Un tranquilizante animal es el nuevo reto de la crisis de opioides en EE.UU.

Se cree que la xilazina prolonga o intensifica los efectos de los opioides, lo que la convierte en un aditivo popular entre los producidos ilegalmente, en particular en el fentanilo. Los usuarios terminan en un estado similar al de un zombi, con respiración lenta, y a veces desarrollan úlceras en la piel.

Un tranquilizante animal es el nuevo reto de la crisis de opioides en EE.UU.

La xilazina no es un opioide, por lo que los antídotos comunes como la naloxona resultan ineficaces. Crédito: Tinnakorn jorruang | Shutterstock

El aumento de la amenaza asociada al uso del tranquilizante animal conocido como xilazina, o “tranq”, como componente en el fentanilo producido ilegalmente, ha generado una creciente demanda de investigaciones más amplias y una comprensión más completa de sus efectos.

Según una revisión narrativa publicada en la revista Anales de Medicina Interna, expertos están haciendo un llamado a la realización de pruebas adicionales y a la exploración de opciones de tratamiento para hacer frente a esta creciente preocupación.

El Dr. Joseph D’Orazio, especialista en medicina de adicciones y toxicólogo médico de Cooper University Healthcare en Camden, Nueva Jersey, quien dirigió la revisión, señaló que “muchos médicos y proveedores están buscando información sobre este medicamento”.

Se cree que la xilazina prolonga o intensifica los efectos de los opioides, lo que la convierte en un aditivo popular en los opioides producidos ilegalmente, en particular en el fentanilo, según la Agencia Antidrogas (DEA). Los usuarios terminan en un estado similar al de un zombi, con respiración lenta, y a veces desarrollan úlceras en la piel.

Sin embargo, la xilazina no es un opioide, por lo que los antídotos comunes como la naloxona resultan ineficaces. La Casa Blanca ha catalogado la combinación de fentanilo y xilazina como una “amenaza emergente”.

La drogra más letal

Anne Milgram, administradora de la DEA, advierte que “la xilazina está convirtiendo a la droga más letal que nuestro país haya enfrentado jamás, el fentanilo, en algo aún más mortífero”. Además, señala que la DEA ha encontrado mezclas de xilazina y fentanilo en 48 de los 50 estados, y que en 2022, aproximadamente el 23% del fentanilo en polvo y el 7% de las pastillas de fentanilo incautadas contenían xilazina, según datos del Sistema de Laboratorios de la DEA.

El Dr. D’Orazio y su equipo combinaron la experiencia clínica con la investigación disponible para proporcionar orientación sobre cómo tratar a los pacientes expuestos a la xilazina. Su llamado a realizar más investigaciones se enfoca en obtener más detalles sobre la dependencia y la abstinencia de esta sustancia.

La realización de pruebas en pacientes que podrían haber estado expuestos a la xilazina requiere de capacidades de laboratorio forense, lo que complica y encarece el proceso. La revisión no pudo identificar el origen de la droga ni por qué causa úlceras en la piel.

La revisión también hace un llamado a una mayor educación de los proveedores de atención médica, incluyendo a los médicos de atención primaria, sobre cómo tratar y cuidar a los pacientes que han usado xilazina y fentanilo.

Los autores también instan a ampliar los análisis de orina estándar para detectar la presencia de xilazina y a intensificar la vigilancia del suministro de medicamentos, así como la distribución de tiras reactivas para detectar la xilazina.

Un editorial acompañante al artículo de la revista exhorta a la comunidad médica a tomar medidas proactivas ante la xilazina antes de que la crisis se agrave. Advierte que no realizar pruebas de xilazina en áreas y poblaciones actualmente no afectadas podría resultar en retrasos en la respuesta si esta sustancia llega a ser prevalente en el suministro de drogas.

La xilazina ya ha sido detectada en el 90% de las muestras de opioides callejeros analizadas en Filadelfia en 2021, y un estudio de vigilancia tóxica de parafernalia de drogas en Maryland encontró xilazina en el 80% de las muestras analizadas entre 2021 y 2022.

A pesar de que el Narcan resulta ineficaz en el tratamiento de la xilazina, ya que esta sustancia se mezcla casi siempre con fentanilo u otros opiáceos, el antagonista opioide todavía se considera necesario en situaciones de emergencia.

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