Trabajadora de la industria de comida rápida: ‘No tenía papeles, por eso acepté el maltrato’

Nuevo reporte señala que cocineros y cajeros en restaurantes de comida rápida de California enfrentan calor excesivo, exposición a tóxicos y alto riesgo de lesiones; presentamos el caso de Bertha Pérez

Foto de archivo de trabajadores de la industria de la comida rápida.

Foto de archivo de trabajadores de la industria de la comida rápida.  Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Casi tres de cada cuatro trabajadores de restaurantes de comida rápida de California enfrentan riesgos importantes en el trabajo, indica un nuevo reporte de la organización Worksafe, con sede en Oakland, en conjunto con el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU).

Expertos de Worksafe, dedicados a promover y proteger el derecho básico de todas las personas a un lugar de trabajo seguro y saludable, señalan que los trabajadores -en su mayoría latinos- han experimentado uno o más peligros graves en el lugar de trabajo

La problemática afecta a la gran mayoría de los cocineros y cajeros que experimentan condiciones de trabajo peligrosas, incluido calor excesivo, exposición tóxica o quemaduras y alto riesgo de lesiones y recomienda otorgar poder de voz a los trabajadores y capacitaciones anuales para comprender los derechos en el en el lugar de trabajo.

A partir de una encuesta realizada a casi 400 trabajadores de comida rápida en todo el estado, el informe denominado ¡Aguántate!: heat, hazards and indifference to safety in California’s fast-food restaurants” (¡Aguántate!: Calor, peligros e indiferencia hacia la seguridad en los restaurantes de comida rápida de California) subraya que la inestabilidad económica y la inseguridad habitacional aumentan significativamente el impacto de las lesiones o enfermedades en los trabajadores de comida rápida.

La encuesta también revela que, para muchos trabajadores de restaurantes de comida rápida, el costo de una pequeña factura médica o unos pocos días libres no remunerados para recuperarse de una lesión pueden obligar a los cocineros y cajeros a elegir entre pagar el alquiler o cenar.

En algunos casos, la pérdida de ingresos después de una lesión puede incluso provocar que los trabajadores enfrenten el desalojo.

“No cumplir con los estándares mínimos de lugares de trabajo seguros y saludables se ha convertido en la norma para esta industria, sin mencionar la inseguridad alimentaria y de vivienda entre sus propios trabajadores creada por salarios inferiores”, dijo, Stephen Knight, director ejecutivo de Worksafe.

Añadió que, en medio del debate sobre los derechos de las corporaciones y los propietarios de franquicias, “no olvidemos el derecho básico a un lugar de trabajo seguro y saludable que se les niega a miles de trabajadores todos los días, ni el costo de nuestros recursos estatales al considerar las consecuencias del trabajo mal pagado”.

Para abordar los problemas de seguridad generalizados, una parte del informe recomienda capacitar a los trabajadores para que comprendan sus derechos laborales y empoderarlos con un asiento en la mesa de negociaciones contractuales para informarles de los estándares en toda la industria, en materia de salud, seguridad y capacitación.

En relación con las mejoras duraderas en las condiciones laborales, los autores del reporte piden igualdad de condiciones entre los trabajadores y las corporaciones multimillonarias.

“Me preocupaba que si volvía a casa no me pagarían”, dijo Bertha Pérez, trabajadora de Domino’s en Los Ángeles. Ella sufrió una lesión después de ser atropellada por otro automóvil mientras repartía pizzas.

“Necesito dinero para pagar el alquiler y las facturas, así que dije que sólo quería esperar un poco y luego seguí trabajando. Tenía miedo de volver a repartir pizzas de inmediato porque todavía me dolía la cabeza y todavía me sentía en shock por el accidente, pero me dije ‘tengo que hacerlo’, tenía que hacer que el miedo desapareciera y seguir trabajando”.

Empoderar a los trabajadores

El reporte menciona, además, que las cinco principales corporaciones de comida rápida que cotizan en la bolsa de valores y operan en California generaron más de $26 mil millones en ganancias en los últimos dos años.

Mientras tanto, los cocineros y cajeros que generan esas ganancias enfrentan graves riesgos de enfermedad o lesiones debido a condiciones laborales peligrosas.

El informe concluye que las regulaciones y el sistema de compensación laboral existentes en California no van lo suficientemente lejos para abordar las condiciones laborales inseguras que enfrentan los cocineros y cajeros regularmente.

En California hay más de 20,000 restaurantes de comida rápida y medio millón de trabajadores en esa industria, donde prevalece una tasa de 73% de violaciones a las leyes laborales y Cal-OSHA no tiene la capacidad adecuada para regular a la industria de comida rápida, ni tampoco para poder investigar caso por caso.

Cuando hay lesiones en el trabajo, los trabajadores de comida rápida enfrentan obstáculos importantes para acceder a la compensación laboral.

El 86 por ciento de los trabajadores encuestados informaron que no conocen la compensación laboral o no saben cómo acceder a ella.

Sólo el 30 por ciento de quienes sufrieron lesiones laborales que requirieron atención médica dijeron que sus gerentes les proporcionaron la información que necesitaban para presentar un reclamo de compensación laboral.

El caso de Edith Villegas

Edith Villegas, quien trabajó por siete años en un restaurante Chick-fil-A, en la ciudad de Oxnard, California, narró a La Opinión que por temor a perder el empleo no había denunciado una fuerte lesión que sufrió en un hombro, provocada por los movimientos repetitivos de tener que alcanzar productos en estantes altos.

“Inicialmente reporté mi lesión a mi supervisor y no fui al doctor, porque tenía miedo de que me despidieran”, dijo. “Pero gracias a Dios que alcancé a reportarla”.

Ella pensaba que le resultaría contraproducente involucrarse en ese tipo de problemas.

“No lo reporte al doctor, pero mi patrón siempre estuvo hostigándome; era algo así como discriminación por ser hispana, hasta que un día dije, “esto llegó al límite’ porque estaba haciendo prácticamente el trabajo de cuatro personas y a los que eran flojos no les decía nada”.

Edith ganó su caso legal a la compañía de comida rápida, en 2023, y fue compensada económicamente, tras presentar su renuncia al trabajo.

 En la actualidad está estudiando para revalidar los estudios que hizo en México, antes de emigrar en 1998 definitivamente a Estados Unidos. También planea obtener un diploma de educación general (GED) y buscar un mejor trabajo.

“No tenía papeles, por eso acepté el maltrato”, dijo la mujer de 52 años, originaria de Hidalgo del Parral, Chihuahua.

La carga de la renta

El informe “¡Aguántate!…” señala que los bajos ingresos y la elevada carga de los alquileres hacen que el desalojo y la falta de vivienda sean riesgos importantes para los trabajadores de la comida rápida de California.

Según un estudio reciente de la Mesa Redonda Económica (Economic Roundtable), los trabajadores de comida rápida representan el 11 por ciento de todos los trabajadores sin hogar en California.

Casi la mitad (44%) de los hogares de los trabajadores de primera línea de comida rápida en el estado tienen una fuerte carga del alquiler y gastan más del 30% de sus ingresos para pagar la renta.

Para ellos, los días libres no remunerados o los gastos médicos inesperados pueden exacerbar aún más el impacto económico perjudicial de las lesiones o enfermedades en su trabajo y exponerlos a un mayor riesgo de desalojo y falta de vivienda.

Para Anastasia Wright, uno de los autores del reporte, los hallazgos de injusticias en el sector de comida rápida en California no le sorprendieron.

“No, no fueron sorprendentes”, dijo a La Opinión. “Escuchamos a los trabajadores sobre los problemas que enfrentaban ante el calor excesivo en su área de trabajo y después se descubrió que

tres o cuatro trabajadores están laborando en estas condiciones inseguras”.

Señaló que el Estado o la industria de comida rápida deberían implementar algunas de las soluciones que proponen en su reporte.

“Creemos que funcionaría la implementación de capacitaciones en salud y seguridad a cargo de capacitadores reales”, dijo. “Muchas veces son los mismos gerentes quienes realizan la capacitación en salud y seguridad, pero no son expertos en ambos temas. Son gerentes de un restaurante”.

Datos que preocupan a los activistas:

El 70% de los trabajadores de comida rápida informan que tienen que trabajar en condiciones de calor excesivo. De esos trabajadores, el 79% dice haber experimentado síntomas de enfermedades relacionadas con el calor.

El 42% ha tenido que faltar al trabajo debido a lesiones que sufrieron en sus trabajos de comida rápida.

El 38% reporta haber estado expuesto a toxinas químicas y biológicas como humo excesivo, aguas residuales y fugas de gas.

El 29% reporta haber sufrido una lesión en el trabajo.

Fuente: Reporte “¡Aguántate!: heat, hazards and indifference to safety in California’s fast-food restaurants”

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