Elecciones en Argentina: “La crisis económica provoca el fin de la grieta”
El ambiente poco antes de las elecciones argentinas es de tensión y temor por una agudización de la crisis económica, pero también plantea una recomposición de las fuerzas políticas. Desde Buenos Aires reporta Cristina Papaleo
¿Qué tiene que ver el chocolate, una modelo de Instagram y un yate de lujo en Marbella con las elecciones en Argentina? Mucho. Se trata de dos escándalos de corrupción que marcan la recta final de la campaña electoral y salpican al oficialismo. Pero no son los únicos, y no únicamente tocan a funcionarios del gobierno.
El “chocogate”: Julio “Chocolate” Rigau, un representante político o “puntero” del peronismo en la provincia de Buenos Aires, fue detenido en septiembre con más de $1,200 millones de pesos en efectivo (unos $1,400 USD a precio del dólar paralelo o “blue”) en una bolsa, mientras extraía fondos de 48 tarjetas de débito, supuestamente de empleados fantasma (“ñoquis”) de la Cámara de Diputados de esa provincia. Se trataría de un procedimiento metódico de extracción masiva de sueldos de personas que figuran con un contrato de la legislatura pero no trabajan. Así habría embolsado en un mes $27.5 millones de pesos que luego se distribuirían entre esos “ñoquis” y las autoridades de la provincia, con un porcentaje para Rigau. Está pendiente la investigación del teléfono celular de Julio Rigau para este 20 de octubre.
En el “yategate” se investiga a Martín Insaurralde, exjefe de Gabinete bonaerense e intendente del segundo mayor distrito de esa populosa provincia, bastión electoral del peronismo, por un viaje a Marbella con una modelo. Las fotos de ambos en un lujoso yate y en caros hoteles poblaron las redes sociales y los medios, indignando a la mayoría de los argentinos, en especial a aquellos cuyos sueldos no cubren las necesidades básicas. Insaurralde fue retirado de sus cargos y está imputado por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Su causa continúa siendo investigada también por otras denuncias.
Estos casos investigados por fraude al Estado son solo la punta del iceberg de un final de campaña en el que reina un alto nivel de incertidumbre, los discursos filosos y las promesas casi mágicas de soluciones a la crisis, y que pone los nervios y la paciencia de los argentinos al límite. “La sociedad argentina va a llegar a este 22 de octubre agobiada y agotada, en varios aspectos”, dice a DW Gabriel Rocca, sociólogo especialista en Economía Política.
Vivir con una inflación “difícil de soportar”
Luego de una larga campaña de seis meses, con las primarias (PASO), las generales, y teniendo en cuenta un eventual balotaje, las fuertes movidas en el poder se suman a la inestabilidad ya estructural del país. “Vivir con una inflación de más del 100% es difícil de soportar. Esto es una catástrofe que, por ejemplo, en Alemania se dio en la República de Weimar, pero en Argentina esto se da cada tanto”, señala Rocca. “Hasta que no asuma un nuevo gobierno será difícil frenar el proceso inflacionario”, advierte. “A eso se suma la escasez estructural de dólares en el mercado cambiario, lo que, junto con la deuda con el Fondo Monetario Internacional, y la sequía, por la cual se perdieron alrededor de 20.000 millones de dólares -o sea, cerca de un 25% de las exportaciones argentinas-, es llover sobre mojado, y dificulta aún más el manejo de la situación”, dice Rocca.
“Pienso que la mayoría de los argentinos sabemos por quién no vamos a votar”, dice a DW Sergio, chofer de taxi en la capital argentina. “Trataremos de votar al mal menor”. Según él, las mayores preocupaciones de los argentinos a la hora de votar son la economía y la inseguridad. Además, “se está viendo desaparecer a la clase media”, dice, y critica los planes de ayuda social para más de la mitad de la población, “que harían colapsar a cualquier economía”. Pero asegura que propuestas extremas de recortes en el Estado y la educación como las de Javier Milei “generan temor”.
Reconfiguración del escenario político
Lo particular de estas elecciones generales en Argentina es que presentan un panorama distinto al de las anteriores: “La crisis socioeconómica marca la agenda con la preocupación de los votantes, y también representa el fin del de la grieta, de la polarización entre las que fueron las dos grandes coaliciones que reconstruyeron la representación política luego de la crisis del 2001 en la Argentina: el kirchnerismo, que logró recomponer la representación entre sectores populares y, por otro lado, Juntos por el Cambio, con la de los sectores medios y medios altos”, analiza en diálogo con DW Nicolás Welschinger, investigador del CONICET y docente universitario.
Gabriel Rocca coincide: “Es muy probable una reconfiguración política del país, en que el eje kirchnerismo-antikirchnerismo deje de estar vigente con la fuerza con que se vinieron estructurando los clivajes sociales y políticos en los últimos 20 años”.
Luego de la pandemia, la aparición en el escenario electoral del libertario de ultraderecha Javier Milei con su partido La Libertad Avanza ofrece una nueva dinámica ante gestiones que buena parte de la población consideran frustradas: “Su figura fue construyendo adhesiones no solo entre los sectores populares o los sectores medios, sino de un modo transversal y policlasista en la sociedad”, sostiene Welschinger. Milei “logró instalar una retórica que conectó con el sentido popular de una triple crítica: a la economía, a la crisis del Estado, y al estado de la política”, resume. Pero su propuesta de dolarizar la economía es técnicamente inviable debido a la falta de fondos: “Argentina tendría que endeudarse todavía más para eso”, subraya. Y agrega que la retórica de extrema derecha de Milei es comparable con la de Jair Bolsonaro.
En cuanto a Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, ”se corrió muy a la derecha para ganarle las internas a Horacio Rodíguez Larreta, y después todavía más, por el discurso de Milei”, dice Gabriel Rocca. “Y los que no quieren votar a esa derecha porque les parece mal, deciden votar al centro, y votarían a Massa, de Unión por la Patria”, estima. ¿Influirán las denuncias por corrupción contra funcionarios del kirchnerismo en el resultado de los comicios? “Muy poco”, afirma el experto. “Es muy difícil hacer pronósticos para esta elección”, agrega. “Podría surgir una nueva coalición liberal de derecha, encabezada por Milei y Macri, y una de centro que lideraría Massa, y que sumaría a sectores que antes eran de Juntos por el Cambio”. Muchos interrogantes que elevan la tensión sociopolítica en una Argentina donde el fantasma de la hiperinflación y de una corrida cambiaria tienen en vilo a la población y hacen temer una mayor profundización de la crisis.