Inmigrantes en Los Ángeles piden más acercamiento del gobierno mexicano

La elección presidencial de México, el 6 de junio de 2024 marcará un hito en la historia de ese país, ya que se habrá de elegir por primera vez a una mujer al cargo, entre la candidata de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, y la exalcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, del partido gobernante, Morena, y heredera de la llamada Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sheinbaum, de 61 años de edad, es una política, científica y activista mexicana que ganó la encuesta de preferencia del partido oficialista, que va a la contienda presidencial en alianza con el Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT).

En todas las encuestas, Sheinbaum derrotó a Marcelo Ebrard, ex ministro de Relaciones Exteriores del país, de quien el profesor Miguel Tinker Salas, catedrático de Pomona College, cree que si se lanza como candidato de otro partido estaría firmando de “manera triste” el final de su carrera política.

El experto en temas de América Latina, dijo a La Opinión que, desde hace años ha insistido en la “tremenda falta de conciencia” de los partidos políticos mexicanos para entender la importancia de sus connacionales que residen en Estados Unidos.

 “A través de las remesas, la comunidad inmigrante mexicana tiene un gran impacto en la economía de su país de origen, y aunque no pueda votar, a través de las redes sociales influyen políticamente de manera directa en sus familiares que viven allá”.

Para Juan José Gutiérrez, director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para Inmigrantes, con Claudia Sheinbaum, “sin duda ganó el mejor candidato para tomar las riendas de los destinos de la nación, a partir del 1 de septiembre de 2024”.

Entre las razones, argumenta que, es casi inapelable de que en 2024 será una mujer quien gobierne México.

“La candidata de la derecha [Xóchitl Gálvez] o la de la 4T [Claudia Sheinbaum] que representa a los sectores progresistas de la nación, en ambos lados de la frontera, es un gran paso adelante porque, según los expertos, México es un país machista que jamás permitiría que una mujer asumiera el mando de la nación; eso queda rebasado y tendremos un mano a mano entre los dos bloques políticos principales de la República Mexicana”.

Sheinbaum ha sido estrictamente leal a López Obrador, e incluso se peleó con inversionistas de energía cuando el gobierno federal luchaba por controlar los índices de violencia; además, ha sido muy crítica con los medios de comunicación por no ser veraces.

Enfatizó que Sheinbaum como exalcaldesa de la Ciudad de México superó al presidente AMLO en la reducción de asesinatos, amplió el transporte público e impulsó políticas de energía más ecológicas.

“El 6 de junio de 2024, el pueblo mexicano va a decidir si nos conviene regresar al pasado con la política que representa Xóchitl Gálvez, con sometimientos a los intereses políticos y económicos de Estados Unidos, como lo estuvo el país desde Miguel de la Madrid y que concluyó con Enrique Peña Nieto, o se decide por este compás de progreso y cambio que se abrió con Andrés Manuel López Obrador y ahora continuará con Claudia Sheinbaum”, consideró Juan José Gutiérrez.

Francisco Moreno, director ejecutivo del Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica (COFEM), explicó que gane quien gane la presidencia, se deberá tener una relación directa con los inmigrantes mexicanos en el exterior para recuperar lo perdido con López Obrador.

“No solo por lo que representamos como remesas”, dijo Moreno. “Pero lo que representamos como consumidores de productos mexicanos y millones de turistas que visitamos a nuestras familias”.

Para el dirigente, que comulga con las causas del PAN,  fue evidente que la candidata Sheinbaum había sido designada desde hace mucho tiempo por el presidente López Obrador y las encuestas del miércoles solamente fueron un trámite.

“Fue obvio, porque ella seguirá la política de la 4T, al estilo de AMLO”, aseguró.

De Xóchitl Gálvez Ruiz, analizó que la ingeniera, política panista y empresaria, aparte de representar un “frente amplio, es una esperanza para millones de mexicanos que, de alguna manera están descontentos con el gobierno de López Obrador”.

No obstante, enfatizó la importancia de que en México se pueda lograr acabar con el patriarcado político con alguna de las dos candidatas, y, por ello, pidió que todos los candidatos a puestos de gobierno en México “deberían tener la obligación de tener una cultura general, hablar muy bien inglés y tener conocimiento de la geopolítica mundial”.

Sheinbaum, en su papel de defensora del Estado mexicano, aspira a consolidar el control público de los recursos naturales y el fortalecimiento de los programas de bienestar social emprendidos por su mentor AMLO, así como de los grandes proyectos emblemáticos de infraestructura como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el aeropuerto Felipe Ángeles, entre muchos otros.

La candidata por Morena también es una fuerte partidaria del mayor uso de la energía renovable.

Al cierre de esta edición, todavía no estaba claro si Marcelo Ebrard se postularía para la presidencia como independiente o por Movimiento Ciudadano.