Después de la tormenta la calma no ha llegado al sur de California

Calles “inundadas”, árboles caídos, encharcamientos, drenajes tapados son parte del recuento de los daños causados por la tormenta tropical Hilary

Para algunas personas la tormenta apenas inicia.

Para algunas personas la tormenta apenas inicia. Crédito: Getty | AFP / Getty Images

A su paso por el sur de California, la lluvia que trajo consigo la tormenta tropical Hilary no cobró ninguna vida, ni se reportaron lesionados, aunque sí causó estragos en el sistema de alcantarillado, el derribamiento de árboles y encharcamientos después de inundaciones repentinas.

Y, si bien se dice que después de la tormenta siempre llega la calma y el sol, eso fue justamente lo que sucedió cuando se pronosticaba lo peor de la tormenta para el lunes.

Diversos distritos escolares como LAUSD, Pasadena, Fontana, Rialto, William S. Hart y Bear Valley cerraron los planteles educativos por precaución, además de Cal State LA. y Pasadena City College.

Sin embargo, la calma no llegó para diversas personas desamparadas que viven en las riberas del río Los Ángeles.

Sobre el puente de Imperial Highway y la autopista 710 sur, en South Gate, Jonathan Diaz deambulaba solitario por la mañana.

Vestía tres sudaderas completamente y un pantalón deportivo viejo completamente húmedos.

La casa de campaña donde vivía, cerca de las vías del tren, en la ciudad de Downey había sido derribada por autoridades municipales. Sus pocas pertenencias fueron arrojadas a la basura.

“No tengo nada”, dijo Jonathan, a La Opinión. “Antes vivía en Apple Valley con mi jefa [mamá], pero ella se movió para Rialto con mi hermana, y el marido de mi hermana dijo que yo no podía quedarme con ellos”.

Desde hace tres meses, Jonathan se mueve en las inmediaciones de Old River School Road y el bulevar Firestone.

“Me siento atrapado en una caja, y quiero salir de ella”, dijo. “Solo quisiera que alguien me ofrezca un trabajo”.

La lluvia del domingo, que era solo un remanente debilitado de lo que había sido un poderoso huracán Hilary tocó tierra sin gran furia, pero sí fue suficiente para acabar también con las pocas pertenencias de Imelda Colin Mondragón.

Imelda, quien tiene su “hogar” de cartón, cerca de las vías del tren, entre el bulevar Garfield e Imperial Highway, en la ciudad de South Gate, narró que terminó en la calle, después de haberse divorciado del padre de sus tres hijos.

“Aunque no tengo comida ni nada para taparme del frio, no me daré por vencida”, afirmó Imelda, quien dijo haber estudiado una carrera como terapista de salud mental. “Ahorita tengo toda mi ropa mojada y si llueve otra vez, no tengo una chamarra”.

Hilary resultó ser la primera advertencia de tormenta tropical emitida por el Servicio Meteorológico Nacional para el sur de California. Antes del domingo, un fenómeno de esta naturaleza no había tocado tierra en California desde 1939.

Pasado el peligro, José López, quien cumple 80 años el 1 de septiembre, salió a la calle con su carrito recolector de botellas de vidrio y de plástico que le guardan semanalmente sus vecinos en la ciudad de Paramount.

“Estoy diabético y hacer este trabajo me mantiene activo; no quiero que algún día los doctores me digan que me van a inyectar insulina”, dijo José, mientras tomaba un descanso y raspaba un billete de lotería.

En diversas zonas de Paramount con intenso tráfico vehicular -como el bulevar Somerset, en dirección hacia Compton- Paramount, era evidente la gran cantidad de hojarasca de pinos en todos los carriles que hacían todavía más peligroso circular por allí.

“Aquí, varios carros estuvieron a punto de derrapar”, comentó Alde Gálvez, residente guerrerense de esa ciudad, mientras que la sonorense Matilde Ibarra, informó que sus vecinos de un negocio de Auto Glass tuvieron que llamar a los bomberos, porque se tapó el drenaje a consecuencia de las lluvias.

No confiarse
A temprana hora de ayer, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, agradeció a los residentes por seguir las recomendaciones de estar preparados y haberse quedado en casa durante la peor parte de la tormenta tropical Hilary.

En rueda de prensa, Bass añadió que los angelinos deben seguir desconfiando de los posibles impactos, considerando que a veces pueden ocurrir daños en las horas y días posteriores a la llegada de una tormenta, por lo que debemos seguir vigilantes”.

El superintendente Alberto Carvalho explicó que el lunes evaluaron los campus y hallaron que al menos dos docenas de escuelas no tenían servicio de teléfono ni internet, y en una se registró un leve deslizamiento de tierra; no obstante, se esperaba que todo regresará a la normalidad hoy martes, incluyendo el regreso del alumnado.

Mientras tanto, Kristin Crowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, declaró que sus cuadrillas de trabajadores respondieron durante la tormenta a 1,833 incidentes de emergencia y sus despachadores recibieron más de 4,000 llamadas, es decir, 1,000 más que el promedio diario.

Si bien no se reportaron daños importantes el domingo, al menos 41,000 clientes del Departamento de Agua y Energía (LADWP) se quedaron sin electricidad en algún momento, y a la mañana del lunes unos 18,000 seguían sin energía, en áreas como Hollywood, Hyde Park y Pico-Union.

Hilary avanza hacia el noroeste del país

La tormenta Hilary, rebajada a ciclón postropical, avanza este lunes hacia el noroeste de EE.UU. y amenaza con llevar grandes cantidades de lluvia a Nevada como lo ha hecho en California, donde dejó una gran acumulación de agua, especialmente en el sureste del estado.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), por su parte, ha comenzado ya la tarea de evaluar los daños en California y pidió a los habitantes que estén en la zona de paso de la tormenta a permanecer en sus hogares.

FEMA ha desplazó ya a dos equipos especializados a Sacramento, la capital de California, desde donde coordinaran con las agencias en distintos estados la respuesta para enfrentar la tormenta.

Hilary llegó a territorio estadounidense el domingo por la tarde dejando una gran acumulación de lluvia especialmente en San Diego, el Valle de Coachella y Palm Springs.

La carretera interestatal 10, que atraviesa el país de este a oeste, ha estado cerrada en California debido a la acumulación de lluvias. Los vehículos varados en mitad de las calles fueron el común denominador en grandes ciudades como Los Ángeles, donde las autoridades se mantienen vigilantes y han pedido a la comunidad no acercarse al principal río de la ciudad y sus desagües

Si bien Hilary llegó a California debilitada como tormenta tropical, dejó caer más de la mitad del promedio de lluvia anual en algunas áreas. En el condado de San Bernardino se alcanzaron los 34 centímetros de acumulación de agua y el condado de Riverside acumuló 29 centímetros.

En el condado de Los Ángeles se rompieron récords con 17 centímetros de agua acumulada en el valle de Leona. En el centro de la ciudad se estableció un récord de lluvia de 5.8 centímetros, rompiendo la marca anterior de 4.3 establecida en 1977 durante el ciclón Doreen, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

En México

El paso de la tormenta tropical Hilary, que tocó tierra dos veces en México, el domingo, una como huracán categoría 1, ha dejado hasta ahora cuatro muertos: dos en la fronteriza ciudad de Tijuana, uno en Baja California Sur y otro en Sinaloa, notificaron autoridades este lunes. 

Para recibir apoyo

Emergencias: 911

Escuelas: (213) 443-1300

Ramas caídas: Aplicación MyLA311 o https://lacity.gov/myla311

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