California está dedicada a la supervivencia climática, pero ¿quién se opone?

Iniciativas como las que ataca SoCalGas darán un impulso a esta etapa crucial en la lucha por la supervivencia climática.

Ante el aumento precios sin precedentes, CPUC aprueba Crédito Climático Acelerado para Clientes Residenciales de SoCalGas

Crédito: INA FASSBENDER | AFP / Getty Images

Como parte de su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2045, el estado de California ha declarado su intención de reducir las emisiones tóxicas en todos los aspectos de la vida de su población.

Para merecer su imagen de pionera nacional en la lucha contra el cambio climático, el estado establece metas ambiciosas para reemplazar con fuentes renovables (sol, viento, agua) al petróleo, el gas y el carbón para la generación y uso de energía eléctrica.

Cumplir los objetivos del estado salvará incontables vidas humanas y creará un futuro posible para nuestra población. 

Para 2045, detalla la Junta de Recursos del Aire de California, una agencia estatal, el estado “reducirá el consumo de combustibles fósiles (petróleo líquido) a menos de una décima parte de lo que usamos hoy: una reducción del 94% en la demanda. Reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en un 85% por debajo de los niveles de 1990. Reducirá la contaminación del aire que forma smog en un 71%”

Y ya para 2030, en siete años, California se propone reducir la emisión de gases de efecto invernadero un 40% por debajo del nivel de 1990.

El eslabón débil

Sin embargo, en la carrera de California para desacelerar el cambio climático hay un eslabón débil: la contaminación producida por los edificios residenciales y comerciales. 

En las últimas dos décadas, mientras que las emisiones del transporte y la generación de electricidad en el estado cayeron en más del 20%, la contaminación generada por edificios residenciales quedó estancada. Y en edificios comerciales, aumentó 51%.

Entre ambos, son responsables del 25% de estas emisiones. Y no hay una manera fácil de reducirlas. 

Explica Laura Feinstein, Directora de Políticas de Sostenibilidad y Resiliencia de la organización sin fines de lucro SPUR, basada en San Francisco. “De todos los principales sectores contaminantes de California, los edificios comerciales son ahora los que están más lejos de cumplir con los objetivos de emisiones del estado”… 

Y agrega: “…los electrodomésticos a gas en los hogares y edificios de California generan cuatro veces más contaminación por óxido de nitrógeno (NOx) que las centrales eléctricas de gas del estado y aproximadamente dos tercios de NOx más que todos los automóviles de pasajeros del estado”.

Es así: en todas las otras áreas en la lucha contra la contaminación, California avanza a ojos vista.  Pero no en los edificios.

“La contaminación de los edificios es una de las razones por las que California falla año tras año en cumplir con los estándares federales de calidad del aire legalmente vinculantes que protegen la salud”, escribe Feinstein.

Es así como un lugar de honor en la contaminación ambiental lo ocupa nuestra cocina a gas. 

La contribución negativa de la quema de gas de cocina para la calidad del aire y sus resultados nocivos para la salud ya son de sobra conocidos. 

Por esa razón, en 2021 Sacramento quiso prohibir que se construyeran conexiones de gas en edificios nuevos. 

La acción del estado no llegó a una prohibición total de gas natural en nuevas construcciones, que habían propuesto grupos ambientalistas, pero incluyó nuevos requisitos que hacen más fácil instalar sistemas solares y de almacenamiento de energía y más difícil la continuación del uso de gas. 

“La electrificación de edificios proporciona una estrategia de bajo costo y bajo riesgo para descarbonizar los edificios y lograr los objetivos climáticos para 2030 y 2050”, según un estudio presentado a la Comisión de Energía de California. 

La decisión y los pasos conducentes al cumplimiento de su objetivo merecen nuestro apoyo. Son un paso importante en la dirección correcta. 

SoCalGas detrás de las bambalinas

Pero el gas de cocina no es el enemigo. El gas no tiene conciencia, ni memoria, ni dinero, ni intenciones.

Los que sí la tienen son quienes lucran con el gas y quienes por ello intentan revertir la historia. 

SoCalGas, una empresa de Sempra, produce una sola cosa, gas. Y lo suministra a 21 millones de californianos. 

En su lucha contra el reemplazo de las cocinas a gas, según un reciente estudio del Sacramento Bee, confirmado por otros medios, SoCalGas no respeta las reglas del juego. 

La empresa destinó millones de dólares para ralentizar el avance hacia una economía de cero emisiones. SoCalGas, dice el SacBee,  “buscó reclutar a restaurantes, empresas y líderes comunitarios asiáticos y latinos como portavoces para abogar contra la electrificación”.

Para ello, agrega el diario, esta empresa de servicios públicos creó una organización frente, Californianos por Soluciones de Energía Equilibrada (C4BES) “para presionar a funcionarios gubernamentales y agencias estatales, en gran parte con dinero de los clientes”.

SoCalGas, dice el Bee, financió esta falsa organización popular.

C4BES, afirman, se hizo pasar como organización popular de base e intentó que se tomen en cuenta las posiciones de esa organización como si viniesen de los consumidores, lo cual no  es cierto. 

En marzo de este año, C4BES pidió ser nombrado parte oficial de un procedimiento de la Comisión de Servicios Públicos sobre el futuro del uso de gas en el estado.

En la solicitud, C4BES no declaró ninguna relación con una empresa de servicios públicos y no mencionó a Southern California Gas ni una sola vez. 

La razón es que no es un grupo de base, sino una creación de SoCalGas o Southern California Gas Co., afirma el periodista de investigación Michael Hltzik en el Los Ángeles Times. 

Desde entonces, la organización desapareció. 

Entran los restaurantes a la palestra

Además de C4BES y en una exitosa maniobra, afirma el Bee, SoCalGas se alió con un grupo que teme, por sus propias razones, las consecuencias de la electrificación. La Asociación de Restaurantes de California (CRA). 

Las contribuciones de Sempra y sus subsidiarias SoCalGas y San Diego Gas & Electric  a la CRA aumentaron de $174,594 en los años 2015 a 2018 a $1.8 millones de 2019 a 2022, un aumento de diez veces.

CRA provocó un apasionado debate sobre una herramienta de cocina inesperada: el wok. Los restauradores argumentaron que cocinar un salteado chino tradicional es simplemente imposible sin una llama abierta. 

Por ello organizó su oposición a quitar el gas de los nuevos edificios, lo cual dejaría fuera del negocio a los restaurantes chinos y otros restaurantes asiáticos. Miles de años de cultura estaban en juego, dijeron.

En 2019, la ciudad de Berkeley había aprobado la primera prohibición en todo el país de conexiones de gas para la mayoría de los edificios nuevos.

En ello, Berkeley fue pionero como lo ha sido muchas veces en el pasado en la historia del estado. Setenta y seis ciudades  californianas aprobaron ordenanzas similares hasta principios de este año, según esta lista publicada por el Sierra Club. 

Y en mayo de este año, el estado de Nueva York se convirtió en el primero en el país en prohibir las estufas de gas en la construcción de nuevos edificios residenciales.

Un año antes, CRA demandó en corte a Berkeley. Un comunicado de prensa que anunciaba la demanda decía que los restaurantes “dependen del gas para cocinar determinados tipos de alimentos, ya sean carnes a la brasa, verduras carbonizadas o el uso de calor intenso de una llama debajo de un wok”.

En corte, CRA argumentó también que la ordenanza de Berkeley contradecía la ley federal de energía.

En abril de 2023, un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, después de haber rechazado inicialmente la demanda y luego retomarla,  falló a favor de CRA y anuló la prohibición de gas de Berkeley como preventiva de la ley federal de energía.

Aquí se pueden leer los argumentos de los jueces

Supervivencia climática

El fallo arrojó agua fría al impulso de la electrificación de edificios locales del estado. 

Ninguna ciudad nueva se plegó desde entonces a la iniciativa, y las de San Luis Obispo y Santa Cruz suspendieron sus respectivas reglas.

Ese fallo  ahora podría obstaculizar las políticas de energía limpia en todo el país. El peligro que ello representa para la salud de la población es concreto. 

Expertos culinarios dicen que la afirmación de CRA sobre la necesidad de cocinar con gas no es universalmente aceptada. Un número creciente de chefs profesionales prefieren las cocinas eléctricas o a inducción. Incluidos para los woks.

Respecto a estas afirmaciones, un portavoz de SoCalGas dijo que “La divulgación inapropiada de un contrato de divulgación estándar y otros materiales cuidadosamente seleccionados de hace varios años son parte de un esfuerzo continuo de ciertos intervinientes para tergiversar las posiciones de política pública de SoCalGas”.

Lucha por el futuro

Sí, es cierto, SoCalGas luchaba por su futuro. Hasta por su vida. No por eso tenía que hacerlo mintiendo a los reguladores y violando la ética y otras reglas en el proceso, afirmaba en 2019  la Oficina de Defensores Públicos, un organismo de control independiente  que representa a los contribuyentes en procedimientos dentro de la CPUC. (California Public Utilities Commission https://www.cpuc.ca.gov/)

Los críticos de SoCalGas en las organizaciones Earthjustice y Sierra Club dicen que SoCalGas no debería poder gastar dinero de los accionistas o de sus clientes para crear un grupo “separado” para tener una segunda voz.

Para acercarnos a las ambiciosas metas ambientales, el objetivo de California es actualizar los 14 millones de hogares y 8,000 millones de pies cuadrados de espacio de edificios comerciales para que funcionen con energía limpia. El camino lo abrieron los automóviles eléctricos, que inicialmente estaban reservados para los más ricos y que solo ahora llegan a la clase media. Iniciativas como la atacada por SoCalGas y otras actualmente en proceso legislativo darán un impulso a esta etapa crucial en la lucha por la supervivencia climática

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