Arrestan y suspenden a jugador de Alabama State Hornets por golpear un seguridad en partido de preparatoria

Un jugador de la Universidad de Alabama quería encararse con un fanático en la grada durante un partido de preparatoria, pero terminó desahogando la rabia con una agresión a un guardia de seguridad. Su accionar le valió una detención policial y la suspensión del equipo

Partido de fútbol americano de preparatoria.

Partido de fútbol americano de preparatoria.  Crédito: Chris Gardner | Getty Images

Jacob Freeman, jugador del equipo universitario Alabama State Hornets Football, fue arrestado tras haber golpeado en la cara a un guardia de seguridad durante el encuentro preparatorio del pasado sábado ante Florida A&M University.

24 horas después, el número 16 fue detenido por agentes del Departamento de Policía de FAMU, según la Oficina del Sheriff del Condado de León y acusado por un cargo agresión física. Tras ser fichado, fue puesto en libertad.

No obstante, no salió del todo airoso, pues además de los problemas legales que enfrenta por su comportamiento, Alabama St. decidió suspenderlo, así lo dejaron saber en un comunicado donde repudiaron su accionar. “No aprobamos las acciones del estudiante-atleta, ni las acciones son representativas de las expectativas establecidas por el departamento de atletismo y nuestra universidad”, indicaron.

El perfil del jugador ha sido eliminado del sitio web de la preparatoria. El entrenador de los Hornets, Eddie Robinson Jr., confesó que Freeman está arrepentido de lo que hizo, pero opinó que “debe pasar por el proceso de sus acciones”.

Captura de pantalla.
Captura de pantalla.

¿Qué ocurrió?

El altercado fue captado en video y corrió como la espuma en las diferentes plataformas de las redes sociales. De acuerdo con lo reseñado por la cadena TMZ Sports, el violento episodio tuvo su origen en una discusión con un fanático.

Al parecer, Freeman perdió los estribos y se dirigió hasta la grada para encararse con un hincha, lo que ocasionó la intervención de un miembro de la seguridad que intentó detener al número 16. Lejos de calmarse, trasladó su ira hacia el agente y propinó un derechazo con a mano abierta en la cara.

El guardia, con la mano sobre su rostro y aún conmocionado por el golpe, recriminó al jugador su accionar y trató de encararlo. El resto de los jugadores se vieron en la obligación de retenerlo para evitar males mayores.

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