Uno de los últimos tres supervivientes de la masacre racial de Tulsa de 1921 muere a los 102 años
Van Ellis, su hermana de 109 años, y Lessie Benningfield Randle, de 108, eran los tres últimos supervivientes conocidos de la masacre donde murieron al menos 300 personas
Organizaciones señalan que el Estado y la ciudad deberían indemnizar a sobrevivientes y descendientes, algo que hasta el momento no ha pasado. Crédito: NIPAH DENNIS | AFP / Getty Images
Hughes “Uncle Redd” Van Ellis, uno de los últimos tres supervivientes conocidos de la masacre racial de Tulsa de 1921, murió a los 102 años, en Denver, Colorado y lo hizo “esperando justicia”, como dijo su familia.
Van Ellis tenía seis meses cuando su familia huyó de una turba blanca que mató a cientos de negros y diezmó una próspera comunidad de Oklahoma hace más de un siglo, dijo la publicista Mocha Ochoa en un anuncio sobre su muerte.
“Era pura alegría personificada”, dijo Ochoa en el comunicado. “Lo extrañaré muchísimo, pero me siento honrado de haber tenido el privilegio de compartir tiempo, espacio e historia con el ‘tío Redd’. Dicen que cuando muere un anciano, también muere una biblioteca”.
A pesar de que su familia lo perdió todo en la masacre y solo escapó con la ropa que llevaba puesta, Van Ellis todavía creía en la promesa de su país y luchó por él en la Segunda Guerra Mundial, según el comunicado.
“Lo hice porque creía que, al final, Estados Unidos haría las cosas bien”, dijo.
La masacre de Tulsa fue catalogada como uno de los actos de violencia racial más mortíferos del país, fue infligida por una turba blanca que descendió sobre el área conocida como “Black Wall Street” y cometió incendios provocados, tiroteos y bombardeos aéreos desde aviones privados.
Según la Sociedad Histórica y Museo de Tulsa, unas 300 personas murieron y se estima que más de 1,000 viviendas quedaron destruidas.
Según datos de NBC News, en julio, un juez de Oklahoma desestimó una demanda que buscaba reparaciones presentada en nombre de Van Ellis, su hermana mayor Viola Fletcher y Lessie Benningfield Randle, quienes eran entonces los últimos sobrevivientes conocidos de la masacre.
Benningfield Randle, de 108 años, y Fletcher, de 109, todavía están vivos.
Los acusados en la demanda incluyeron la ciudad de Tulsa y el condado. También nombró a la Guardia Nacional de Oklahoma. El juez desestimó la demanda con prejuicio, lo que significa que no puede volver a presentarse ante un tribunal estatal.
En respuesta, las víctimas argumentaron que los demandantes no sufrieron efectos personales adversos por la masacre y la calificaron como uno de los “peores actos de terrorismo interno” del país.
“Este ataque brutal e inhumano… robó a miles de afroamericanos su derecho a la autodeterminación sobre el cual habían construido esta comunidad autosuficiente”, dice la demanda.
*Con información de CNN y ABC News.
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