tu silla de auto no muestra estos datos, entonces no cumple con las normas federales de seguridad. No la compres”, dice Jennifer Stockburger, directora de operaciones del Centro de Pruebas de Automóviles de Consumer Reports en Connecticut. “No son sólo las palabras las que se rigen por la normativa federal, sino también el tamaño de la letra y el color. Si no se parece a las imágenes de aquí, probablemente no sea un asiento certificado por EE. UU.”. 

Esto es especialmente importante cuando la silla la venden terceros vendedores o distribuidores. Comprar una silla de auto a un gran minorista estadounidense o a un vendedor conocido de productos infantiles aumenta las probabilidades de que la silla sea certificada. Los mercados de venta online admiten vendedores terceros, por lo que podría no haber garantía.

Consumer Reports también advierte contra la compra de un asiento de seguridad usado, como en ventas de garage o en consignación, a menos que puedas estar 100% seguro de la historia del asiento. 

Las sillas de segunda mano también pueden haber sufrido tanto desgaste que el etiquetado ya no sea legible, y éste es un riesgo que tal vez no quieras correr, dice Stockburger.

Etiqueta de una silla de auto con instrucciones de instalación.

Consumer Reports

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